Casi el 50% de los españoles (el 49 para ser exactos) no sabe que la sanidad se paga con los impuestos que el Estado recauda, con los impuestos que pagamos todos. Son datos extraídos del último CIS. La mitad de los españoles no tiene ni idea de que lo retenido en su nómina, eso que tanto les molesta a los agitadores de mercadillo, sirve para financiar la sanidad, la educación, las bajas laborales, las pensiones… Que ir al médico no sale gratis, vamos.
Hay personajes que han llenado pabellones, han sumado seguidores, haciendo bandera de esto. Los nombres los tenemos todos en la cabeza, personajes que, en cuanto empiezan a ganar dinero, cogen los bártulos y se van con el chiringuito a otro sitio, o, simplemente, se montan estafas piramidales para evitar pagar impuestos. Andorra fue el lugar preferido de los nuevos youtubers. Otros fueron más ambiciosos y consiguieron su acta de eurodiputado. Aunque luego se arrepientan de la mudanza. Eso sí, si necesitan que les cosan una brecha, que les vea un especialista, entonces reclamarán que la cita se la den cuanto antes, rechistarán por las listas de espera y pedirán que la atención sea premium. Sin asumir que el dinero que han defraudado es el que ha ido deteriorando poco a poco ese sistema (además de muchas otras cosas).
Dejo por aquí otro dato para que situemos todos dónde estamos exactamente. Los delitos de odio han crecido en los centros de educación superior e institutos y ha aumentado un 35% el número de estudiantes que denuncian haber sufrido acoso. Los discursos contra la inmigración calan, y calan sobre todo entre los más jóvenes.
Hay demasiados vendedores de humo, divulgadores falsos, agitadores de profesión y mentirosos compulsivos que, da igual que mientan y que les cacen en la mentira, son capaces de seguir aglutinando a demasiados seguidores. Ahí tienen a Alvise, 800.000 votantes, ardillas como los llama él, le votaron en las últimas europeas.
El problema no es que muchos o pocos les crean, el problema es que les demos altavoz. Que les demos exactamente la ventana que buscan. Que de no ser nadie, pasemos a hablar de ellos. Pasar de ser absolutos desconocidos a personas que marcan la conversación. Lo considero, de verdad, un error. A no ser que estemos en un quid pro quo y aquí todos se estén aprovechando del tirón para ganar seguidores. Que hablen de mí, da igual si bien o mal, pero que hablen de mí. No sé, llámenme ingenua, pero creo que si escogemos ese camino cometemos un enorme error.
