La distancia entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, se prevé prácticamente insalvable este miércoles en el Congreso de los Diputados, donde se celebra un pleno monográfico sobre migración con las negociaciones entre el Gobierno y el PP para reformar la ley de extranjería encalladas, y con el telón de fondo de la ley que posibilitará rebajas de condenas a 45 etarras. Dos asuntos clave con los que la fuerza mayoritaria de la oposición buscará retratar al Gobierno que, en su opinión, ha cedido a la histórica reivindicación de Bildu para beneficiar a los presos de ETA mientras que se opone a la fórmula del PP y, en consecuencia de la mayoría de las comunidades, para el reparto de menores inmigrantes.
La polémica generada por una reforma legal aprobada por unanimidad en el Congreso que implica la rebaja de penas a casi medio centenar de etarras entrará de lleno en el hemiciclo, al que acudirán tanto Sánchez como Feijóo. Las posiciones de uno y otro no podían estar más alejadas. Moncloa defiende que el proyecto de ley no es más que una transposición de la normativa europea, aunque sin explicitar los cambios introducidos que rebajan las condenas a los presos de ETA. Y alega que esta ley, que se votará el próximo lunes, 14 de octubre, en el Senado, ha sido avalada por unanimidad en su tramitación parlamentaria en el Congreso, al contar con el apoyo de todos los grupos, incluido el PP.
En cambio, los populares —también Vox y UPN— denuncian que se trata de un "engaño" del Ejecutivo, que quiso "colar" la enmienda de Sumar para reducir la pena de cárcel a los etarras como parte de un pacto "encapuchado" con Bildu. De hecho, tanto Feijóo como sus altos dirigentes han pedido disculpas a las víctimas del terrorismo por no haberse percatado de las intenciones reales del Gobierno y haber participado de la decisión de rebajar las condenas a los etarras.
En este punto inciden los socialistas, que aseguran que el PP era plenamente consciente de lo que estaba votando y de lo que implicaba la reforma legal. Por ello, el Ejecutivo no tiene pensado retirarla pese a la insistencia de los de Feijóo. Además, también les acusan de utilizar esta cuestión de forma partidista "y obscena" porque "ya hace 13 años que acabó ETA", les afeó este martes la ministra portavoz, Pilar Alegría, desde la mesa del Consejo de Ministros.
Pero el PP insiste. Tras reconocer su error "colectivo", justifica que con sus votos no habría cambiado nada, ya que el Gobierno cuenta con mayoría parlamentaria con la ayuda de sus socios. Por ello, Feijóo aprovechará la comparecencia de Sánchez para "evidenciar ante las víctimas del terrorismo y de la opinión pública" que el Gobierno quiere beneficiar a los presos de ETA, cuando además, el PP defiende que no se trata de una transposición de una directiva europea. Así Feijóo reiterará, esta vez ante Sánchez, que existe "un abismo moral entre un error en una tramitación parlamentaria y la voluntad deliberada de un Gobierno de sacar de la cárcel a presos de ETA".
Otro de los argumentos con los que el PSOE ataca a los populares y defienden el proyecto es que el Gobierno de Mariano Rajoy sacó en 2014 un texto "idéntico" para transponer la directiva europea, si bien obvian que en la tramitación parlamentaria del mismo el PP introdujo una disposición adicional para guardarse de que esto beneficiase a etarras que cumplían condena en España tras haber pasado por la cárcel en Francia. Asimismo, se amparan en un informe del Consejo de Estado del 16 de diciembre de 2023 que "avala por unanimidad esta ley", aunque sin puntualizar que este se realizó antes de que se incluyese la enmienda que implica la rebaja a los presos de ETA, por lo que no tiene en cuenta esa disposición en su aval.
Es lo que puntualiza el PP: la ley de 2014 que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy se modificó en su trámite parlamentario para establecer que esa acumulación de penas no podía aplicarse a presos como los de ETA. "Esa modificación que introdujo el Senado en 2014 es la que se ha eliminado ahora a través de la enmienda del Gobierno de Sánchez. Si el texto que se aprobase ahora fuese el mismo que el que se aprobó en 2014, ¿qué sentido tendría la enmienda introducida por Sumar? Lo que ha querido el Gobierno es modificar el texto de entonces?”, se preguntan fuentes parlamentarias.
Debate de la migración con la negociación suspendida
En cuanto a la crisis migratoria, Sánchez dará cuenta, a petición del PP, de las actuaciones realizadas por el Ejecutivo para afrontar la "emergencia migratoria" que vive España con la llegada de menores migrantes solos a comunidades como Canarias, y del impacto de esta crisis en la "cohesión socioeconómica, territorial y de las relaciones exteriores de España, así como de las medidas que piensa implementar para evitar la saturación de los servicios públicos".
Todo ello después de que el PP suspendiese las negociaciones para abordar la crisis, según Moncloa, con excusas "inverosímiles". Para el Ministerio de Política Territorial que dirige Ángel Víctor Torres, los populares "ponen más condiciones con el objeto de torpedear el acuerdo" cada vez que se producen "avances" para reformar la ley de extranjería que permitiría la acogida de menores en todo el territorio.
Según los socialistas, en la comparecencia de Sánchez quedará de "manifiesto" quién "construye y quién destruye", quién se ha preocupado de la economía y del empleo, y quién se ha dedicado al "insulto y a la descalificación sin aportar nada". A su juicio, Feijóo ha "abrazado" el "discurso xenófobo ligando inmigración y delincuencia" al hablar de "deportaciones masivas" y al pretender que "se utilicen a los inmigrantes como los Kleenex de usar y tirar".
Los populares, por su parte, tratarán de retratar a un Gobierno que mientras cede ante todos sus socios, no lo hace con el PP. Y menos aún cuando le pone encima de la mesa una propuesta de reparto de inmigrantes en la que está de acuerdo el Gobierno de Canarias y la mayoría del poder territorial. Feijóo remarcará que con el PP sí se puede pactar siempre que sea "a su manera", ya que el Gobierno "siempre cede" ante sus socios. "Si quiere nuestro apoyo tendrá que evolucionar su postura y si no, suerte con Junts", añaden desde Génova.
