Moncloa busca fórmulas para la financiación catalana que no levanten asperezas en sus otros socios del Congreso

Moncloa se abre a negociar la financiación "singular" para Cataluña que pide ERC para apoyar la investidura de Salvador Illa, aunque advierte de que la fórmula tiene que ser "viable" con el apoyo de sus otros socios en el Congreso de los Diputados. "No nos podemos comprometer por otros grupos", advierten desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Los socialistas no quieren descartar ninguna vía de las que plantean los republicanos, aunque reconocen que siguen sin estar de acuerdo con un "cupo catalán" como el que ya hay en el País Vasco y en Navarra.

Las delegaciones PSC y ERC comenzaron este martes las negociaciones para la posible investidura de Illa como próximo presidente de la Generalitat. Los republicanos piden tener "la llave de la caja" a través de una soberanía fiscal, mientras que el Gobierno se abre a una financiación "singular" para Cataluña, aunque advierte de sus limitaciones parlamentarias. Y es que hay formaciones dentro de Sumar, como Compromís o la Chunta Aragonesista, que rechazan esta vía de financiación si el PSOE no resuelve los problemas de la Comunidad Valenciana, de Aragón y de otros territorios que también tienen problemas de infrafinanciación.

Además, el PSOE también se enfrenta a las discrepancias en sus federaciones autonómicas. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, fue de los más críticos al asegurar que no pagará "la fiesta" a los independentistas. También el PSOE extremeño advirtió de que no admitiría "chantajes" y plasmó su rechazo frontal a medidas como el 'cupo catalán'; los socialistas asturianos señalaron que la negociación tiene que ser multilateral; mientras que en Andalucía, su secretario general, Juan Espadas -quien también es portavoz del PSOE en el Senado-, advirtió de que el sistema de financiación actual es "injusto" con su comunidad y pidió abordar sus "singularidades" como las de Cataluña.

En el Ejecutivo, que asegura que no ha hablado con ningún barón, son conscientes de que la negociación requiere de "mucha paciencia" y que los republicanos no les asegurarán nada, aunque reconocen cierto "optimismo". Todo ello sin olvidar que van a contrarreloj ya que la fecha límite para la primera investidura en el Parlament es el 25 de junio y, si no hay acuerdo, tendrían lograrlo antes del 25 de agosto para evitar una repetición electoral. El presidente de la Cámara catalana, Josep Rull, comenzó este martes con la ronda de contactos para la investidura, en la que Illa descarta presentarse en el primer debate y pide tiempo para armar una mayoría.

En Moncloa hay "confianza" en la capacidad negociadora del candidato del PSC y recalcan su autonomía para liderar las conversaciones con los republicanos. Eso sí, reconocen que hay plena coordinación con el Gobierno ya que su "capacidad" para satisfacer las demandas de ERC depende del "alcance" de lo que pidan, ya que si es necesario aprobar una ley ya no dependerá exclusivamente del Ejecutivo, sino de los apoyos que logre en el Congreso de los Diputados.

Despliegue del Consorcio Tributario de Cataluña

La vía por la que han comenzado las negociaciones es el despliegue del Consorcio Tributario de Cataluña, lo que permitiría compartir la administración tributaria de Cataluña. Se trata de un ente que ya está previsto en el artículo 204.2 del Estatuto de Autonomía de Cataluña y que ya pasó el filtro del Tribunal Constitucional. Con el desarrollo del mismo, ambas Administraciones podrían participar de forma paritaria en la gestión, recaudación, liquidación e inspección de impuestos recaudados en Cataluña.

Illa ya puso sobre la mesa las "potencialidades" que ofrece el Estatut en relación a la financiación, aludiendo al consorcio tributario Generalitat-Estado para recaudar todos los impuestos. También reiteró que está dispuesto a acordar una propuesta de financiación que atienda a las "singularidades" de Cataluña sin que esto suponga un "privilegio".

Se trata de una vía que aprueba Moncloa como una fórmula para atender las "singularidades" de Cataluña a través de un modelo que respete la "igualdad", la Constitución y Estatuto de Autonomía de Cataluña.

Desde el Gobierno quieren ser "cautos" y no "ahuyentar" a los republicanos descartando medidas como el 'cupo catalán', pero subrayan que las negociaciones se tienen que dar en términos "viables". Con todo, son conscientes de que ERC pedirá un referéndum entre otras medidas para negociar la investidura de Illa ya que la situación no es fácil con los de Carles Puigdemont, pero el Gobierno insiste en que no puede comprometer sus apoyos en el Congreso.

Con todo, creen que todo apunta a una investidura de Salvador Illa, ya que a ningún grupo le interesa una repetición electoral excepto a Junts. Hasta el momento, en Moncloa tenía más fuerza la tesis de que a los de Carles Puigdemont no les interesaba volver a las urnas, pero según avanzan las negociaciones parece que crece la desconfianza en este sentido. "Puigdemont quiere marcar territorio y que todo pase por él", señalan fuentes gubernamentales, que reconocen que la presión de los de Puigdemont con la financiación afecta tanto a ERC como a ellos.

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