La agencia espacial rusa Roscosmos lanzó desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), a mediados de agosto, una nueva nave de carga para sustituir al carguero Progress MS-26.
La Progress MS-28 llevó a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) 2,6 toneladas de suministros, entre los que se encontraba la presencia de alimentos, agua, combustible y diversos equipos necesarios para el funcionamiento del laboratorio orbital. No obstante, más allá de transportar suministros que abastecen a la tripulación que actualmente vive en la ISS —como Butch Wilmore y Suni Williams, los astronautas de Starliner que permanecen en la Estación por un fallo en su nave y que acaban de completar su primera caminata espacial juntos— Progress MS-28 también se encarga de elevar la altura de la Estación Espacial Internacional.
Recientemente, esta nave de carga rusa elevó la altura de la órbita con ayuda de sus propulsores y, como resultado de la maniobra, la altura media de la ISS fue elevada en 3,2 kilómetros y quedó en 417,3 kilómetros.
Según un comunicado emitido por Roscosmos, esta corrección de la órbita de la corrección de la órbita de la Estación Espacial obedece a la necesidad de crear condiciones óptimas para el aterrizaje la nave tripulada rusa Soyuz MS-26, actualmente acoplada a la ISS, y para la recepción de la Soyuz MS-27, que será lanzada en abril de este año.
Los tiras y aflojas de Rusia en el espacio
La colaboración espacial de Rusia con sus socios occidentales —Estados Unidos, Europa, Japón y Canadá— está en la cuerda floja desde el comienzo de la guerra con Ucrania, además, el país ruso amenazó con 'tirar' la Estación Espacial Internacional sobre la Tierra.
En julio de 2022, Rusia tomó la decisión de abandonar la ISS en 2028 para centrarse en la construcción de su propia estación espacial, llamada Estación Orbital Rusa (ROS, por sus siglas en inglés). Esta decisión requirió un compromiso financiero para las hazañas espaciales existentes del país, además, Estados Unidos se vio en la 'obligación' de buscar un socio para sustituir a Rusia, debido a que la ISS está diseñada de tal manera para que unos dependan de otros —es decir, el lado estadounidense proporciona energía, mientras que el lado ruso otorga propulsión y evita que la plataforma caiga a la Tierra—.
Sin embargo, los tira y afloja por parte de Rusia volvieron al año. Este país cambió de opinión y se comprometió a seguir formando parte del proyecto hasta 2028, aunque, a finales del pasado diciembre, Yuri Borisov, jefe de la agencia Roscosmos, reveló en una entrevista a la televisión RBC TV que Rusia permanecerá en la Estación Espacial Internacional hasta 2030.
La ISS alcanzará el fin de su vida en 2030
La Estación Espacial Internacional llegará a su fin en 2030 cuando un vehículo de SpaceX desorbite dicho laboratorio orbital de manera segura y, cuando alcance su vida útil, la ISS habrá facilitado una gran variedad de misiones internacionales desde el año 2000 y habrá mantenido una presencia constante en la órbita terrestre durante tres décadas.
Algunas empresas privadas aeroespaciales —como la compañía Blue Origin de Jeff Bezos— ya han hecho sus propuestas para construir posibles sustitutos, asimismo, la NASA anunció su propio plan para mantener la presencia humana en la órbita terrestre tras el fin de la ISS.
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