Cuando llega el momento de hacerse cargo de una persona mayor, las prioridades cambian. También en lo relacionado con los teléfonos. Lo importante vuelven a ser las llamadas y ante todo se buscan la sencillez y la facilidad para estar conectados. El móvil Maximiliana ofrece esa tranquilidad y esa seguridad con el valioso añadido de que el cuidado por los detalles en la adaptación al uso requerido resalta lo pensado que está tanto para los mayores como para sus familiares. Un cauce en el que además asoma, con fuerza, la calidez.
Para los mayores suelen elegirse smartphones económicos que cumplen para lo fundamental o dispositivos específicos con teclado físico, botones de tamaño XL, pantallas con información clara, concisa y legible y algunas funciones de seguridad, móviles que en buena medida se rigen por los elementos básicos de antes. Maximiliana se distingue en este terreno por la minuciosa y completa aplicación de control a disposición del familiar y por la adaptación plena del software del móvil del anciano a las necesidades de este.
Como ha comprobado 20bits en su review, en esta doble diferenciación se notan el mimo y el cariño detrás, el mencionado calor humano. Un factor que cobra su sentido cuando se sabe que Jorge Terreu, el ingeniero informático detrás de Maximiliana, se inspiró en su abuela, tanto que incluso lleva su nombre. Terreu ideó un prototipo de móvil para que ella se apañara y no se agobiara y se lo regaló. Un gesto que a su vez motivó el surgimiento de una startup.
Maximiliana, empresa radicada en Zaragoza, surgió en la recta final de 2020 y en la actualidad cuenta con casi 12.000 usuarios de la app de control (pueden usarla varios familiares) y con 3.000 usuarios del propio dispositivo adaptado. Un crecimiento que seguro hace feliz a la verdadera Maximiliana, quien acaba de cumplir 93 años.
Al contratar los servicios Maximiliana, que implican el pago de una cuota fija mensual, se recibe el móvil para el mayor, que viene con la SIM (si se elige esa opción) y se acompaña de una funda protectora, en verde, el color corporativo, y personalizada con el nombre del mayor; un protector de pantalla (ya colocado), una cuerda de seguridad (para que la persona dependiente no lo pierda) y una base de carga con imán para que sea mucho más sencillo encajar el dispositivo. En paralelo, el familiar se descarga y emplea la aplicación de control.
El móvil que usa el mayor es un Xiaomi, marca que, explica Terreu, ejerce de partner tecnológico de Maximiliana en lo que respecta al hardware. La startup quería un dispositivo de base Android para desplegar su software, y el modelo adaptado para las características Maximiliana es el Redmi 9A, smartphone de gama de entrada veterano y modesto (configuración de 2 GB + 32 GB, procesador MediaTek Helio G25) pero más que suficiente para estos casos.
En lo relevante para esta coyuntura se caracteriza por una pantalla HD+ de 6,53 pulgadas y por una batería de 5.000 mAh, la capacidad más extendida en el mercado, que por el uso básico que se le da aguanta entre 2 y 3 días sin problema. En el conector aparece colocado el imán para la base de carga. Incorpora una cámara trasera (13 MP) y pesa 198 gramos.
No plasmar hardware propio constituye un hándicap que no obstante Maximiliana subsana y suple con la diferenciación que aporta el software. A pesar de su condición Redmi, el teléfono Maximiliana no opera con MIUI, sino con Maximiliana OS. Al encenderlo aparece el logo de Redmi y sistema operativo de desarrollo propio tarda un poco en cargar, si bien pasado ese trance inicial funciona de manera más que satisfactoria.
La pantalla del móvil Maximiliana
El familiar configura desde su app Maximiliana lo que el anciano va a ver y tener a mano en su teléfono. Los contactos aparecen en círculos grandes con el nombre y la foto (o un emoji). Para que llame tiene que pulsar en el contacto, tras lo que verá el mensaje 'Toca para llamar' y al hacerlo, al momento, comenzará la llamada.
Por defecto se aplica la tranquilizadora función (puede modificarse) de que las llamadas realizadas al anciano se descuelgan automáticamente pasados unos segundos (entre 3 y 15 segundos; la configuración predeterminada establece 5 segundos). El cuidador elige en los ajustes si Maximiliana acepta o no todo tipo de llamadas o solo las de los contactos. Las videollamadas también se descuelgan transcurridos esos segundos.
El mayor puede encender la pantalla tocando el botón lateral, dando un doble toque al panel o simplemente cogiendo el móvil (el sistema detecta dicho movimiento para el desbloqueo). En esa línea, si lo agita activa la llamada de emergencia al contacto principal, la cual se lleva a efecto tras una cuenta atrás de diez segundos. El familiar elige cómo de fuerte se debe agitar el teléfono para hacer esta llamada de emergencia (la sensibilidad de movimiento requerida).
La calidez canalizada por Maximiliana tiene una de sus manifestaciones en algo tan sencillo como el saludo personalizado (un buenos días, buenas tardes o buenas noches dependiendo de la hora) que recibe el anciano cuando enciende la pantalla. Si así se decide en la configuración, este saludo queda fijado en la parte superior. Bajo este pueden mostrarse el tiempo y el santo del día, un apunte también muy del gusto de nuestros mayores.
Si se incluye la fecha entre la información facilitada, el saludo desaparece pero se mantiene en grande el nombre. Más arriba se indican la hora y el nivel de batería.
Encima de los contactos se hallan los iconos de las aplicaciones extra que se hayan decidido añadir. Maximiliana contempla el acceso al teclado numérico, la galería fotográfica, la cámara, la agenda de contactos, al buzón de SMS, al navegador web (Google Chrome), al WhatsApp y a YouTube. Las tres últimas apps son más indicadas para mayores que se sepan manejar.
La aplicación de control
Más allá de los ajustes que se desplegarán en el móvil de nuestro ser querido, en la aplicación de control Maximiliana el familiar puede ver la ubicación del dispositivo supervisado, si este tiene batería (y cuánta), si está encendido y si goza de buena conexión a Internet. Incluso detalla el tiempo que hace en la zona donde vive el mayor. La información se actualiza al momento.
Desde esta vía pueden por supuesto realizarse las llamadas y las videollamadas así como mandar mensajes, los cuales aparecerán en la pantalla del móvil receptor y se leerán en voz alta. Las llamadas activan el altavoz, lo que asegura el volumen alto.
El repertorio descrito señala lo pensado que está Maximiliana y su capacidad para quitar preocupaciones al familiar y que el anciano se sienta acompañado y sepa que puede comunicarse con facilidad y que sus hijos, sobrinos o nietos están pendientes.
Los servicios Maximiliana
Si se apuesta por Maximiliana hay dos vías, el pack completo (29,90 euros al mes) o el pack básico (24,90 euros). La diferencia clave entre ambos paquetes reposa en que el primero, el que ha probado 20bits, incluye la tarjeta SIM, llamadas ilimitadas y 17 GB de Internet. La SIM es de la operadora aragonesa Embou, del grupo Más Orange y con cobertura en toda España.
Conviene exponer que el servicio contratado no entraña permanencia obligatoria (bastaría con darse de baja) y que incluye un teléfono de atención al cliente para dudas e incidencias. A su vez, la empresa va introduciendo actualizaciones, mejoras y nuevas funcionalidades.
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