El circo político

Mientras discutíamos si somos más de Leire o Amaia –la polaridad que nos invade–, el Gobierno sigue superándose y ha abierto una nueva pista en el circo de la hipocresía. Y así, defiende y respeta las decisiones judiciales mientras ataca al Supremo o demanda al juez que investiga a la mujer del jefe; esgrime un informe de la UCO como mandamiento para defender a Begoña Gómez mientras obvia otro que señala a Ábalos como epicentro de la trama; aprueba un plan contra los bulos mientras manipula autos judiciales varios y presume de reaccionar a la trama Koldo con máxima presteza cuando hace cuatro años nos aseguraron que nadie sabía que la venezolana Delcy llegaba a España y ahora resulta que lo sabía hasta el apuntador. Y ni se ponen colorados, oye.