Carlos Alcaraz se impuso a Jannik Sinner este miércoles en el final del ATP 500 de Pekín tras un increíble partido por parte de ambos de más de tres horas que concluyó 6-7 (6/8), 6-4 y 7-6 (7/3). El tenista murciano, de tan solo 21 años, sumó con ello un nuevo título en su palmarés y tras una complicada gira americana que hizo aún más especial y emotiva dicha victoria.
Además, del tenista de El Palmar, uno de los más emocionados en la grada fue su entrenador, Juan Carlos Ferrero, al cual incluso se le pudo ver soltar alguna lágrima mientras el resto del quipo se abrazaba.
"No le he visto llorar, pero supongo que es algo bueno. Es una victoria muy especial para mí, levantar este trofeo delante de mi equipo, de mi familia, es un gran momento", comenzó diciendo Alcaraz cuando le preguntaron por Ferrero en la rueda de prensa posterior al partido.
El tenista murciano también confesó que ha atravesado un momento de bajón, algo que se ha visto reflejado en sus resultados deportivos: "Supongo que se ha emocionado al final porque todos sabemos por lo que he pasado el último mes o los dos últimos. Ha sido un momento realmente difícil, tanto en la pista como fuera de ella".
"Después de la gira americana estaba un poco bajo, no quería tocar una raqueta por un tiempo. Vamos a decir que no quería viajar", añadió el actual número 2 del mundo, desvelando que estos meses no lo ha pasado del todo bien.
"El último mes he estado trabajando muy muy fuerte, en la pista y fuera de ella, solo para ser capaz de volver a sentir esto. Supongo que por eso se puso emocional. Para mí es especial, para la gente que tengo alrededor es especial. Creo que es por eso", concluía el español.
