HONOR ha lanzado esta semana su nueva familia Magic7 Series en un evento en Bled (Eslovenia) al que hemos asistido desde 20bits. La firma ha presentado tres móviles: el HONOR Magic7 Pro, el HONOR Magic7 Lite y el HONOR Magic7 RSR Porsche Design.
Durante las últimas semanas he podido probar el buque insignia de la marca, una experiencia que he rematado testeando el dispositivo en las frías montañas eslovenas en condiciones de temperatura más extrema de lo habitual, una oportunidad para analizar también su resistencia —que suele ser un reclamo y que he comprado que cumple con las promesas—. El HONOR Magic7 Pro es un smartphone que destaca especialmente por su diseño mejorado, sus avanzadas funciones de inteligencia artificial y su oferta fotográfica, uno de los puntos fuertes de la compañía china.
El HONOR Magic7 Pro está disponible desde el pasado miércoles en el mercado global y en España tiene un precio de 1.299 euros, aunque la firma tiene oferta de lanzamiento hasta el 31 de enero.
Te cuento mis impresiones sobre el dispositivo en este análisis.
Un diseño suavizado y con elementos más sutiles
Tenemos un móvil que bebe de la generación anterior y que recuerda mucho en su diseño a ese Magic6 Pro.
Lo que más destaca, como ya es habitual en muchos smartphones, especialmente en los que vienen de China, es su módulo de cámaras redondo. En el caso de esta familia, HONOR apuesta por darle un toque distinto y añade pequeñas aristas, aunque el efecto es más sutil que en su predecesor. Para mi gusto, suavizarlo ha sido un acierto.
El tamaño y el peso también son similares a la generación anterior, con unas dimensiones de 162,7 x 77,1 x 8,8 milímetros y un peso de 223 gramos. Es un móvil contundente y bastante rotundo en la mano. No es pesadísimo y no será un gran hándicap para la mayoría del público, pero he probado dispositivos más ligeros.
El HONOR Magic7 Pro viene en tres colores, que la marca ha denominado ‘Black’ (negro), ‘Breeze Blue’ (azul claro) y ‘Lunar Shadow Grey’ (gris plata). Este último tiene un diseño que le hace parecer que está construido en mármol y es el que yo he probado y, en mi opinión, el más atractivo. El negro es bastante sobrio y el azul claro, aunque es un color bonito, se queda algo plano.
La textura es una de las cosas que más me han gustado del diseño de este móvil. Cómo se siente en la mano y lo agradable que es al tacto. Desde luego un buen motivo para huir de llevarlo con funda, aunque ya sabemos que la mayoría de las personas opta por proteger sus dispositivos móviles, como es lógico —más todavía si te has gastado más de mil euros en él—.
Esa suavidad, sin embargo, puede dar cierta sensación de inseguridad, de que el dispositivo pueda escurrirse con facilidad. No me ha ocurrido —y doy fe de que para probarlo he estado en situaciones un tanto extremas e incluso perdí un guante en un telesilla para sacar unas fotos con él—.
A diferencia del Magic6 Pro, que estaba construido con bordes en aluminio brillante, tiene los laterales en mate suavizados. Esto es un buen punto para evitar las detestadas huellas, si bien es cierto que si llevas el teléfono con una funda poco importa si es o no propenso a que se queden manchas y marcas. Por cierto, que la trasera también las repele fenomenal.
Ya que menciono el marco, ahora es algo más ancho porque la pantalla reduce su construcción en curva. Otro acierto en mi opinión, puesto que una pantalla muy curva a menudo implica dedos que tocan la pantalla cuando agarras el teléfono.
La parte frontal sigue curvándose, pero de forma más discreta. Y nos encontramos también unos biseles más finos en el display, el cual lleva la cámara frontal incrustada en un globo similar a la isla dinámica de iPhone. Esto ya lo veíamos en la generación anterior, cuando HONOR introdujo el cambio de la doble perforación a este elemento, el cual la firma aprovecha para algunas funciones del teléfono —como ocurre en iOS—.
Los botones son los habituales, aunque cambian ligeramente: el de encendido/desbloqueo añade una pequeña línea roja y son algo más amplios, lo que ofrece una experiencia más accesible, al abarcar una superficie mayor. Se nota la calidad en la construcción del dispositivo y son botones estables, que no bailan.
Tiene certificación IP68 y certificación IP69, es decir: resiste la inmersión en agua no salda hasta 1,5 metros de profundidad durante 30 minutos y, como extra (IP69), soporta chorros de agua a 80 °C proyectados hacia el teléfono. Es en general un teléfono bastante resistente —como digo, lo he llevado sin funda y no ha sufrido percances—.
Una pantalla agradable y que gana perdiendo curvas
Como no puede ser de otra manera cuando compras un móvil de gama alta, tenemos delante una buena pantalla, con brillo, contraste y nitidez equilibrados y con magnífica respuesta.
Sobre el papel, el nuevo HONOR Magic7 Pro monta un display de tipo AMOLED de 6,8 pulgadas, brillo máximo de 1600 nits y pico de 5.000 nits, 1,07 billones de colores, tasa de refresco de 120 Hz LTPO, resolución de 2.800 × 1.280 píxeles y una densidad de píxeles de 453 PPI.
Esto significa que es una pantalla amplia, que se ve estupendamente incluso en condiciones de mucha luz —como, por ejemplo, bajo el sol en una montaña nevada—, el abanico de colores es muy amplio, responde rápido y bien a los comandos y los contenidos se aprecian con claridad.
Además, cuenta con certificación TÜV Rheinland LowBlue Light y atenuación PWM de 4.320 Hz, factores que le ayudan a luchar frente al cansancio de la vista y ofrecer un mayor confort visual. Otras funciones para la protección de los ojos son un modo lectura o la visualización nocturna circadiana.
Recordemos que el Circadian Night Display, lanzado en el Magic5 Pro, es un modo de visualización nocturna ideal para conciliar el sueño, ya que regula la luz azul y suavemente cambia la temperatura de color nocturna de forma natural. Los resultados de pruebas de laboratorio de HONOR indican que el uso de esta función puede aumentar la secreción de melatonina —hormona básica del sueño— hasta un 20% en tres horas.
La pantalla está protegida por la tecnología Nano Crystal Shield de HONOR, que según la firma, es diez veces más resistente a las caídas que el vidrio normal. La compañía añade una capa extra y le pone un protector de plástico que desde luego no es imbatible y si lo sometes a situaciones durillas acaba marcándose.
Rendimiento: la potencia de lo más top de Qualcomm
El HONOR Magic7 Pro lleva el último chip de Qualcomm: el Snapdragon 8 Elite de 3 nanómetros. Viene en una composición de memoria de 12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento interno.
Es un procesador que da la talla en todas las tareas que se le ponen por delante y que es muy potente. Incluso los usuarios más exigentes podrán sacar pocas o ninguna pega al rendimiento de este móvil. Funciona superfluido y responde excelentemente bien.
La biometría va muy rápido, tanto en el desbloqueo mediante huella gracias a un nuevo lector de huellas ultrasónico como en el reconocimiento facial, que tira de un sensor secundario 3D ToF ubicado junto a la cámara selfie.
Viene con MagicOS 9.0 basado en Android 15 y principalmente los cambios que introduce tienen que ver con inteligencia artificial, siendo la experiencia de uso prácticamente la misma. Este sistema operativo, como es bien sabido en el sector, tiene un aire a iOS en lo que a aspecto ser refiere.
En esta versión tenemos todo un nuevo bloque de funciones de IA, entre las que encontramos a los sospechosos habituales: traducción, resúmenes, extracción de texto de una imagen, sugerencia de aplicaciones y Magic Portal, una herramienta por la que HONOR ha apostado que permite una experiencia de uso más fluida a partir de gestos: seleccionas un elemento de la pantalla con el nudillo y lo compartes, lo guardas, lo buscas para comprar… es un sistema parecido al ‘Rodea para Buscar’ de Google.
HONOR ofrece cinco años de actualizaciones del sistema operativo y cinco años de actualizaciones relacionadas con parches de seguridad. No es lo más top del mercado, pero da un año más de lo que daba el Magic6 Pro.
Una batería más pequeña que sorprende
Este móvil monta una batería de silicio de carbono de 5.270 mAh, es compatible con carga rápida de 100 W HONOR SuperCharge y con carga inalámbrica de 80 W HONOR SuperCharge, así como con 5 W de carga inalámbrica inversa.
La carga rápida es, efectivamente, muy rápida. En menos de una hora tenemos el móvil al 100%. Y, a pesar de que sus miliamperios menguan con respecto a la generación anterior —que tenía 5.600 mAh— y de que se queda mucho más abajo que otros flagships que estamos viendo en las marcas de la competencia —por ejemplo, el OnePlus 13 viene con 6.000 mAh—, la autonomía es correcta y nos permite llegar a la jornada de uso sin problema e incluso rascar parte al día siguiente, aunque lo hayamos utilizado de manera exigente. Esto en gran parte se lo debemos al procesador y a su gestión de la eficiencia energética.
Según indica la marca, la batería incluye “monitorización de temperatura en múltiples puntos, lo que ajusta inteligentemente la estrategia de carga según las variaciones de temperatura”. Además, es operativa en un rango de -30 °C a 55 °C, ofreciendo hasta 20 horas de llamadas de audio a -30 °C y 30 horas de llamadas de audio a 55 °C.
Lo he comprobado en el frío aire invernal de Eslovenia a varios grados bajo cero.
Fotografía: inteligencia artificial 'all in'
El módulo de cámaras traseras del HONOR Magic7 Pro alberga tres sensores: el principal de 50 megapíxeles, un ultra gran angular de 50 megapíxeles y el telefoto de 200 megapíxeles. La cámara frontal o cámara selfie es de 50 megapíxeles.
La cámara principal es una cámara bastante solvente en la mayoría de las situaciones y responde bien tanto en condiciones de buena luz, como es evidente en un sensor de alta gama, como en momentos en los que la iluminación natural o artificial escasea. Es bastante fiel a la realidad en cuanto a colores y con resultados bastante naturales. Puede estar a la altura de los mejores flagships del año en este terreno.
El ultra gran angular de 50 megapíxeles está equilibrado con el que ofrece la mayoría de los fabricantes. Este es siempre el sensor ‘más olvidado’, posiblemente porque vende e impresiona menos. No obstante, HONOR ejecuta correctamente la tarea con él, con resultados naturales y fieles a la realidad y sin notar demasiada distorsión.
Tal vez sobre lo que más haya que hablar en esta generación es sobre el teleobjetivo. La generación anterior venía con 180 megapíxeles y zoom óptico de 2,5 aumentos. La firma ha mejorado este año este sensor y ahora tenemos 200 megapíxeles y zoom óptico de 3 aumentos —el zoom digital es hasta 100x, como ocurría con el Magic6 Pro, pero a menudo esto es un reclamo más de marketing que una opción real—.
Las mejoras implican obviamente mejores resultados si queremos fotografiar cosas lejanas y usar el zoom, con buen nivel de detalle en las imágenes y buena definición. No obstante, como es habitual en el mercado de la telefonía móvil, todo lo que pase de 10x tendrá resultados dudosos. Para solventar este problema, que en mi opinión no lo es porque al fin y al cabo hablamos de un smartphone y no de una cámara de fotos profesional, HONOR tira de IA.
Gracias a su modo de inteligencia artificial en el zoom (‘Modo IA Super Zoom’) el Magic7 Pro permite capturar fotografías con gran nitidez desde la distancia —esta función se puede usar a partir de 30x—. Sin embargo, la cosa tiene truco: se podría decir que la IA ‘se inventa’ un poco la imagen, haciendo un efecto como ‘pintado’. Se trata de una funcionalidad que seguro que tendrá su buen número de fans, pero yo personalmente prefiero que las fotos sean fieles a la realidad.
Finalmente, la cámara selfie no varía con respecto a la generación anterior y tenemos un sensor de 50 megapíxeles que permite el clásico ‘Modo retrato’ con más o menos bokeh y con la opción de activar el ‘Modo belleza’, que sinceramente no recomiendo porque lo natural siempre es mucho mejor. Pero ahí está y soy consciente de que tiene mucho público.
Y sobre las funcionalidades de las cámaras, tenemos un ‘Modo noche’ que resuelve, aunque distorsiona y es demasiado naranja, lo que le hace no ser de los mejores del mercado. Tenemos también la detección automática de movimiento de ‘Motion Sensing’ para fotografías de acción, que permite captar fotos en las que un sujeto está en constante movimiento. Y tenemos varias funciones de inteligencia artificial. Son las que ya muchos fabricantes incluyen, pero, tal y como decía hace unos días con un competidor, la posibilidad de editar con IA me ha creado necesidades que no tenía. Mejor dicho: que tenía, pero que tenía que resolver con aplicaciones de terceros. Ahora con unos segundos el propio editor de la cámara te borra de un plumazo los elementos que se han colado en tu foto y que no querías ahí gracias al borrado ‘mágico’ de AI Eraser.
No puedo terminar sin mencionar el ‘Modo retrato’ de Studio Harcourt, desarrollado en colaboración con el estudio de fotografía parisino del mismo nombre. Me gusta la delicadeza de los retratos que ofrece, sin embargo, en muchas ocasiones el resultado es demasiado artificial. Sin usar el ‘Modo retrato’ podemos sacar retratos preciosos con fondos contrastados simplemente tirando un poquito del zoom.
Resumen
El Honor Magic7 Pro es un móvil a la altura de la competencia en la gama alta.
En el terreno del diseño, en mi opinión, ha mejorado su aspecto, suavizando los elementos más prominentes que tenía la generación anterior, cuando introdujo el mayor cambio estético: ahora ha adoptado una forma más cuadrada y sus laterales son más planos, con una sutil curvatura de la pantalla, y su módulo de cámaras también es más suave. Menos extravagante. Yo creo que es un acierto y que además en lo que a los bordes se refiere ofrece mayor agarre.
El rendimiento y la pantalla son todo lo impresionantes que esperarías que sean el rendimiento y la pantalla de un gama alta. Montando el chip Snapdragon 8 Elite, lo último de Qualcomm, la potencia y ejecución son fantásticas. Eso sin mencionar otras mejoras de software en las que se apoya para una experiencia que hace que el móvil vaya como la seda. Sobre el sistema operativo, MagicOS 9 ofrece varias funciones útiles como el espacio paralelo y clásicos de IA como Magic Portal —similar al ‘Rodea para Buscar’ de Google— o la traducción automática.
La pantalla responde de manera excelente y se ve nítida y clara, con un brillo muy equilibrado. Añade funciones de confort visual, muy de moda últimamente entre los fabricantes.
Las cámaras no cambian demasiado con respecto a su predecesor, a excepción del teleobjetivo, que tiene unos cuantos megapíxeles más y sube en aumentos (3x). Pero sin duda lo más llamativo de este modelo es su zoom con IA que ‘reconstruye’ las imágenes cuando amplias a partir de 30x. Me genera sentimientos encontrados porque, si bien entiendo que es una tendencia del mercado y que tiene bastante público, no comparto que sea la inteligencia artificial quien genere una imagen, ya que la mayoría de las veces el resultado es que ‘se inventa’ lo que supuestamente ve.
El ‘Modo retrato’ de Studio Harcourt con la cámara principal me ha gustado, aunque todavía me ha gustado más cómo resuelve los retratos usando zoom sin usar este modo. Mientras, la cámara selfie me ha conquistado un poco menos.
La batería me ha sorprendido gratamente y ofrece algo más de un día sin problemas, incluso usando el teléfono con alegría. Además, gracias a sus 100 W de carga rápida por cable tenemos el contador al 100% en menos de una hora.
¿Merece la pena? Pues desde luego te vas a llevar un gran teléfono, pero esto es algo que normalmente te va a ocurrir con cualquier gama alta. Es un móvil muy recomendable, igual que lo son otros competidores, y no te vas a arrepentir de su compra. Si te gusta esta familia de HONOR y puedes permitirte pagar 1.299 euros por el dispositivo, adelante. Por si te animas, te recuerdo que tienes una oferta de lanzamiento hasta final de enero con un pequeño descuento. Y, probablemente, un poco más adelante también lo podrás encontrar más rebajado.