El recuento de las elecciones de Estados Unidos 2024 ya ha comenzado con el cierre de los colegios electorales en la costa este, pero conocer si el próximo presidente norteamericano será la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump llevará un poco más de tiempo: aunque los medios de comunicación proyectarán, salvo sorpresa, un ganador esta noche, el recuento oficial tardará varios días más.
Estados Unidos es un país de diversas y arraigadas tradiciones democráticas, y cada estado tiene su propia forma de efectuar el recuento (a diferencia de España, donde el criterio unificado permite efectuar un recuento mucho más dinámico). Además, entra en juego el recuento del voto adelantado, la subdivisión en distritos... muchos procedimientos y plazos que acaban confluyendo meses después de las elecciones en el Colegio Electoral, el órgano encargado de certificar todos los resultados y proclamar oficialmente a un presidente.
Cómo es el recuento en Estados Unidos, paso a paso
Aunque los medios de comunicación usen sus proyecciones para adelantar a la ciudadanía el ganador, el proceso oficial es mucho más lento y complejo: por lo general, se hace un recuento que puede tardar más o menos horas en función del distrito, condado o estado: hay estados como Wisconsin obligan a hacerlo 'del tirón', sin parones, mientras que otros estados como Arizona o Michigan tardan mucho más (hay que recordar que se vota, además del presidente, renovar la Cámara de Representantes y un tercio del Senado).
Después, los condados tienen una semana, por lo general, para certificar los resultados. Después lo hacen los estados, en un plazo de 10 días más. Los gobernadores de cada estado deben refrendar los resultados antes del 23 de noviembre, emitiendo un certificado con los delegados electorales elegidos en cada estado.
Estos delegados se reúnen en sus respectivos estados el primer martes después del segundo miércoles de diciembre después de las elecciones, en este caso el 17 de diciembre. En esa reunión, emiten sus votos para presidente y vicepresidente de Estados Unidos, en función de lo votado por la ciudadanía. Esos votos se registran en un certificado y se envían al Congreso.
El Capitolio es la última parada del proceso: allí, en una sesión conjunta de Cámara de Representantes y Senado, el Congreso debe certificar los votos de los estados y, finalmente, designar al nuevo presidente de los Estados Unidos. Esto ocurre el 6 de enero, y el nuevo mandatario toma posesión del día 20 de ese mes.
Un resultado oficial podría tardar días
En definitiva, el recuento es lento debido a todo el arco procesal que tienen los estados para certificar sus resultados. En la práctica, casi siempre se ha sabido el resultado de las elecciones por las proyecciones de los medios, pero el recuento oficial es un proceso mucho más lento.
Que haya o no un ganador en la madrugada del 5 al 6 de enero (horario español) dependerá, en gran parte, de lo ajustado de los resultados y la velocidad de cada distrito y condado en hacer el recuento.