Aquel 19 de junio de 2014 era un caluroso día de verano que pasaría a la historia como una de las grandes fechas de la Corona española. Rodeado de sus hijas Leonor y Sofía; sus padres, Juan Carlos I y Sofía; y su esposa Letizia, Felipe VI se proclamaba rey de España prometiendo llevar a cabo "una Monarquía renovada para un tiempo nuevo".
Destacando el respeto a la democracia y a las instituciones que la amparan, el rey se entregaba a sus deberes como monarca ante el Palacio de las Cortes: "La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social".
Capitán general de las Fuerzas Armadas
La ciudad estaba lista para presenciar un nuevo capítulo de la historia de España. ¡El país entero lo estaba! Un despliegue policial de casi 7.000 agentes blindó la capital. Todo estaba contemplado en un milimétrico plan de los pasos que se darían aquel día en los distintos escenarios en los que Felipe VI se presentaría como el nuevo monarca.
El día comenzó con un acto simbólico: la entrega del fajín de capitán general de las Fuerzas Armadas de Juan Carlos I a su hijo, en el Palacio de la Zarzuela. El mensaje fue todo un símbolo de adiós al antiguo monarca y bienvenida al nuevo jefe del Estado.
El acto de proclamación
La siguiente aparición de don Felipe junto a su familia aquella mañana tendría lugar en el Palacio de las Cortes: allí les esperaban compañías de los tres ejércitos formados y cientos de ciudadanos que recibían al rey al grito de "Felipe, Felipe".
Comenzaba entonces el acto oficial de proclamación. Bajo la atenta mirada de diputados, presidente autonómicos, representantes de los poderes del Estado, diplomáticos, expresidentes del Gobierno y por supuesto, del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de su gabinete, así como del líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, Felipe VI se convertía en rey de España.
Finalmente, tras los juramentos, las ovaciones y la interpretación del himno nacional, don Felipe pronunciaba su primer discurso como jefe del Estado.
Un paseo para recordar
Entonces sí, proclamado rey de España y arropado por el pueblo -que ocupaba desde horas antes las aceras, en un día muy caluroso, para aclamar la vistosa comitiva- Felipe VI partía desde el Congreso hacia el Palacio Real por las calles del centro de Madrid, acompañado de un desfile militar y escoltado por la Guardia Real a caballo.
Desde las plazas de toda la ciudad, donde se habían instalado pantallas gigantes para ver en directo la ceremonia del Congreso y el avance de la caravana, se desplegaban las multitudes. Aquel día todos los ojos estaban puestos sobre el rey, que de pie sobre el coche descapotable no cesó de saludar a las gentes, acompañado de la reina doña Letizia.
La icónica imagen del balcón
De aquella jornada quedará para la historia la icónica imagen de las tres generaciones de la corona española saludando al pueblo desde el balcón del Palacio Real. Allí terminaba todo un despliegue que, diez años después, en un día como hoy, todos los españoles recordaría durante el aniversario de la década del reinado de Felipe VI.
Entonces, como hoy, gritos, aplausos y vivas a medida que cada uno de los miembros de la familia real iba asomándose fueron la banda sonora de ese acto final: primero Felipe VI y la reina Letizia, después sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía, y por último el emérito rey Juan Carlos, y la reina Sofía.
