La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, redobló este viernes su recién estrenada estrategia de presión contra el PSOE en plena pugna tanto por la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales como por la subida del salario mínimo. Y, en un acto convocado como demostración de fuerza al que acudió acompañada tanto de todos los ministros de Sumar como de toda la plana mayor de la coalición, la vicepresidenta avisó a los socialistas de que, en un momento de retroceso de la izquierda y auge de la ultraderecha en todo el mundo, el Gobierno no puede "vivir de las rentas".
"No se avanza viviendo de las rentas, de lo que ya hemos hecho, sino que se avanza legislando con firmeza, cediendo cuando hay que ceder y siendo firmes cuando hay que serlo", argumentó Díaz en su discurso, en el que aseguró que la ciudadanía está "esperando" a "la internacional de la esperanza" frente "a la internacional del odio". Pero eso no implica "estar en el Gobierno por estar", sino "cambiar la vida de la gente", y para ello es fundamental "reivindicar el cumplimiento del acuerdo" de coalición con el PSOE, pese a que haya "quien no lo entienda", señaló la líder de Sumar en un indisimulado dardo a los socialistas.
"Pacta sunt servanda: los acuerdos se cumplen, porque si no se genera desafección", insistió Díaz en referencia al PSOE, con quien también se mostró crítica por algunas de sus últimas propuestas en materia de vivienda, como el aumento de las exenciones fiscales en el IRPF a los caseros que alquilen sus casas por debajo del precio tasado por el Estado. "No podemos dar regalos fiscales a quienes simplemente cumplen con su obligación", espetó la vicepresidenta, que además se mostró partidaria de "señalar" a las comunidades autónomas gobernadas por el PP que no apliquen el tope de precios del alquiler establecido por la ley de vivienda estatal.
No fue la única crítica que hizo Díaz al PP, contra cuyo líder, Alberto Núñez Feijóo, la vicepresidenta sí cargó de manera expresa por su rechazo a reducir la jornada laboral. "Feijóo no representa los intereses de sus votantes, porque los votantes del PP también quieren la reducción de la jornada, sino de quienes quieren hacernos retroceder", espetó la líder de Sumar, que vaticinó que "el político que se coloque frente a esta medida va a tener graves problemas" porque "decirle a la gente que estás en contra va contra el sentido común de la gente trabajadora" y también "contra las empresas" y la buena marcha de la economía.
En la misma línea, Díaz retrató a la CEOE como la segunda parte de esta alianza de la derecha. "La patronal lleva un año sin estar a la altura de su país, aunque somos la economía de la OCDE que más crece y de que las empresas tiene unos márgenes empresariales por encima del 20,5%, se están forrando", espetó la vicepresidenta, muy molesta con los empresarios por no haber querido apoyar el acuerdo para la reducción de la jornada. "Han pasado de querer evitar que avancemos a querer que retrocedamos" y "defienden el modelo de que nuestros nietos trabajen como trabajaban nuestros abuelos", pero "no estamos aquí para eso", zanjó.