Al Manchester City se le acumulan los problemas y Pep Guardiola, tal y como mostró en el partido de este martes en el que los celestes empataron a tres contra el Feyenoord tras ir ganando 3-0, empieza a desesperarse.
El técnico español terminó con arañazos en la cabeza que se autoinfligió tras el encuentro, sobre lo que él mismo ironizó tras el encuentro. Un síntoma de su enfado al presenciar un surrealista empate que no hizo más que dejar claro que el City tiene un problema.
Los datos futbolísticos del conjunto de Guardiola llevaban mucho tiempo sin ser tan malos. El equipo acumula cinco partidos consecutivos sin ganar y ayer no consiguió recuperar la confianza.
El City ya sabe lo que es ganar la Champions, ser dominante en la Premier y uno de los favoritos a ganar todos los títulos. No obstante, su imagen esta temporada poco tiene que ver con las pasadas.
Asimismo, el camino que les espera es más bien complicado. En este sentido, este domingo se enfrentarán al Liverpool, líder actual de la premier en Anfield, uno de los equipos que más en forma está. Una oportunidad clave para intentar levantarse, ya que en caso de no ser así, se quedarían a 11 puntos del líder de la competición.
Además, las lesiones han azotado a un City que está haciendo aguas en la defensa, el centro del campo no está tan sólido como antes y Erling Haaland no está teniendo tanto acierto. Kevin De Bruyne, que ya está casi recuperado, no tiene claro su futurocon el mercado de invierno a la vuelta de la esquina. Ruben Dias y Jeremy Doku han reanudado sus entrenamientos, allanando el camino para su regreso a la acción., pero necesitan rodaje. John Stones todavía no está para jugar muchos minutos.
Mientras tanto, Mateo Kovacic se une a Rodri y Oscar Bobb en la lista de ausencias, complicando aún más los problemas de lesiones del City. Además, jugadores como Rodri, clave en el juego del City, se pierden toda la temporada.