Un grupo de selectos inversores, compuesto por algunos de los individuos más ricos del mundo, está detrás de un ambicioso proyecto: construir una nueva ciudad desde cero en California, cerca de la Bahía de San Francisco. Algunos de los nombres clave detrás de esta iniciativa son Reid Hoffman, fundador de LinkedIn y capitalista de riesgo o Laurene Poweell Jobs, la viuda de Steve Jobs y fundadora de Emerson Collective, entre otros patrocinadores e inversores de relevancia empresarial y económica.
El proyecto, conocido como ‘California Forever’, busca transformar aproximadamente 24.000 hectáreas de terreno agrícola en una ciudad moderna y sostenible para albergar a unos 400.000 residentes. Estos terrenos se encuentran en el condado rural de Solano, a una hora y media de la ciudad de San Francisco.
Los objetivos de ‘California Forever’
Inicialmente, surgieron especulaciones sobre si este misterioso plan estaba relacionado con el gobierno chino o con operaciones cerca de la base aérea Travis. Sin embargo, según informó The New York Times, la realidad resultó ser aún más inesperada. Jan Sramek, un excomerciante que se hizo rico bajo el grupo de inversiones Goldam Sachs, nacido en la República Checa y ahora aspirante a urbanista, lidera esta iniciativa.
Gracias al dinero que han ido aportando los millonarios magnates captados por Sramek, por el momento están invertidos más de 900 millones de dólares. El proyecto ha permanecido en secreto durante años, hasta que recientemente el propio Jan lo presentó con la web de California Forever.
Entre los objetivos principales tras este titánico proyecto se incluyen viviendas accesibles, áreas comerciales, espacios verdes amplios y prioridad a la peatonalizacion, transporte ecológico y vecindarios amplios inspirados en icónicas ciudades norteamericanas. Por otro lado, el texto en la página web trata de calmar a los residentes y garantiza que el proyecto no arruinará la agricultura ni el estilo de vida rural de Solano.
Pero mantener un secretismo que ha rozado las mentiras (inicialmente, la compra de terreno se justificaba para uso ganadero) y algún que otro cruce de demandas por la apropiación de suelo, está complicando que el proyecto despierte simpatías entre la ciudadanía local. El destino de esta distópica ciudad tecnomillonaria se decidirá en noviembre, cuando los votantes del condado de Solano consideren si revocar o no una ley de tres décadas que limita el desarrollo de construcción en nuevas áreas.
