Sánchez diseña la Ejecutiva del PSOE con la vista puesta en Madrid, Andalucía y Valencia

"Ganar las elecciones autonómicas, municipales y generales" es la prioridad del PSOE en los próximos dos años. Así lo marcó el líder del partido, Pedro Sánchez, para clausurar un 41º Congreso Federal en el que hubo poca renovación, escaso debate ideológico y mucho cierre de filas. El acecho de varios frentes judiciales y las últimas trifulcas internas con la marcha de Juan Lobato eclipsaron el motivo del Congreso, que era diseñar una renovada hoja de ruta y poner caras nuevas en la Ejecutiva. En cambio, los socialistas solo tuvieron tiempo y ganas para alicatarse de cara a las próximas batallas por los liderazgos territoriales. Madrid es de las primeras en dar el pistoletazo de salida a un relevo que, con la salida de Lobato, promete ser una balsa de agua. Será más complicada la batalla en otras federaciones, como la andaluza, que también se pone manos a la obra este lunes, y la valenciana, por lo que Sánchez ya ha movido ficha en su propio núcleo duro.

El podio del mismo permanecerá intacto con María Jesús Montero como número 2 y Santos Cerdán en el tercer puesto. También se mantiene la simbólica Presidencia de Cristina Narbona y la Portavocía que -para sorpresa de muchos- seguirá en manos de Esther Peña. La concejala y vocal del comité organizador del congreso Enma López no ocupará su puesto, que era lo que se especulaba, sino que entrará en la Ejecutiva como cuota madrileña. Así, el PSOE-M contará con cinco representantes en la Dirección socialista: Narbona, López, Hana Jalloul, Borja Cabezón y Javier Ayala. El último nombre es toda una declaración de intenciones por parte de Sánchez, ya que Ayala, alcalde de Fuenlabrada, fue uno de los principales opositores a Juan Lobato, de hecho, su nombre sonó durante meses en las quinielas socialistas para enfrentarse al ex líder por la Secretaría General del partido.

Sánchez quería desde hace tiempo el cambio de Juan Lobato al frente de la federación madrileña, más después de los resultados de las elecciones europeas del verano pasado, que reflejaban que el PSOE-M era el que sumaba más diferencial de voto con el PP. Así lo expuso el presidente tras conocer los resultados, lo que bastó para que el pulso entre Ferraz y Lobato se convirtiese en una guerra abierta que ha terminado con el liderazgo del partido en manos de una gestora a tan solo una semana de que se presentasen candidaturas para las primarias. Ahora, el nombre que más suena es el del ministro de Transformación Digital, Óscar López, que aseguró durante el Congreso Federal del PSOE que a partir de este lunes empezaría a hablar del PSOE-M. Fuentes de su entorno aseguran que López estaría preparado para tomar las riendas de este federación, que conoce bastante bien tras su papel como jefe de Gabinete de Pedro Sánchez.

El anfitrión del cónclave socialista y líder de la federación andaluza, Juan Espadas, saldrá de un Congreso para meterse en otro a partir de este lunes. Eso sí, su liderazgo está todavía en el aire y ni un fin de semana entero acogiendo a toda la cúpula en Sevilla ha bastado para aportar un poco de luz. Ni Pedro Sánchez le ha dado un gran protagonismo o un mínimo espaldarazo en sus discursos ni ha diseñado su Ejecutiva de una forma que clarifique el futuro del PSOE-A. Siguen María Jesús Montero, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Francisco Salar y Juan Francisco Serrano, todos cercanos a Sánchez. Y los nuevos son Anabel Mateos y Jorge Gallardo, que tampoco se consideran del sector de Espadas. Por ello, los próximos días serán clave para conocer qué sucederá finalmente con el PSOE-A, al que Sánchez también dio un tirón de orejas tras sus resultados en las elecciones europeas.

Sánchez ha sido más explícito con el PSPV. Tras semanas de elogios a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, por su gestión de la DANA, el líder del PSOE la ha incorporado a su Ejecutiva en sustitución de la ministra Ana Redondo, que se ha quedado fuera después de un Congreso Federal monopolizado por las feministas del sector de Carmen Calvo. De esta forma, son cuatro los dirigentes del PSPV que estarán en las tripas del partido: junto con Bernabé, seguirá Arcadi España, Alejandro Soler y Tana Baños. No estará la ministra Diana Morant, aunque desde el Ejecutivo recuerdan que ya está al frente de la Secretaría General del PSPV.

Desde el entorno de la ministra aseguran que el PSPV está preparado para su congreso y también para dar la batalla en las elecciones autonómicas venideras. Es un territorio que Moncloa confía en poder recuperar después de la crisis de la DANA, que ha puesto al popular Carlos Mazón contra las cuerdas. Tanto Bernabé como Morant han tenido un gran protagonismo en este Congreso Federal, en el que Sánchez ha llamado a cerrar filas y ha pedido que todas las federaciones se pongan las pilas porque lo que quiere -o necesita- es un "partido ganador" que sume escaños de cara a las próximas citas electorales.

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