Los acusados por Rodea el Congreso del 25 de septiembre de 2012 han denunciado este miércoles en el juicio diversas agresiones y amenazas que sufrieron en el momento de su detención. Además, han negado que tuvieran una actitud violenta contra los agentes de las fuerzas de seguridad.
En la sexta sesión del juicio, en el Juzgado de lo Penal número 20 de Madrid, se han producido los primeros interrogatorios de los acusados, quienes han criticado la actuación de miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Catalogan su actitud de "violencia que no tenía ningún sentido".
Además del interrogatorio a varios acusados, la sesión de este miércoles ha proseguido con el visionado de vídeos e imágenes de los acontecimientos aportados por las partes, que fueron captados por cámaras móviles y fijas. Se han mostrado algunas de las detenciones y momentos de la protesta de 2012, como los enfrentamientos entre agentes y manifestantes durante toda la jornada.
"Recibí golpes sin parar"
Uno de los detenidos ha asegurado que aquella noche recibió "golpes sin parar" por parte de un agente, quien, según su relato, le cogió del cuello, le tiró al suelo y le retorció los brazos hasta que le consiguió inmovilizar. "Me estaban golpeando sin haber cometido un acto violento", ha subrayado en su comparecencia, en la que ha señalado que, en la comisaría, un policía le amenazó diciéndole que le "iba a reventar". Otra de las acusadas ha destacado que un miembro de la UIP se abalanzó sobre ella después de que saliera corriendo al escuchar "os vamos a volar la cabeza".
Según el testimonio de otro de los acusados, su actitud ante su detención fue de resignación, sin oponer resistencia, a pesar de que sintió un par de golpes en la cabeza que le dejaron "mareado perdido", razón por la que tuvo que acudir a un hospital posteriormente. De acuerdo a su declaración, se encontraba "asustadísimo" porque un agente le estaba "machacando", para justo después "empujarle contra una pared", donde se encontraba otro de los manifestantes detenidos.
Niegan que estuvieran organizados
Los detenidos han negado que agredieran a agentes de las fuerzas de seguridad con banderas, palos u otros objetos contundentes. Aseguran que tampoco formaran parte de algún grupo organizado que provocó deliberadamente altercados, en contra de lo que sostuvieron los agentes que testificaron en jornadas anteriores.
Los veintiún acusados por las protestas de Rodea el Congreso se enfrentan a delitos de desórdenes públicos y agresiones a la autoridad. Seis de los investigados han pactado con la Fiscalía aceptar una condena y el pago de multas de hasta 1.320 euros para evitar el ingreso en prisión tras reconocer los hechos. El juicio continuará con el interrogatorio al resto de los acusados y las conclusiones.