Desde hace unos años se encuentra en España una nueva especie de cucaracha: la Nauphoeta Cinera, también conocida como cucaracha langosta. Aunque desde un primer momento pueda parecer una amenaza, los expertos aconsejan no entrar en pánico y llaman a la calma ya que, según aseguran, estos insectos huyen de los seres humanos.
El departamento de Biología de la Universidad de Oviedo ha estudiado el comportamiento de esta especie, encontrada por primera vez en el verano del año 2022 en Asturias.
"El hallazgo fue un poco fortuito. Los vecinos del barrio El Milán de Oviedo nos avisaron de que había cucarachas y pusimos trampas", explica a 20minutos Omar Sánchez, uno de los investigadores de este estudio dirigido por el profesor e investigador de la Universidad de Oviedo, Andrés Arias.
En ese momento vieron que estaban ante una especie que no tenían controlada en España, así que pusieron trampillas en cubos de basuras, en bidones de esa zona, y detrás del colegio Lorenzo Novo Mier; también en contenedores del puerto de Gijón. "Son pastillas sólidas que tienen un atrayente azucarado, normalmente a base de remolacha, con una superficie pegajosa", concluye Sánchez.
Características de la cucaracha
La cucaracha langosta debe su nombre a la similitud que tiene su pronoto (la parte del tórax situada en la zona superior del insecto) con una pinza de langosta. Su área nativa comprende países como Libia, Egipto y Sudán, pero no fue hasta hace dos años cuando se detectó en la comunidad asturiana, según explican los investigadores de la Universidad de Oviedo.
Mide entre 2 y 3 centímetros y se distingue de otras especies por su color grisáceo, que incluye una tonalidad de manchas negras. Aunque estas cucarachas pueden encontrarse en zonas de exterior, cerca de edificios, en desagües, cubos de basuras o en lugares donde hay humedad, también se suelen mover por zonas de interior, sobre todo en la cocina.
"Van en busca de granos (arroz), frutas y alimentos de origen proteico", ya que les ayuda a producir más huevos, y aparecen cuando no hay humanos, explica Jorge Galván, director de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla).
La tasa de reproducción es una incógnita, pero lo que se conoce hasta ahora es que esta especie, a diferencia del resto de cucarachas que engendran de forma sexual, se reproduce a través de la partenogénesis, es decir, la hembra no necesita al macho para reproducirse. Los ejemplares de esta especie suelen vivir entre 11 y 12 meses y tienen entre 3 y 10 puestas a lo largo de su vida, aunque varía según las condiciones climatológicas. En cada puesta pueden poner un mínimo de 10 huevos y un máximo de 50. Una cucaracha pone huevos después de 60 y 800 días de su nacimiento, pero cada especie tiene períodos diferentes.
Los expertos aseguran que este insecto está presente casi todo el año, pero destaca más en los períodos estacionales de primavera y verano. Sin embargo, debido al cambio climático, su presencia se extiende hasta la temporada de otoño. En la época invernal "no desaparece, sino que baja el nivel de reproducción", concluye Galván.
¿Potencial de plaga?
Los investigadores ratifican que, por el momento, no podemos hablar de plaga, debido a que estos insectos están "bastante localizados". "En Oviedo se han hecho esfuerzos de fumigación, por lo que no podemos llegar a tener una plaga", explica Omar Sánchez.
Sin embargo, el director de Anecpla matiza que puede haber un riesgo "potencial" de plaga debido al método de reproducción que tiene esta cucaracha (partenogénesis, como ya se ha mencionado anteriormente), pero por ahora no "porque se desconoce cuántas hay". Igualmente, aunque por ahora sería raro encontrar esta cucaracha en zonas como Madrid, no se descarta su propagación en un futuro.
¿Cómo combatirlas?
En Oviedo se han hecho fumigaciones contra ratas, lo que podría ayudar, en principio, a la desaparición también de las cucarachas langosta. Aún no se ha creado un plan específico para combatir esta especie, y tampoco se pretende utilizar ningún insecticida concreto para disminuir este insecto, indica Omar Sánchez.
Igualmente, los expertos inciden en que las acciones de los propios ciudadanos son primordiales para evitar la propagación de cucarachas. En primer lugar, es importante una buena higiene para evitar la aparición de estos insectos. "La higiene, tanto en las zonas de interior como en las de exterior, es esencial porque las cucarachas siempre buscan dos cosas: refugio y alimento". Si encuentran una climatología y una humedad adecuada, además de comida, se van a quedar ahí. Por otro lado, también recomiendan vigilar bien las alcantarillas y los desagües.
Rubén Bueno, entomólogo y director técnico de Rentokil Initial España, una empresa dedicada al control de plagas, explica que no han notado "un incremento significativo de llamadas vinculado a estas cucarachas". Igualmente, añade que es importante hacer un "uso racional de los insecticidas" y utilizar estos productos "en dosis adecuadas", para no fomentar fenómenos de resistencia.
Las cucarachas pueden transmitir por contacto físico enfermedades como la cólera o la salmonelosis. Un consejo que indican los expertos es no dejar comida fuera del frigorífico. "Por ejemplo, si te dejas un trozo de pizza por la noche fuera de la nevera, la cucaracha puede pasearse por encima del alimento transportando enfermedades, y al día siguiente, si te comes la pizza, te transmite esas enfermedades", concluye Galván.
Otras especies
En el mundo conviven alrededor de 66 especies de cucarachas, así lo asegura Jorge Galván, director de Anecpla. Las más conocidas son la cucaracha americana (Periplaneta americana), la cucaracha oriental (Blatta orientalis) y la cucaracha alemana (Blattella germanica).
La especie americana es la más grande de todas, llegando a medir hasta 4 centímetros. Además, presenta una tonalidad amarilla en la parte de la cabeza. Este grupo se encuentra, normalmente, en los alcantarillados, al igual que el ejemplar 'oriental', que se caracteriza por ser un poco más pequeña, mide 3 centímetros, y la podemos distinguir por su color marrón oscuro casi negro.
Por último, la cucaracha alemana, llamada rubia por su color marrón claro, es la más pequeña. Mide entre 1 y 1,5 centímetros. Este tipo suele encontrarse en zonas de interior como bares, cafeterías y casas.