Biznaga, el grito crítico que representa a toda una generación preocupada por los problemas sociales

Alquiler de la vivienda, precariedad laboral o importancia de la salud mental. Estos son varios de los temas sociales que Biznaga aborda en las letras de sus canciones, haciendo hincapié en las de su último disco, ¡Ahora!, en el que presentan a sus oyentes una crítica social abierta. "Siempre hemos tenido un punto crítico, pero quizás nuestras canciones antes eran más abstractas, con un lenguaje más filosófico y no tan directo, de llamar a las cosas por su nombre o de señalar problemáticas muy concretas", cuenta para 20minutos Jorge Navarro, letrista y bajista de la banda.

El artista, junto a Álvaro Garcia (voz y guitarra), Jorge 'Milky' Ballarín (batería) y 'Torete' (guitarrista) componen uno de los grupos más reivindicativos del panorama nacional musical del momento. Llevan en los escenarios desde 2012, pero, tanto sus letras como su melodía, han ido cambiando con el paso del tiempo. ¿El motivo? Su evolución personal e ideológica: "Después de doce años haciendo canciones y estando en el contexto del grupo, hemos mezclado lo particular y lo político con nuestra música".

En su nuevo proyecto, Biznaga reclama la lucha y la importancia de tratar los problemas que conciernen a la sociedad actual. El valor, precisamente, de ese ‘ahora’ en el que vivimos. "No se puede dejar correr más tiempo según qué temas y problemas tenemos. Hay que incidir en el presente y actuar más allá de estar proyectando eternamente hacia el futuro y luego lamentar que no llegó, que se perdió o que las expectativas no se cumplieron" remarca el compositor acerca del término que da nombre al disco.

Espejo del caos, La gran renuncia e Imaginación Política, son varias de las canciones a destacar de este trabajo. La primera habla sobre cómo afecta el problema del alquiler dentro de una relación sentimental, algo que hace reflexionar sobre si sin bienestar económico no hay bienestar emocional. El compositor considera que "están estrechamente relacionados", ya que "el empobrecimiento de la sociedad es cada vez mayor y es normal que aumente el deterioro mental". Y, "aunque los ricos también lloran", para él, contar con una economía estable ayuda a que la mente esté tranquila: "No es únicamente uno de los factores, pero ayuda bastante para tener las necesidades básicas cubiertas. Si no tienes eso, difícilmente vas a poder estar bien".

Con la segunda, denuncian la rendición de la sociedad a una visión del trabajo "depredadora del tiempo y del bienestar mental y físico". "Se concibe así y personalmente creo que es algo tóxico y con lo que debemos acabar. No ser capaces de pensar en otros términos es lo que supone para nosotros esa gran renuncia", explica.

Jorge Navarro habla desde la propia experiencia sobre estos temas, ya que, tal y como relata, ha ido encadenando trabajos precarios durante toda su vida: "Mi vida laboral ha sido errática y precaria y eso me ha llevado a situaciones de inestabilidad económica, de muchos momentos con el agua al cuello con respecto al alquiler".

El joven fue expulsado del edificio en el que vivía en el barrio madrileño de Lavapiés debido a que lo compraron para un fondo de inversión y, en tan solo mes y medio, visitó junto a su pareja más de 20 pisos en cuatro zonas diferentes de la ciudad hasta dar con el que podían permitirse en Carabanchel: "Todos eran imposibles, un agujero insalubre o las dos cosas. Aspiro a una parcela muy pequeña de pisos en alquiler y no me puedo permitir vivir en otro sitio. La vivienda ha subido, pero las condiciones no han mejorado. Cada vez se infla más y los propietarios piensan: 'si no lo alquila este ya vendrá otro desesperado que lo alquilará".

La música ligada a la crítica social

"¿Te imaginas que fuera posible otra vida, que hubiera alternativa a esta deriva?", es la pregunta que Biznaga lanza a sus oyentes en Imaginción Política. Pero, ¿qué alternativas proponen ellos? "Nosotros somos un grupo de música. Trabajamos dentro de una parcela cultural que lo que hace es darle una perspectiva artística a la realidad", comienza Navarro con su respuesta. El músico lo tiene claro: no son políticos ni tienen las herramientas para implementar los cambios necesarios, pero lo que sí pueden hacer es, dentro de su campo, mantener el debate abierto.

"Hay toda una corriente de pensamiento hegemónico que nos lleva a pensar que es mejor no hacer nada, vaya a ser que el castillo de naipes, que a duras penas se mantiene en pie, se vaya a caer, y estemos todavía peor. Esto ha calado fuertemente en un par de generaciones y de ahí nace el desencanto con la política. No hay que pensar ni aterrarse a que votar cada cuatro años es la única alternativa y manera de hacer política. Hay que pensar que las cosas pueden ir más allá y a mejor", matiza.

"Lo que en su momento era utopías, ahora son derechos fundamentales"

Para ello, Navarro considera que hay que "romper con el bloqueo mental" y así poder, como sociedad, implicarnos en "acciones concretas que puedan llevar a pequeños cambios", para que en un futuro se conviertan en grandes acciones: "Lo que en su momento era utopías, ahora lo llamamos derechos fundamentales".

La música es un gran altavoz para esto, y aunque no es obligatorio tratarlos, hay artistas que los exponen más que otros. "Es más sencillo hacer canciones que no presenten ningún tipo de oposición o de ruptura con lo establecido. No digo que remen a favor, sino que no se posicionan en ningún lado, simplemente hablan de los sentimientos de una persona respecto a otra o de salir de fiesta, por ejemplo, y es más fácil de comprar", detalla Navarro.

Esto, a veces, va ligado con el género, pero no es siempre así. Aunque en España los artistas englobados en el pop más comercial no tengan esa iniciativa de exponer en sus canciones temas sociales ya que lo que prima es la radiofórmula, hay en otros países en los que sí. "En Inglaterra y Estados Unidos hay una larga tradición de grupos de pop que desde los años 60 que han sido críticos en sus letras con la sociedad que les ha tocado vivir; quizás eso aquí no ha ocurrido y lo tenemos más vinculado a cantautores o a grupos de punk o de rap", comenta.

"El pop y la crítica social no son antagónicos, nosotros nos influenciamos mucho de este género"

"Nosotros hemos manifestado muchas veces que también hacemos música pop. Somos un grupo que tiene muchas influencias y una de ellas es el pop. No seríamos tan melódicos ni buscaríamos el estribillo si no nos influenciáramos en él. Para Biznaga, el pop y la crítica social no son antagónicos".

Aun así, el letrista considera que hay artistas o grupos que no se posicionan en determinados temas por miedo a las consecuencias, tanto laborales como por su público: "Cuando estás ante una audiencia tan masiva, tienes fans de todo tipo y hay quienes, en sus esquemas mentales, tienen totalmente desvinculada la música de la política, como si los músicos no vivieran en la sociedad".

Influencia en la sociedad

Con su música, Biznaga mueve masas y sus seguidores llevan sus letras por bandera, tal y como se vio en la manifestación por la vivienda que hubo el pasado 13 de octubre en Madrid. "Me agrada ver que haya gente que se haga eco de canciones nuestras que hablan sobre el tema. Me parece pertinente y que está encajado dentro de un contexto que tiene sentido", alega el cantante.

Sin embargo, aunque sus letras tengan bastante impacto en la sociedad, el compositor no considera que, como artista, tenga esa responsabilidad a la hora de concienciar a sus oyentes sobre los temas que trata en sus canciones.

"Con mis letras no pretendo evangelizar, adoctrinar, ni concienciar a nadie"

"Lo que hago, y digo en primera persona porque soy quien escribe las canciones, es aproximarme a un tema y buscar las palabras para expresar lo que siento o pienso sobre él. Si más personas lo piensan y comparten mi visión, genial. Si hay otras que no, también bien, pero no pretendo evangelizar, adoctrinar, ni concienciar a nadie".

Una imagen "depurada y organizada"

Biznaga va a estar hasta finales de este año presentando ¡Ahora! en diferentes ciudades de España. Entre sus fechas destaca la del 11 de noviembre en la Sala El Sol de Madrid, donde, bajo la iniciativa Son València, ofrecerán junto a otros artistas un concierto benéfico para recaudar fondos destinados a los afectados por la DANA que ha azotado a la Comunidad Valenciana.

Aquellos que acudan a sus conciertos, ya sean fans o no, se encontrarán con un "espectáculo sin pausa desde la primera canción hasta la última". Como novedad respecto a anteriores giras y shows, quienes hayan seguido su trayectoria a lo largo de los años percibirán una "depuración del sonido y de la idea de pop y de rock de Biznaga".

"Verán un grupo de cuatro músicos muy cohesionado, organizado y con una melodía contundente, con una puesta en escena de una parte visual más cuidada que nunca, uniformes nuevos y un telón enorme detrás", enumera Navarro y hace hincapié en que, al ser ya cinco discos, es complicado decantarse por qué canciones tocar. "Para alguien que nos haya seguido desde siempre van a ser temas coreables y seguro que van a disfrutar con la cabeza y con el cuerpo", vaticina.

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