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El estado de Ohio está dividido administrativamente en 88 condados y ha sido considerado durante años uno de los 'swing states'. Es decir, es uno de esos estados en los que no dominan ni republicanos ni demócratas con claridad, lo que hace que sus votos electorales no se sepan a quién van hasta el último minuto.

Minnesota no es un estado clave en las elecciones de Estados Unidos 2024, pero tampoco es un territorio que se decante con claridad por un partido en concreto. De hecho, a lo largo de la historia, demócratas y republicanos han empatado en número de victorias.

El estado de Connecticut, situado en la costa este de Estados Unidos, no está considerado un estado clave, pero sus 7 delegados en el Colegio Electoral podrían decantar la balanza en estas reñidas elecciones presidenciales de 2024. Lejos de ser un estado disputado, Connecticut es un bastión demócrata desde hace décadas, algo que podría continuar en estos comicios.

Utah ha participado en 32 elecciones presidenciales de Estados Unidos. Desde 1896, las primeras en las que participó, el Partido Republicano se ha impuesto en 23 ocasiones frente a las ocho del Partido Demócrata, por lo que se considera a este estado como una fortaleza republicana.