Septiembre certifica el frenazo en el empleo: se crearon 8.800 puestos de trabajo, el peor dato en cinco años para este mes

La economía española no está siendo capaz de mantener el fuerte ritmo de crecimiento en el empleo que se vio en la primera mitad del año. En los primeros meses de verano se observaron indicios de ralentización en el mercado laboral y las cifras de septiembre han venido a confirmarlo. El mes pasado la Seguridad Social sumó 8.804 afiliados, según los datos hechos públicos este miércoles por el departamento que dirige la ministra Elma Saiz.Se trata del peor dato de los últimos cinco años y el segundo más bajo de la década para este mes.

El número de afiliados asciende a 21.198.206, eso sí, todavía 473.410 más que los que se veían a estas alturas del año pasado. Aunque el crecimiento en el empleo se ha moderado, esto no quiere decir que haya desaparecido. Nada más lejos de la realidad. Si se observa el dato de septiembre, corregido estadísticamente de los factores propios de esta época del año, el empleo habría avanzado en 22.000 afiliados. La mitad de los asalariados españoles ganan 1.865 euros brutos al mes o menos

La clave ahora pasa por ver si esta ralentización se mantiene o profundiza en los próximos meses o si la afiliación vuelve a recuperar vigor. No sería la primera vez que el empleo se ralentiza y después vuelve a tomar vigor. Ya sucedió en la segunda mitad del año pasado y posteriormente el mercado laboral volvió a coger vuelo. No obstante, la debilidad de la economía europea o las perspectivas de ralentización para el turismo extranjero no son especialmente halagüeñas. En todo caso, los analistas coinciden en que el empleo seguirá creciendo durante el resto del año y el siguiente.

En lo que respecta al paro registrado, las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) contabilizaron 3.164 desempleados más que el mes anterior. No obstante, el total de inscritos se situó en 2.575.285 personas, el mínimo para este mes en los últimos 17 años. El paro registrado lleva varios meses moviéndose en mínimos sin precedentes desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

Fijos discontinuos y campaña de verano

Septiembre estuvo marcado en lo laboral por la recuperación en el empleo en educación, sector que incorporó a 52.600 puestos de trabajo en un mes en el que vuelve la actividad a los colegios. El incremento está muy condicionado por la importante presencia de trabajadores con contrato fijo discontinuo que vuelven a su actividad tras el parón de los meses de verano.

Lo mismo ocurre con los trabajadores de los servicios administrativos, donde el empleo creció en 24.000 personas gracias, casi en exclusiva, a la reanudación en la actividad de los fijos discontinuos. El tercer sector donde más empleo se creó fue la agricultura, que incorporó 18.260 puestos de trabajo, fundamentalmente gracias al inicio de la campaña de la vendimia.

La otra cara de septiembre es el final de la campaña turística veraniega, que viene acompañada de la destrucción de decenas de miles de empleos. En este sentido, el comercio perdió 43.380 afiliados el mes pasado, mientras que la hostelería dejó de contar con 32.943 puestos de trabajo. Un fenómeno típico de la economía española que se repite año tras año.

A este fenómeno se suma la destrucción de los contratos temporales que se firman en el sector público para reforzar los servicios en verano, una época en la que buena parte del personal fijo está de vacaciones. El ejemplo de la sanidad es llamativo. Esta actividad perdió 13.700 empleos en un mes en el que se dieron de baja 28.000 afiliados con contrato temporal.

Septiembre es, además, uno de los periodos en los que es más acusado el efecto de destrucción en el empleo el último día del mes. Solo el 30 de septiembre se dieron de baja de la Seguridad Social 175.559 afiliados, el segundo peor dato para un solo día en todo lo que llevamos de 2024.

Mujeres y extranjeros tiran del carro

Como viene siendo habitual en los años posteriores a la pandemia, el crecimiento del empleo tiene dos claros protagonistas: los trabajadores extranjeros y las mujeres. Estos dos colectivos fueron, con notable diferencia, los principales impulsores de la afiliación en septiembre. El empleo migrante creció en septiembre en 13.457 puestos de trabajo, frente a una reducción de 4.743 en el número de afiliados a la Seguridad Social entre los españoles.

El análisis por género es todavía más llamativo. Mientras que en septiembre se crearon 49.454 puestos de trabajo ocupados por mujeres, el empleo masculino se redujo en 53.294 afiliados (sin tener en cuenta el sistema especial agrario y del hogar y los regímenes del mar y el carbón). La razón que explica esta gran disparidad es que las mujeres son mayoría en los dos sectores donde más empleo se crea (educación y actividades administrativas y servicios auxiliares).

No obstante, hay otro factor muy llamativo y es que la destrucción en el empleo en hostelería la han protagonizado los hombres casi en exclusiva. El número de afiliadas en este sector creció en 5.371 mujeres en septiembre, mientras que en el caso de los hombres se redujo en 38.314.

En el ámbito territorial, las provincias que más aportaron al crecimiento de empleo fueron las grandes capitales del país. Barcelona (40.981 afiliados más) y Madrid (33.741) fueron líderes en el aumento en la afiliación a la Seguridad Social. Sevilla (con 11.900 empleos más) y Valencia (8.027) completan el cuarteto de regiones con más empleo. Por contra, zonas muy afectadas por el fin de la temporada alta estival como Baleares o Cádiz fueron las que más afiliación perdieron.

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