Sumar se apoya en la manifestación por la vivienda para presionar al PSOE y arrastrar a la ministra a un debate en el Congreso

Sumar maniobra para forzar un debate en el Congreso sobre las dificultades que experimentan muchas familias a la hora de acceder a un piso. Aprovechando la manifestación convocada en Madrid el próximo día 13 de octubre, que se celebrará bajo el lema "La vivienda es un derecho, no un negocio", la formación que lidera Yolanda Díaz está presionando al PSOE para que acceda a celebrar un pleno en la Cámara Baja para discutir un asunto que, asegura el partido, es "un clamor" en la calle. Y una de las opciones que baraja Sumar es intentar forzar que dicho debate cuente con la presencia de la ministra del ramo, Isabel Rodríguez, que se encuentra en el centro de la polémica en las últimas semanas.

En el inicio del curso político, Rodríguez ha recibido críticas por parte de los socios de izquierdas del Gobierno por algunas de sus declaraciones en relación a los problemas de acceso a la vivienda. Hace unos días, la ministra pidió "solidaridad" a los caseros para reducir los precios del alquiler. Llovía sobre mojado, puesto que, durante una visita a Málaga en verano, Rodríguez había hecho hincapié en la necesidad de abaratar los pisos argumentando que "si los malagueños no tienen un lugar en el que vivir, ¿quién va a atender a los turistas?" y preguntándose "dónde se van a alojar los camareros que después nos sirven un vino y un espeto".

Estos episodios llevaron a ERC, EH Bildu y BNG a solicitar formalmente hace unos días la comparecencia de la titular de Vivienda ante el pleno del Congreso, que, de aprobarse, podría tener lugar la tercera o la cuarta semana de octubre. Y, este martes, el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, anunció públicamente que su grupo no se opondrá a esta comparecencia, un movimiento inusual porque, en lo relativo a los llamamientos de los grupos parlamentarios a ministros para que acudan a la Cámara Baja, lo más frecuente es que el PSOE y el partido que lidera Yolanda Díaz vayan a una, como socios de coalición de Gobierno que son.

"La emergencia nacional de la vivienda es difícilmente sostenible y, frente a las movilizaciones convocadas para el próximo 13 de octubre, que creemos que van a ser masivas, el Parlamento no puede seguir callado, debe tener una discusión específica sobre la vivienda", argumentó a este respecto Errejón. Además de plantearlo, el portavoz se mostró confiado en que "ese pleno sobre vivienda se va a celebrar". Y, aunque Errejón no quiso ofrecer más detalles, fuentes de Sumar explican que ya han comenzado a hablar con los socialistas y se muestran convencidas de que el PSOE, ante la petición de buena parte de sus socios progresistas y también ante la presión de la calle, se va a ver obligado a ceder.

La comparecencia de Rodríguez que han solicitado ERC, EH Bildu y el BNG puede ser un vehículo para forzar ese debate, aunque no el único, sostuvo Errejón. También cabe la posibilidad de convocar un pleno extraordinario sobre el particular, lo cual dotaría incluso de mayor solemnidad a la sesión. "Nosotros no somos quisquillosos con respecto al formato, lo que queremos es que ese debate se produzca", afirmó el portavoz de Sumar, que insistió en que la situación "no aguanta más y hay que meterle mano sí o sí" y cargó contra la inacción del Ministerio de Vivienda tirando de ironía y afirmando que, ya que "no ha funcionado pedir solidaridad a los caseros", el Gobierno debe "utilizar la ley".

Un contexto favorable

El optimismo de Sumar se debe, según los dirigentes consultados, a que en las últimas semanas las circunstancias se han puesto de cara para que su presión al PSOE fructifique. Las polémicas declaraciones de la ministra Rodríguez, sostienen, han contribuido a poner el foco político y mediático en los problemas de acceso a la vivienda. Pero no es el único factor: también ha ayudado, apuntan, la jugarreta de Junts al Gobierno y a sus habituales socios parlamentarios de hace un par de semanas, cuando los independentistas bloquearon en el último momento el inicio de la tramitación de una iniciativa para regular los alquileres de temporada, un movimiento que fue muy criticado incluso por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), una organización muy próxima a Junts.

Todo ello se une a la constatación de que la vivienda es ya el segundo problema más importante para los ciudadanos que residen en ciudades de más de 400.000 habitantes, según reveló el barómetro del CIS hace una semana. Y, ante ese cóctel, interpreta Sumar, el ala socialista del Gobierno no puede quedarse de brazos cruzados y dejar desprotegido un flanco por el que pueden atacarle tanto sus socios progresistas como el PP.

Los populares, de hecho, han empezado a virar su discurso en las últimas semanas hacia asuntos sociales, e incluso han anunciado que registrarán este mes de octubre una proposición de ley con medidas como reforzar las bonificaciones fiscales a los caseros que devuelvan viviendas vacías al mercado del alquiler o suprimir el impuesto de donaciones cuando estas se realicen entre familiares. Ese modelo es, obviamente, "contrapuesto" al de Sumar, señaló Errejón este martes. Pero el hecho de que el PP haya puesto el foco sobre la vivienda por encima de asuntos como la amnistía o Venezuela revela, a juicio del portavoz, una "victoria ideológica" de los progresistas que ahora el Gobierno debe aprovechar para poner en marcha medidas.

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