Un tribunal boliviano ha declarado este viernes en "rebeldía" al expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) tras faltar, por segunda vez, a la audiencia que debe resolver la acusación por trata agravada de personas en su contra. Se le acusa de mantener -supuestamente- una relación con una joven de 15 años con la que habría tenido un hijo.
El juez Nelson Rocabado también ha establecido que se debe aplicar al exmandatario un "arraigo nacional": darle una notificación por edicto de la resolución, la emisión de un mandamiento de captura, la anotación preventiva de bienes y la congelación de sus cuentas.
El juez ha tomado la decisión tras considerar que el argumento que expuso la defensa de Morales -que no pudo acudir por una bronconeumonía y una bradicardia, frecuencia cardíaca baja- no son "elementos legítimos" para no haberse presentado.
El abogado del expresidente, Jorge Pérez, ha declarado que el proceso es "ilegal" porque que Morales "nunca" fue notificado. "El expresidente Evo Morales es una persona inocente, perseguida políticamente", aseguró. Además, acusa a las autoridades de cometer "prevaricato" tras procesarlo por segunda vez en un mismo caso que, considera, ya fue resuelto hace unos años.
Sandra Gutiérrez, la Fiscal del Departamento de Tarija, señala que están en una "nueva etapa" del proceso y ahora rige la orden del juez. Esto deja "sin efecto" la orden fiscal de aprehensión que se dictó en contra de Morales el pasado 16 de octubre. "El juicio se va a suspender hasta que él aparezca, esta es la situación", ha indicado.
Esta es la segunda ocasión en la que Morales no asiste a una citación de la Justicia, después de que el pasado martes sus abogados presentaran un certificado médico que indicaba que el expresidente debía guardar "reposo total" por una bronconeumonía. El juez impuso un plazo de 48 horas para que Morales demostrara su enfermedad, algo que no ha ocurrido hasta la audiencia de este mismo viernes.
Morales falta a la citación por segunda vez
La Fiscalía imputó a Morales en diciembre por delito de trata de personas agravada, tras mantener supuestamente una relación con una menor de edad con la que tuvo un hijo en 2016, cuando la presunta víctima pertenecía a un grupo político juvenil creado durante su Presidencia.
La joven declaró que "jamás había sido víctima de trata" y que "nadie la obligó a embarazarse". Sí aseguró, en cambio, que se sentía víctima de "persecución" por parte del Ministro de Interior, Eduardo del Castillo, y la fiscal Sandra Gutiérrez.
Evo Morales permanece desde octubre en el Trópico de Cochabamba, su principal bastión político y sindical, bajo el resguardo de sus seguidores, que lo protegen ante la posible ejecución de una orden de aprehensión.
