Cuatro escenarios de riesgo y una treintena de medidas y recomendaciones. Es la estrategia del Ministerio de Sanidad para contener los picos de contagios de virus respiratorios, ahora que llega una temporada de mayor transmisión y para intentar situaciones como las del invierno pasado, cuando los hospitales y centros de salud acabaron saturados por los casos de gripe y covid. La ministra Mónica García presentará este jueves a las comunidades autónomas un borrador que, en cierta parte, recupera el 'mecanismo semáforo' que se utilizó en la pandemia para impulsar medidas como el uso de las mascarillas en hospitales, supermercados o transporte público, según la situación epidemiológica de cada territorio.
El documento, al que ha tenido acceso 20minutos, marca la gravedad epidemiológica de un territorio en base a una serie de indicadores —como la tasa de incidencia y de hospitalización, el riesgo de transmisión, los ingresos en UCI o la letalidad— y, en función de ellos, va endureciendo las medidas. El objetivo, según indica el borrador que tendrá que ser ratificado posteriormente en el Consejo Interterritorial, es "garantizar la coordinación" entre comunidades, con independencia de que cada gobierno autonómico pueda luego implantar "tantas medidas complementarias como considere adecuadas".
De este modo, Sanidad establece cuatro escenarios de riesgo que se evaluarán semanalmente: el escenario 0, de situación "interepidémica o basal", que se dará cuando los indicadores de transmisibilidad de las infecciones respiratorias agudas sean medios o bajos; el escenario 1, de nivel "bajo o moderado"; el escenario 2 o de "nivel alto"; y el escenario 3, de nivel "muy alto" o "pandémico".
Bajas y teletrabajo
En el escenario 1, el Ministerio de Sanidad recomienda a las personas con síntomas o contagiadas de gripe o covid que minimicen sus interacciones sociales y utilicen mascarilla quirúrgica durante, al menos, cinco días, especialmente si van a estar en contacto con personas vulnerables. También aconseja que teletrabajen, si su puesto de trabajo lo permite, y, en el caso de que no, que eviten el contacto directo con personas vulnerables en el ámbito laboral.
Para los empleados contagiados que trabajan en centros con población vulnerable, como es el caso de las residencias, el Gobierno sugiere reubicarles temporalmente a un área en la que no estén en directo con los pacientes y, de no ser posible, darles de baja durante los primeros cinco días tras el inicio de síntomas y utilizar la mascarilla al volver. En hospitales y centros de salud se recomendará el uso de la mascarilla a todas las personas en aquellas zonas más vulnerables, como las salas de quimioterapia o unidades de trasplantados.
Mascarillas en súpers y teatros
La implementación de las medidas será escalonada, así que en el nivel 1 ya se tendrá que garantizar que se cumplen las recomendaciones del escenario anterior y añadir las nuevas, que en este escenario contemplan la recomendación de las mascarillas para los trabajadores que trabajen cara al público (siempre y cuando interacciones con personas con síntomas compatibles o casos confirmados) y el impulso de medidas de prevención para evitar la aglomeración de empleados en espacios cerrados.
Se recomendará "activamente" a las personas de riesgo, como mayores o pacientes con enfermedades subyacentes, que usen mascarillas en todas sus interacciones sociales fuera del entorno familiar en las que no puedan mantener la distancia de seguridad, como supermercados, transporte público, restaurantes, cines, teatros, salas de concierto, gimnasios, salas de baile o eventos multitudinarios al aire libre. También se recomendará el uso de mascarillas "de forma permanente" a los trabajadores de los centros residenciales, donde se podrán restringir las visitas de cortesía, "siempre valorando la repercusión emocional que pueda tener esto en las personas más vulnerables y minimizando la restricción en estos casos".
En hospitales y centros de salud se indicará el uso de la mascarilla a todo el mundo y se valorará la obligatoriedad en aquellos centros que, "según su situación específica y vulnerabilidad", así se determine. En este escenario también se subraya la utilidad de elaborar planes de continuidad parar garantizar la asistencia sanitaria en momentos de brotes de contagios entre los sanitarios, así como el incremento, si es necesario, de las capacidades de los servicios de urgencias y de UCI.
Ya cuando la transmisión de las enfermedades respiratorias agudas sea considerada muy alta, se reforzará la coordinación entre comunidades autónomas y se podrá llegar a valorar la adopción de "medidas adicionales y excepcionales".