La Unión Europea tiene herramientas para ayudar a España ante el caos de la DANA y en Bruselas se ha repetido estos días que solo hay que pedir ese respaldo. Pero todo tiene distintas fases, todas ellas complementarias. El Mecanismo Europeo de Protección Civil sirve para dar apoyo logístico, sobre el terreno, en los primeros estragos de la catástrofe. Después, el Fondo Europeo de Solidaridad se da para la reconstrucción, con soporte económico. El Gobierno todavía no ha recurrido a la primera vía, pero tiene sobre la mesa la opción segunda. Puede ser, por tanto, que las autoridades prioricen las inversiones a posteriori frente a una ayuda inmediata en términos de protección civil.
No es algo raro que esto suceda. "No hay que verlo como un error, simplemente hay países que solicitan el mecanismo y otros que no porque consideran que tienen suficientes efectivos", resumen fuentes comunitarias a 20minutos, reiterando los ejemplos de Austria y Eslovaquia, que no solicitaron el Mecanismo de Protección Civil con las inundaciones de hace unos meses. Hungría sí lo hizo. ¿En España faltan manos para achicar lodo y resolver los daños materiales? Quizá no. Por ejemplo, el país cuenta con la Unidad Militar de Emergencia (UME), una herramienta de la que no disponen como tal otros Estados miembros de la UE. Ahora, es importante el matiz del "todavía". Puede recurrirse al Mecanismo en cualquier momento mientras se desarrollan las labores de limpieza.
No hay que verlo como un error, simplemente hay países que solicitan el mecanismo y otros que no porque creen que tienen efectivos
Ahora, ha pasado una semana desde el paso de la DANA y aunque sí ha habido apoyo de otros países, siguen aumentando los efectivos sobre el terreno por ejemplo desde el Ejército o desde los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Además, según la propia UME esas entradas a las zonas arrasadas tiene que ser escalonada. "No puede ser que la aplicación del Mecanismo suponga más caos", concluyen las fuentes. Por plazos, se sobreentiende que España ya no reclamará a Bruselas esa ayuda en cuanto a la protección civil. Tampoco lo ha hecho a la OTAN, cuando por ejemplo Eslovenia y Turquía tardaron solo dos días en pedir por ejemplo helicóptero en situaciones graves como lluvias torrenciales o el terremoto en el caso otomano.
Es importante también el hecho de que los Estados miembros de la Unión y los países participantes pueden asignar recursos nacionales de respuesta de emergencia a la Reserva Europea de Protección Civil -que es una herramienta distinta al Mecanismo-. No obstante, sirven los datos para entender la relevancia de esa vía, por ejemplo con los recientes terremotos en Turquía. En las tareas de ayuda a través de la UE participaron 12 Estados miembros. Las capacidades eran equipos de búsqueda y rescate urbanos y equipos médicos de emergencia, que se llevaron a Turquía. Además, un Equipo de Apoyo de Asistencia Técnica estuvo acompañado por un Equipo de Protección Civil de la UE que coordinó la respuesta de la UE en el país.
Pero la mirada de España parece estar más en la ayuda económica, que se da a posteriori por ejemplo a través del Fondo de Solidaridad, que no aplica "durante" la catástrofe, sino hacia la reconstrucción y la recuperación de las zonas afectadas. Esa vía permite al bloque comunitario ayudar de forma efectiva a un Estado miembro o a un país candidato a la adhesión en sus esfuerzos por hacer frente a los daños provocados por una catástrofe natural grave o una emergencia grave de salud pública. En este caso la DANA entra en el primer grupo, así que España podría solicitarlo para ayudar la recuperación de las zonas afectadas. Además, el Gobierno de la Comunidad Valenciana ya ha solicitado al Ejecutivo central más de 31.000 millones de euros.
El dinero no llega de manera inmediata
Pero hay que entender que no es una posibilidad inmediata. "No es una opción de urgencia", reafirman desde Bruselas.Este fondo no es una herramienta para dar respuestas rápidas a emergencias o catástrofes naturales específicas. Esta es la función de la Reserva para Ayudas de Emergencia. Se trata, con todo, del principal instrumento de la Unión para apoyar la recuperación de catástrofes naturales y es una expresión de la solidaridad, tal como explican desde Bruselas. Se ha recurrido a él en situaciones como inundaciones, incendios forestales, terremotos, tormentas o sequías.
También es importante relativizar las cantidades. Desde su creación en 2002, ha prestado apoyo en más de 130 ocasiones. Hasta la fecha, veinticuatro Estados miembros (más el Reino Unido) y tres países candidatos (Albania, Montenegro y Serbia) han recibido ayuda del Fondo de Solidaridad, y se han pagado en total más de 8.200 millones de euros. Es una subvención que complementa el gasto público del Estado beneficiario, en este. caso España, y se destina a financiar medidas de emergencia y recuperación esenciales que mitiguen los daños que, en principio, no sean asegurables. Se incluye el restablecimiento inmediato del funcionamiento de las infraestructuras e instalaciones en los sectores de la energía, el agua potable, la eliminación de las aguas residuales, la recolocación en alojamientos, la reconstrucción de escuelas o centros sanitarios, entre otros puntos.
"Este fondo tiene sus plazos", concluyen desde la Comisión Europea. España debe presentar su solicitud en un plazo de doce semanas a partir de la catástrofe (contando desde el día del paso de la DANA). Eso sí, la posibilidad de que los Estados miembros solicitasen el pago de un anticipo, que la Comisión puede decidir concederles siempre y cuando haya suficientes recursos disponibles. El importe máximo del anticipo es el 25% del importe total previsto de la contribución financiera del Fondo de Solidaridad y está limitado a 100 millones de euros. Con todo, será España quien, en caso de solicitarla, audite esta ayuda.