Al menos 26 personas han muerto y 62 han resultado heridas por un atentado suicida ocurrido este sábado en una abarrotada estación de tren en la ciudad paquistaní de Quetta, en la provincia occidental de Baluchistán.
El grupo separatista del Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB) ha reivindicado el ataque, según ha podido confirmar el diario paquistaní Dawn. Se trata de un movimiento armado que lleva dos décadas reclamando un espacio autónomo para la minoría étnica baluche del país y que desde hace unos meses ha protagonizado una campaña de atentados de magnitud rara vez vista desde el comienzo del conflicto, como la cadena de ataques de agosto que dejó más de 70 muertos por toda la provincia.
El comisario jefe de la Policía de Quetta, Hamza Shafqaat, ha explicado que un miliciano "que llevaba una maleta" se dirigió a la oficina de expedición de billetes de la estación, donde hizo detonar una potente carga explosiva que ha dejado este nuevo balance provisional de víctimas confirmado por Wasim Baig, portavoz del departamento provincial de salud, al mismo medio.
Poco después, el portavoz de operaciones policiales en la ciudad, Mohamad Baloch, ha añadido que más de un centenar de personas se encontraban en la estación en el momento del atentado y la cifra de muertos podría aumentar en las últimas horas porque muchos de los heridos se encuentran en estado crítico. "La explosión ha ocurrido justo antes de que partiera un expreso rumbo a la ciudad de Peshawar", ha añadido el oficial en declaraciones a la cadena GEO TV. Entre los fallecidos, según las autoridades, hay "numerosos" efectivos de las fuerzas de seguridad pero todavía no han dado una cifra exacta.
En el apartado de las primeras reacciones, el presidente en funciones del país, Yousaf Raza Gillani, ha condenado sin paliativos un atentado perpetrado por "enemigos de la humanidad" y prometido ayuda inmediata para los supervivientes y familiares de las víctimas del atentado.