Los norteamericanos llegaron a las urnas tras una campaña eterna y agresiva marcada por la tensión y la incertidumbre, con la convicción de que se produciría un empate perfecto. Es lo que pronosticaron las encuestas durante meses, una victoria por la mínima, tanto a nivel nacional como en los siete estados decisivos. Se esperaba así, un proceso largo y lento. Pero la realidad ha sido muy diferente: con el paso de las horas todos los estados clave han ido cayendo del mismo lado y ahora, aunque aún quedan por conocer algunos resultados, todo apunta a que Donald Trump ha ganado las elecciones y se convertirá, de nuevo, en presidente de los Estados Unidos -con 276 votos electorales (seguros) frente a los 224 que suma Kamala Harris-.
Estados en los que ganó Biden y ahora Trump
El candidato republicano ha tomado ventaja en los Estados clave (swing states, o estados que no tienen una tendencia clara de voto y pueden cambiar en cada elección) y ya ha logrado el triunfo en tres de ellos: Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte, allanando así su camino hacia la Casa Blanca.
Aún quedan por conocer los resultados de estados como Alaska, Nevada o Arizona, aunque todo apunta a que también allí la victoria será republicana, a diferencia de lo que ocurría en las anteriores elecciones, en 2020, que llevaron a Biden a la Casa Blanca.
Aquel año, el candidato demócrata se hizo con Nevada, Arizona, Georgia, Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Esto es, seis de los siete estados clave que tradicionalmente tienen la llave de la Casa Blanca. Solo le faltó Carolina del Norte. Sin embargo, no fue una victoria fácil: se tardó cuatro días en conocer el ganador definitivo porque los resultados de cuatro estados estuvieron en el aire hasta el último momento.