Las últimas estadísticas de Eurostat sitúan a España como el país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida, 84 años, frente a la media comunitaria de 81,5 años. La pirámide poblacional se ensancha a partir de los 50 años de forma considerable y esto significa que la tercera edad es un colectivo social muy destacado. Un gran número de estas personas viven solas y cuestiones tan básicas como la higiene personal pueden convertirse en todo un reto. ¿Hay pautas a seguir?
Los datos de esta vejez acentuada hablan de que es predominantemente femenina. A nivel nacional, hay constancia de que hay más personas que inician su jubilación en soledad, bien porque han roto sus parejas en el pasado bien porque vivían ya como solteras. En el caso de que sean personas autónomas, continuarán los hábitos de higiene desarrollados durante su vida más activa, el problema es cuando aparecen problemas de movilidad y necesitan ayuda.
Por diversas circunstancias la higiene completa diaria puede resultar complicada, pero sí se recomienda que como mínimo se cree una rutina que comprenda el lavado de cara y las manos, así como de la zona genital y anal. Los beneficios de este hábito son importantes y más aún si se complementan con una dieta equilibrada y ejercicio moderado, claves para un envejecimiento saludable.
Importante para la autoestima
La higiene personal diaria en la tercera edad va más allá de un simple gesto de autocuidado ya que, como resaltan voces expertas, la imagen en esta edad es muy importante porque incide en su autoestima y mejora su ánimo, cuestión delicada especialmente si se trata de una persona que vive sola y por tanto tiene más riesgo de desarrollar depresión.
En cuanto a estimar una periodicidad, se recomienda que las duchas o baños tengan lugar al menos tres veces por semana. Dada la fragilidad de la piel en estas edades es aconsejable utilizar productos neutros así como secar convenientemente la piel, con suavidad y poniendo atención en los pliegues de las diversas zonas corporales.
Tanto si hablamos de una persona autónoma como dependiente, en el momento del baño es crucial que la seguridad de movimientos esté garantizada, es decir, que tenga lugar en un entorno cómodo y accesible donde los productos necesarios estén al alcance. Asimismo se debe procurar la temperatura adecuada para no dañar la piel.
Pautas básicas para una correcta higiene diaria
Por higiene personal diaria no debe entenderse solo el acto de la ducha sino que es importante que exista un ritual mínimo enfocado especialmente a evitar infecciones y mantener la hidratación adecuada. Tanto una persona con movilidad como dependiente debería tener en cuenta lo siguiente:
- Como mínimo debe realizarse lavado de cara, manos, zona genital y anal.
- Higiene bucal: es importante el cepillado de lengua y paladar, así como mantener los labios hidratados.
- Las uñas deben estar correctamente aseadas para evitar el riesgo de infecciones graves, sobre todo en el caso de personas diabéticas.
Referencias
Hospital Clínic de Barcelona (s.f.) Cuidando al cuidador: higiene personal. https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/vida-saludable/cuidando-al-cuidador/higiene-personal