Volodimir Zelenski no quiere que la Unión Europea se olvide de Ucrania y así lo ha hecho saber este jueves en la cumbre del Consejo Europeo, a la que ha asistido como invitado. El presidente ha sido muy claro, con pocas novedades respecto a sus reclamos de los últimos meses: ha pedido a los líderes más armas y apoyo militar. "Solo con unidad en la UE podemos lograr avances, podemos movilizar no solo a los líderes de la Unión sino a otros líderes", apuntó, antes de añadir que la paz duradera no depende solo de Kiev: "Es importante que esto no solo dependa de la voluntad de Rusia sino de la voluntad de nuestros socios y esto permite que el plan sea real", defendió, llamando, por lo pronto, a un respaldo "consistente" por parte de sus aliados occidentales.
Así, el "plan de la victoria" de Zelenski consta de cinco puntos, que puso sobre la mesa de los 27. El primero pasa por mantener fuerte la alianza con la OTAN, la cual incluya una invitación formal para que el país forme parte de la organización. El segundo tiene que ver con el apoyo militar "para presionar a Rusia" sobre el terreno, mientras que el tercero, dice el presidente ucraniano, consiste, directamente en "colocar un paquete de medidas de disuasión en territorio ucraniano para obligar a Rusia a participar en negociaciones de paz reales o permitir la destrucción de sus objetivos militares". El cuarto y el quinto punto son la "protección" de los recursos de Ucrania, de los cuales Moscú "se quiere apoderar" y, ya después de la guerra, "la reconstrucción" del país, para lo que será clave la ayuda económica.
El presidente ucraniano entiende que hay buena acogida por parte de los aliados, pero pide más claridad, aunque sea de manera implícita, porque solo con ese apoyo, dice, los suyos pueden "derrotar" a Rusia. Mientras, aunque el conflicto está congelado a grandes rasgos, Zelenski ve elementos de escalada. En este sentido, avisó en rueda de prensa que la Inteligencia ucraniana da por hecho que hay "soldados norcoreanos" sobre el terreno, al menos en las zonas de Ucrania anexionadas por Moscú. Esto es, para Kiev, "un primer paso para la tercera guerra mundial".
La prioridad ahora para Zelenski, con todo, es que el respaldo militar se intensifique. "Mandar misiles es siempre una señal para los rusos de que paren la guerra y de que podemos enfrentarles y parar la guerra si no lo hacen ellos", aseguró, y tuvo una referencia para el caso de Alemania. "No hemos usado misiles de largo alcance alemanes porque no nos los han dado", resumió el presidente ucraniano ante la prensa, justo después de exponer su hoja de ruta a los líderes de los 27. Si reconoce "señales positivas" para que su Ejército pueda usar armas occidentales en responder a Moscú.
Por otro lado, el presidente ucraniano asume -aunque no maneja una cifra exacta- que hay tropas norcoreanas ayudando al Kremlin. "Esto es algo urgente, lo he hablado con Estados Unidos y los líderes de la UE. Sabemos que Irán manda misiles y drones pero no tropas, aquí vemos un paso más y es un paso hacia una guerra mundial", reiteró. Esto, eso sí, lo ve en realidad como una señal de debilidad de Rusia: "Putin está preocupado por tener que hacer nuevas movilizaciones por eso trata de implicar a otros actores en la guerra".
