Arabia Saudí continúa con las obras de su megaciudad The Line. La primera fase de este proyecto faraónico podría estar terminada en 2030, sin embargo, esta fecha corre peligro porque, a mediados de abril, salió a la luz que dicha construcción sufrió un recorte de presupuesto al rebajar determinadas previsiones –como los ciudadanos que habitarán la ciudad y los kilómetros prometidos del proyecto–.
A esta mala noticia se le suma la decisión de no instalar una planta desalinizadora, que prometía abastecer el 30% de las necesidades de agua previstas, y el sorprendente consumo de una quinta parte de todo el acero disponible en el mundo. No obstante, pese a estos dos inconvenientes, Arabia Saudí sigue apostando por su megaproyecto, debido a que ya hay gente viviendo en The Line, incluso el país ha sacado a la luz la primera imagen de la isla Sindalah.
Dicha isla, diseñada por el estudio Luca Dini Design, está ubicada a cinco kilómetros de la costa de Neom, tiene una dimensión de 840.000 metros cuadrados y cuenta con un puerto de 86 atracaderos, hoteles de lujo, restaurantes, tiendas minoristas, servicios de gestión de yates y clubs de golf, náuticos y de playa.
Los visitantes de la isla, descrita por el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman como el "futuro de los viajes de lujo", pueden elegir entre 440 habitaciones, 88 villas y más de 200 apartamentos con servicios. Además, ofrece el primer vistazo de lo que depara el futuro para "la amplia cartera de destinos y desarrollos" que plantea Neom, teniendo en que se espera que Sindalah reciba 2.400 visitantes diarios en 2028.
Por otro lado, el director ejecutivo de Neom, Nadhmi Al-Nasr, afirma para la revista Dezeen que "Neom se compromete a apoyar la nueva era del turismo de lujo con la apertura de Sindalah", agregando que "la realización de este destino emblemático, la puerta de entrada al Mar Rojo, se debe al liderazgo visionario de Su Alteza Real Mohammed bin Salman y a Saudi Vision 2030".
Esta megaciudad tiene un coste muy elevado
El Fondo de Inversión Pública (PIF, por sus siglas en inglés) se encarga de financiar la megaciudad de Arabia Saudí. En un principio, el coste oficial para construir Neom eran 500.000 millones de dólares, pero los analistas consideran que la construcción completa cuesta más de dos billones de dólares.