La Policía Nacional ha detenido este martes a Kike Salas, central del Sevilla, por presuntamente forzar tarjetas amarillas en el tramo final de la pasada temporada para que personas de su círculo ganasen apuestas deportivas, por lo que está siendo investigado por un delito de estafa. Además, dos amigos del jugador también han sido detenidos y varias personas de su entorno están siendo investigadas.
La entidad hispalense, por su parte, ha asegurado que respetará "la presunción de inocencia" del futbolista, y esperará a "recabar toda la información antes de tomar ninguna decisión" al respecto.
Una vez completado el entrenamiento junto al resto del grupo este 14 de enero, Salas fue acompañado por agentes policiales desde la Ciudad Deportiva del Sevilla hasta la comisaría de Morón de la Frontera (Sevilla), su localidad natal, para que prestase declaración por estos hechos que investiga un juzgado de este municipio.
En la comisaría de Morón, el internacional español sub-21 se acogió a su derecho constitucional a no declarar, aunque la Policía Nacional, antes de decidir que quedase en libertad, clonó su teléfono móvil para poder comprobar las comunicaciones del canterano hispalenese con amigos y personas de su entorno que se habrían beneficiado de este supuesto caso de apuestas amañadas.
También se requirió a dos amigos de Kike Salas, igualmente detenidos, que pusieran sus móviles a disposición de los agentes encargados de la investigación, un caso que dirige un juzgado de esta localidad sevillana y en el que LaLiga ha solicitado su personación como acusación particular.
Los investigadores sospechan que amigos y familiares del futbolista habrían participado en unas 30 apuestas amañadas en seis establecimientos de Morón de la Frontera (Sevilla) y habrían obtenido ganancias de unos 10.000 euros en un mes.
El jugador habría provocado recibir estas tarjetas amarillas durante los partidos disputados entre las jornadas 31 y 38 de liga la temporada pasada, mientras que las apuestas se habrían dado en cinco de estos encuentros, en los que el club hispalense no tenía posibilidad de obtener título alguno, según los indicios recabados por la Policía.
Salas terminó el curso 2023/2024 con un un total de 10 tarjetas amarillas, recibiendo siete en las últimas nueve jornadas, lo que le convirtió en el futbolista más amonestado de dicho periodo. Además, la mayoría de las amonestaciones que recibió el futbolista tuvieron lugar en los momentos finales de los partidos que se encontraba disputando.
Junto al futbolista, agentes del CENPIDA (Centro Nacional Policial por la Integridad en el Deporte y las Apuestas), adscrito a una unidad de la UDEV, han detenido a dos amigos.
Kike Salas renovó su contrato con el Sevilla el pasado mes de diciembre hasta junio de 2029. Además, está siendo uno de los jugadores más destacados del equipo hispalense de esta temporada, aunque en los últimos tiempos se le ha relacionado con la Lazio, club que estaría interesado en su fichaje.
Por el momento, la entidad sevillana no se ha pronunciado al respecto sobre la investigación que afecta a su jugador, mientras que LaLiga va a solicitar la personación como acusación en el proceso. Además, recuerdan que todos los jugadores tienen la obligación de acudir a los talleres de integridad que imparte la propia Liga y donde dejan claro lo que se puede y no hacer.