Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con científicos de Emiratos Árabes Unidos e India, han desarrollado un material innovador que promete revolucionar las baterías de ion-litio, duplicando su capacidad de almacenamiento.
Este avance es crucial para mejorar la autonomía de los vehículos eléctricos y otros dispositivos electrónicos, lo que podría acelerar significativamente la transición hacia energías más limpias.
El equipo ha utilizado materiales organometálicos porosos conocidos como MOFs (Metal-Organic Frameworks), un tipo de material que combina moléculas orgánicas con metales y que tienen estructuras porosas "altamente versátiles", que permiten almacenar iones litio, combinándolo con hierro y aldehído salicílico para crear un nuevo compuesto, denominado Fe-Tp.
Este material se incorpora al grafito de las baterías comerciales, mejorando su rendimiento sin comprometer la estabilidad ni la viabilidad económica de su producción a gran escala.
"Este nuevo material mantiene las ventajas del grafito, pero con una capacidad de almacenamiento mucho mayor", explicó Felipe Gándara, uno de los autores del estudio. Además, el Fe-Tp ha mostrado una impresionante durabilidad, conservando el 89% de su capacidad tras 500 ciclos de carga y descarga.
Baterías más eficientes y seguras
El descubrimiento abre nuevas posibilidades para la industria de almacenamiento de energía, al permitir la fabricación de baterías más eficientes, seguras y respetuosas con el medio ambiente.
Según José Ignacio Martínez, también investigador del ICMM-CSIC, este material "puede integrarse fácilmente en las tecnologías actuales sin necesidad de sustituir por completo el grafito".
El trabajo, publicado en la revista Angewandte Chemie International Edition, marca un hito en la búsqueda de soluciones sostenibles para el almacenamiento de energía, con el potencial de transformar el mercado global de baterías en los próximos años.
