Vladímir Putin, el presidente de Rusia, firmó este lunes un decreto que aplaza indefinidamente los Juegos Mundiales de la Amistad, su alternativa a los Juegos Olímpicos, en los que los deportistas rusos y bielorrusos no pueden participar bajo la bandera de sus respectivos países. La propuesta no se llevaría a cabo mientras los atletas y las asociaciones deportivas no tengan libre acceso a las competiciones internacionales.
Rusia, aislada deportivamente a nivel internacional por el conflicto bélico con Ucrania, había planeado inicialmente los Juegos para septiembre en Moscú y Ekaterimburgo, con el objetivo de que compitieran aquellos atletas rusos que no pudieron hacerlo en los Juegos Olímpicos de París 2024. Putin ya había firmado un decreto para su celebración, con el pretexto de promover "nuevos formatos de cooperación deportiva internacional".
El mandatario ruso explicó este lunes que los Juegos Mundiales de la Amistad solo se celebrarán cuando todos los deportistas y federaciones rusos tengan libre acceso a las competiciones internacionales. Sin embargo, desde varios medios, se apunta a la falta de financiación como principal razón para la paralización del proyecto.
El Comité Olímpico Internacional (COI) criticó la celebración de esta alternativa de Rusia al evento olímpico, pidiendo a sus federaciones miembros que no participen. En París 2024, apenas una docena de deportistas rusos pudieron competir, y de los cinco metales conseguidos por el conjunto de Atletas Individuales Neutrales, solo una cayó del lado de Rusia: una plata en tenis femenino por parejas, lograda por Mirra Andreeva y Diana Shnaider.