La desolación continúa a una semana de la peor DANA del siglo, que se ensañó especialmente con Valencia y que ha dejado hasta el momento 215 muertos, entre esa provincia y las de Cuenca, Albacete y Málaga. Siete días después, los equipos de emergencia siguen buscando a los desaparecidos -cuya cifra oficial se desconoce- y los enfrentamientos entre las distintas administraciones del Estado no han cesado. Al mismo tiempo, la población exige respuestas a la Generalitat, al Gobierno central e incluso a los reyes, Felipe VI y Letizia, que fueron increpados el fin de semana en Paiporta por los valencianos. Por su parte, desde la Unidad Militar de Emergencias (UME) han afirmado que actuaron tras recibir autorización y en el menor tiempo posible.
El martes por la mañana la población desconocía las tremendas consecuencias que iban a dejar las inundaciones que causarían las intensas lluvias que ya pronosticaba la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Para el momento en que la alerta de Protección Civil llegó a los móviles de los residentes de Valencia -a las 20.00 horas-, el río Magro y otros afluentes ya se habían desbordado y el agua arrasaba con todo lo que se encontraba a su paso. Los vecinos vieron con terror cómo los torrentes que llegaban por sorpresa causaban destrozos y se llevaban coches y personas que, en algunos casos, todavía no han aparecido. Esa noche se informó de la desaparición de siete vecinos y a última hora el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, confirmó el hallazgo de los primeros cuerpos.
Tras esa primera declaración de Mazón, la cifra de muertos aumentó drásticamente. A medida que los servicios de emergencias se abrían paso entre los escombros y el barro, comenzaban a aparecer los cadáveres. Algunos han sido encontrados incluso en playas a varios kilómetros del epicentro de la tragedia. Frente al incesante incremento inicial, desde hace unos días la cifra de fallecidos permanece 'estancada', lo que, según la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, se debe a que no se han hallado más muertos en la superficie. Los trabajos se centran ahora en intentar entrar en zonas como garajes y parkings, de muy difícil acceso al estar completamente anegadas. Por su parte, Cruz Roja ha informado que unas 3.200 personas permanecen en sus albergues.
Lo sucedido en Valencia ha conmovido a España y ha generado a lo largo de esta semana una gran ola de solidaridad. Los ciudadanos se han movilizado para ayudar a los más necesitados. Sin embargo, al mismo tiempo crecía la indignación de la población hacia las autoridades autonómicas y centrales, a quienes se les criticaba no haber alertado antes y no haber mandado más personal para ayudar a los que todavía permanecían atrapados, incomunicados, sin electricidad o sin agua. De hecho, la organización Iustita Europa ha presentado dos querellas ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y contra Mazón por "omisión de socorro".
La desesperación y la ira de los valencianos se notaron especialmente este domingo, durante la visita de los reyes, de Sánchez y de Mazón a la localidad de Paiporta, de las más afectadas por la DANA. Mientras estaban en el municipio, numerosos ciudadanos comenzaron a increparlos al grito de "fuera" o de "asesinos". Incluso les lanzaron barro y otros objetos, motivo por el cual el presidente del Gobierno fue evacuado. Los ciudadanos lo golpearon con una pala y después lanzaron piedras a su coche.
Los reyes, sin embargo, decidieron quedarse y hablar con los afectados. Los monarcas escucharon sus dramáticas historias e intentaron lanzarles un mensaje de tranquilidad. Después, ya desde el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) de la Comunidad Valenciana, el jefe del Estado mostraba su comprensión por el "enfado" y la "frustración" que les habían trasladado. "Hay que entender el enfado y la frustración de muchas personas por lo mal que lo han pasado, por la dificultad de comprender cómo funcionan los mecanismos y la esperatividad de atender la emergencia", señaló.
El teniente general de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, defendió este lunes la actuación de las fuerzas armadas, que ya ascienden a un total de 7.800 efectivos en el terreno. "En cuanto nos dieron la luz verde, mis soldados tardaron en salir 15 minutos", explicó el máximo responsable de la UME, que añadió que sus efectivos estuvieron "entre los pocos" que pudieron llegar esa misma tarde. "Actuamos inicialmente con 250 militares, de los que consiguieron llegar 100 por razones meteorológicas. Llegar con 7.800 hubiera sido imposible", resaltó, al tiempo que pidió paciencia y que resaltó que "el peor enemigo de una emergencia es la improvisación".
Enfrentamientos políticos
Esas declaraciones venían a responder al presidente valenciano, quien había expresado horas antes que pidió que se activara la UME a las 15.21 horas del martes y que reclamó "toda la ayuda posible". Asimismo, en una entrevista concedida a la cadena COPE, declaró que una vez que se realiza dicha solicitud, son los mandos militares los que detectan si es necesario enviar más refuerzos. Mazón afirmó, además, que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) -dependiente del Ministerio de Transición Ecológica- desactivó el martes en tres ocasiones la alerta hidrológica. La CHJ tampoco no tardó en desmentir estas palabras y aclaró que las confederaciones hidrográficas solo aportan datos de pluviometría y del nivel de los cauces, pero no mandan alertas.
Las acusaciones entre las distintas administraciones e instituciones del Estado vienen desde hace días. El primer choque entre el Gobierno y el PP se produjo la semana pasada, cuando comenzó el debate por cómo y cuándo se mandaron los avisos a la población. El Ejecutivo afirmó que la Aemet alertó de la DANA el 24 de octubre, cinco días antes, y que activó la alerta roja el mismo 29 a las 7.30 horas. Por su parte, la Generalitat indicó que mandó la primera comunicación al respecto el 27 y que se declaró la alerta roja el lunes por la tarde. Desde el PP también afirmaron que tanto Mazón como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, actuaron de la misma manera ante la tragedia.
Otro de los puntos de debate de los últimos días ha sido sobre la cifra de militares desplazados a las zonas afectadas. Al anunciar el sábado el envío de más militares a la zona, Sánchez "celebró" que Mazón decidiera elevar su petición de 500 a 5.000 efectivos y le dijo al presidente de la Generalitat que le pidiera más recursos si los necesitaba. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no tardó en reaccionar a dichas declaraciones y afirmó que "en una emergencia nacional, ningún Gobierno espera [a que le pidan ayuda] sino que actúa". De hecho, Feijoó pidió este lunes al Gobierno que asuma el mando de la gestión de la tragedia. "Para una declaración de emergencia nacional, tiene nuestro apoyo", afirmó ante los medios. El Gobierno, no obstante, ha rechazado apartar a Mazón porque aboga por "la cooperación entre Administraciones", ha dicho el ministro de Presidencia, Félix Bolaños.
En este contexto, el Consejo de Ministros aprobará este martes la declaración de zona gravemente afectada por la DANA para las áreas azotadas por la misma, una medida con la que se pretenden otorgar ayudas económicas a las víctimas de la catástrofe natural. También se aprobará una Comisión Interministeral, que impulsará la reconstrucción y el relanzamiento económico de las zonas afectadas. Según las estimaciones del fabricante y operador de microsatélites ICEYE, las inundaciones han afectado 2.600 edificios y 534 kilómetros cuadrados en España, con la provincia de Valencia como la más damnificada.