El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, tiene un papel muy complicado ahora mismo y buena prueba de ello es que este jueves se verá con Vladimir Putin en la cumbre de los BRICS en Kazan, y esa reunión con el presidente ruso ha tenido reacciones para todos los gustos, cuanto todavía continúa la invasión de Ucrania: por un lado, Volodimir Zelenski le afeó al portugués que no acudiera a la última cumbre de paz en Suiza organizada para Ucrania y que ahora se vea con Putin. Por su parte, la UE considera que no es una mala decisión porque puede ponerle a Moscú argumentos encima de la mesa para que pare la guerra.
"Se trata de una decisión equivocada que no contribuye a la causa de la paz y que solo daña la reputación de Naciones Unidas", dijo este martes el ministerio de Exteriores ucraniano. Kiev considera que el movimiento de Guterres es una manera de validar el objetivo de Putin con la cumbre de países calificados en vías de desarrollo cuando se fundó este grupo. Se trata de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica originalmente, aunque ahora se ha ampliado con Irán, Etiopía, Emiratos Árabes y Egipto.
Zelenski cree que Putin busca mandar un mensaje de que no está aislado tras la invasión y que pese a la oposición frontal de Occidente todavía cuenta con importantes aliados. Guterres, por su parte, se ha defendido alegando que este es su papel y que es "habitual" su asistencia a este tipo de cónclaves.
Desde Bruselas quisieron mantener la calma. "Confiamos en que todos los participantes en la cumbre de Kazán aprovechen este acontecimiento para pedir a Putin, una vez más, que ponga fin de inmediato a la guerra contra el pueblo ucraniano y se atenga y respete los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho internacional", sostuvo el portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, Peter Stano, en rueda de prensa. Y tiene claro además cuál debe ser el papel del secretario general de la ONU: "Confiamos en que reforzará el llamamiento a Rusia y a Putin para que detenga completa e incondicionalmente la brutal agresión contra el pueblo ucraniano y se retire del territorio de Ucrania".
Sí apunta el Ejecutivo comunitario que Putin "está haciendo un uso indebido" de la presidencia rotatoria de los BRICS" para tratar de "recuperar la credibilidad perdida", en un mensaje que sigue la línea marcada también por Kiev. "Solo puedo recordar que Putin como anfitrión de esta cumbre es alguien que está siendo buscado por la Corte Penal Internacional, hay una orden de arresto contra Putin por sospechas de cometer crímenes de guerra", concluyó Stano, consciente de que la idea a largo plazo de Rusia es que los BRICS se conviertan en un contrapeso de Occidente.
Con todo, el foco de la UE se pone casi exclusivamente en Rusia, y el papel de Guterres se entiende como lógico en estos casos. "Los miembros individuales del BRICS, o los que están invitados a esta cumbre en Kazán, sienten las consecuencias por sí mismos. Por ejemplo, que los precios de los alimentos o la energía han aumentado", se limitó a concluir Stano al ser preguntado por el resto de asistentes a la cumbre, ya inaugurada por el propio Putin, que dice querer "reforzar este formato".
"En estos años de esfuerzos comunes la autoridad y la influencia de nuestra alianza han aumentado. Nosotros nos proponemos seguir fortaleciendo esta organización", expuso el presidente ruso en el discurso de apertura. Ese mensaje llega además solo unos días después de que Zelenski expusiera su plan para la victoria de Ucrania ante los líderes de los 27, y apretase las tuercas a la UE para que continúe el envío de material militar.
"Solo con unidad en la UE podemos lograr avances, podemos movilizar no solo a los líderes de la Unión sino a otros líderes", apuntó la pasada semana ante el Consejo Europeo, antes de añadir que la paz duradera no depende solo de Kiev: "Es importante que esto no solo dependa de la voluntad de Rusia sino de la voluntad de nuestros socios y esto permite que el plan sea real", defendió, llamando, por lo pronto, a un respaldo "consistente" por parte de sus aliados occidentales.
Así, el "plan de la victoria" de Zelenski consta de cinco puntos, que puso sobre la mesa de los 27. El primero pasa por mantener fuerte la alianza con la OTAN, la cual incluya una invitación formal para que el país forme parte de la organización. El segundo tiene que ver con el apoyo militar "para presionar a Rusia" sobre el terreno, mientras que el tercero, dice el presidente ucraniano, consiste, directamente en "colocar un paquete de medidas de disuasión en territorio ucraniano para obligar a Rusia a participar en negociaciones de paz reales o permitir la destrucción de sus objetivos militares". El cuarto y el quinto punto son la "protección" de los recursos de Ucrania, de los cuales Moscú "se quiere apoderar" y, ya después de la guerra, "la reconstrucción" del país, para lo que será clave la ayuda económica. De momento, Putin también juega su liga... con los BRICS y con Guterres de invitado.