Las deducciones fiscales a la bomba de calor penalizan los pisos frente a comunidades y chalets pero hay otras opciones de ahorro

Además del desconocimiento que los expertos reconocen que existe entre la ciudadanía, uno de los motivos que más frena la instalación de bombas de calor para sustituir los sistemas tradicionales de calefacción es el precio más elevado que tiene comprar una caldera de gas. Para minimizar este gasto, existen deducciones fiscales que dan un mejor tratamiento a los edificios enteros de vecinos o los hogares unifamiliares, como los chalets, frente a los pisos individuales dentro de un inmueble. Sin embargo, también existen también otros instrumentos de beneficio individual, como los descuentos a través del sistema CAE del Ministerio de Transición Ecológica o mediante planes de incentivos como el que acaba de lanzar Iberdrola, que reúne y amplía todos los posibles descuentos para intentar ir cerrando la brecha del precio con la caldera de gas.

Este lunes se celebra el 'día de la bomba de calor' -"The Heat Pump Day", con actividades de difusión en distintas ciudades de Europa, incluida Madrid- en un contexto de parón y caída en el ritmo de instalación en algunos de los países de la UE que mejor progresión tenían, como Francia, Italia o Dinamarca. Como en Alemania, en España el ritmo ha aumentado ligeramente, aunque todavía en números muy modestos porque en 2022 se vendieron 195.000 unidades y había una bomba de calor en 9,8 de cada 1.000 hogares, frente a las 621.000 que se vendieron en Francia o el más de medio millón en Italia.

CIFRAS y qué es?

Deducción de 9.000 a 3.000 euros

La Asociación Europea de Bombas de Calor (EHPA) considera que la caída de ventas en Europa -de hasta el 47% en el primer semestre de este año frente al del año pasado- se ha debido en buena medida a una errática política de bonificaciones fiscales en los países más afectados que, en España, siguen siendo una herramienta con la que los vecinos pueden deducirse entre 3.000 y 9.000 de la inversión inicial, que por poner aerotermia en un piso de hasta 80 metros cuadrados sería de unos 12.000 euros.

Sin embargo, no todos los tipos de viviendas tienen el mismo nivel de ayuda con este programa de deducciones, que incentivan con más intensidad edificios enteros, ya sea casas unifamiliares o comunidades de vecinos, que pisos individuales dentro de ellos. Así, para los primeros, la deducción es del 60% sobre la inversión inicial hasta un tope de 9.000 euros, que se hace efectiva a lo largo de tres ejercicios fiscales, a razón de un tope de 3.000 en cada uno de ellos. En el caso de que sea un solo vecino dentro de un edificio de viviendas quien quiera instalar la aerotermia, la deducción es menor, del 40% y hasta un máximo de 3.000 euros.

Lo que sí tienen en común tanto los edificios enteros y los chalets con los pisos es en el trámite para acceder a esta bonificación, presentado al IDAE dos certificados de eficiencia, uno antes y otro después de la instalación de la bomba de calor -y, en su caso, del suelo radiante, por ejemplo, si se le quiera dar más efectividad que con radiadores-, de manera que quede patente que se ha mejorado la eficiencia energética, que es lo que trata de primar el Gobierno con esta herramienta, para alcanzar en 2030 el ambicioso objetivo de haber mejorado en un 43% un parámetro que implica que un menor uso de energía mantenga o incremente la actividad económica o, en el caso de los hogares, una temperatura confortable.

2.000 euros menos en CAEs

Pero los incentivos fiscales no son el único método que tienen hogares y negocios para rebajar la instalación de una bomba térmica. El año pasado, empezó a funcionar el llamado Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE), que es una forma de reducir las aportaciones dinerarias que las grandes empresas energéticas tienen que hacer al Fondo Nacional de Eficiencia Energética Energética (FNEEE) mediante la creación de una cadena de descuentos que tiene su punto de partida en cada vivienda y su unidad de medida en el CAE, equivalente a un euro y que se genera cada vez que el propietario de una casa o una comunidad de vecinos decide hacer obras para mejorar la eficiencia energética y hacerlo con una empresa o un intermediario con potestad para expedirlo. Se pueden obtener y, con ellos, los consiguientes descuentos, cambiando ventanas, comprando electrodomésticos más eficientes o instalando una bomba de calor y por ejemplo suelo radiante gracias a que el instalador a su vez revenderá esos CAE a las grandes empresas que debe hacer aportaciones al FNEEE que, de este modo ven reducida su contribución con este pago 'en especie'.

Hasta ahora, Transición Ecológica no ha dado una cifra sobre estos ahorros porque el sistema CAE acabada de arranchar en España, a diferencia de Francia, país pionero que ya tiene elaborado hasta un índice. Sin embargo, Iberdrola -compañía que contribuye a FNEEE- acaba de publicar una aproximación del ahorro bajo este sistema por instalar una bomba de calor y ofrece 2.000 euros de descuento en el plan de acción que aglutina los distintos descuentos que existen y la gestión de los mismos.

Rebajas de entre la mitad y dos tercios

Coincidiendo con el día de la bomba de calor, la compañía ha lanzado este lunes un plan de acción que aglutina distintos descuentos propios y ajenos así como su tramitación para hacer más atractiva la sustitución de las calderas de gas por las bombas de calor.

Reúne las deducciones fiscales del Gobierno, el descuento directo sobre el precio de compra de 2.000 euros en concepto del Sistema CAE y añade otro descuento directo de 1.000 euros a través de su plan Renove de calderas, solo disponible hasta final de este año. Finalmente, ofrece una bonificación de 800 euros en la factura de electricidad si se contrata su solución Aerotermia Smart.

Según proyecciones de la compañía, todos esos elementos pueden hacer que una inversión en aerotermia de 12.000 euros para un piso de hasta 80 metros cuadrados se quede finalmente en 5.200 euros o que pase de 15.000 a 4.000 en el caso de una casa unifamiliar de 200 metros cuadrados.

La oferta se completa con un plan de financiación de entre 12 meses sin intereses hasta 10 años del coste de la instalación y una tarifa eléctrica específica para quienes tengan aerotermia que lanzó en agosto y que mediante inteligencia artificial calcula cuáles son las ocho horas de mayor consumo en cada hogar para aplicar sobre ellas un descuento del 40%.

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