El precio de los alimentos despidió 2024 en su nivel más bajo de inflación en tres años. Justo antes de que el cambio de año trajera consigo la subida del IVA, el encarecimiento de estos productos esenciales en la cesta de la compra aumentó levemente en diciembre hasta terminar 2024 apenas un 1,8% más caros que al cierre de 2023. Así lo reflejan los datos del Índice de precios al consumo (IPC) publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirman el repunte de la inflación general al 2,8% en diciembre debido principalmente al alza de los carburantes.
El ritmo de subida en el precio de los alimentos se aceleró ligeramente en diciembre, después de que en noviembre estos productos registraran una inflación del 1,7%. Aun así, la tendencia global del año apuntala la desaceleración de los precios experimentada a lo largo de 2024, que empezó con un ritmo de encarecimiento del 7,4%. La inflación de los alimentos cedió así casi seis puntos en doce meses, lo que le permitió finalizar el año en su nivel más bajo desde mediados de 2021.
El empuje de otros productos con un peso importante en el consumo como son los carburantes propició en diciembre un alza en la tasa de inflación general de cuatro décimas con respecto al 2,4% anotado en noviembre. De este modo, el IPC general terminó el año un 2,8% por encima de como lo hicieran en 2023. Aun así, se trata del nivel de inflación más bajo al cierre de año desde la pandemia.
Pese al repunte en los precios registrado en diciembre, las previsiones coinciden en que la inflación volverá a contenerse a lo largo de 2025 hasta situarse en el entorno del 2%. El Banco de España estima que en el año que acaba de comenzar los precios del consumo subirán un 2,1%, una cifra muy cercana al 2% que el Banco Central Europeo (BCE) persigue como objetivo deseable.
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