IU sigue poniendo los cimientos para, al menos, intentar que haya un acercamiento entre Sumar y Podemos de cara al siguiente ciclo electoral. El coordinador federal de la formación, Antonio Maíllo, defenderá el próximo domingo ante la dirección de IU su hoja de ruta para "trabajar la unidad a la hora de actuar con el resto de organizaciones", una iniciativa que la formación ha asumido en primera persona con la intención de reflotar el espacio a la izquierda del PSOE. La federación que lidera Maíllo tiene la ventaja de ser la única que sigue manteniendo contactos tanto con Sumar como con Podemos. Pero el líder de IU también avisa a ambos: la unidad solo será posible con "todos dentro, sin vetos cruzados".
Así se plantea en el borrador del informe político que presentará este domingo Maíllo ante la Coordinadora Federal de IU, su máximo órgano entre congresos, una cita en la que el líder de la formación se reafirmará en que tiene "una hoja de ruta clara" que pasa "por una cultura unitaria en la construcción de alianzas". En el borrador de su discurso, al que ha tenido acceso 20minutos, Maíllo informa abiertamente de que ha "entablado relaciones con todas las organizaciones que formaron parte de la candidatura de Sumar el 23J de 2023, incluido Podemos", e insiste en la necesidad de acabar con la división a la izquierda del PSOE.
"Para llegar en las mejores condiciones al siguiente ciclo electoral debe existir una coordinación entre iguales", plantea igualmente el líder de IU, un mensaje dirigido no solo a Sumar y a su líder, Yolanda Díaz, sino también a Podemos, que desde hace meses insiste en que ha tomado su propio camino y en que, al menos por el momento, no tiene ningún interés en hablar de la unidad de la izquierda. Maíllo, no obstante, lanza varios mensajes más dirigidos, estos sí, únicamente a Díaz, a quien exige "una democratización en la toma de decisiones" dentro de Sumar y acabar "con la confusión de las nomenclaturas, como es Movimiento Sumar (partido) y Sumar (coalición)".
Para el dirigente, no obstante, el requisito fundamental para un eventual acercamiento de los partidos a la izquierda del PSOE es que exista intención. "Hace falta método de funcionamiento, que aún no existe, y hace falta voluntad política de reencuentro pensando en los intereses de la clase trabajadora de nuestro país", plantea en su borrador Maíllo, que recuerda que su partido "ha lanzado una propuesta para trabajar la unidad a la hora de actuar con el resto de organizaciones" que "busca involucrar a más personas en la política, construir una organización social, fomentar la movilización y, mediante una metodología democrática y participativa, lograr una única candidatura de las izquierdas federales y confederales para las próximas citas electorales".
La "Convocatoria por la democracia"
IU ha llamado a ese proceso "Convocatoria por la democracia", un foro que tendrá su primera cita el 23 de noviembre y que la formación quiere que sirva para "construir alianzas competitivas, motivar a la gente a participar políticamente y generar un revulsivo que ponga fin a la suma de debilidades". A esa "Convocatoria por la democracia", la federación tiene previsto invitar a movimientos sociales y sindicatos, y debate aún si también cursar invitación a sus partidos aliados.
Según aseguraban hace unos días fuentes de IU, el acto de noviembre no está pensado para buscar soluciones a los problemas de la coalición Sumar, sino como primer paso de un proceso que, posteriormente, debe seguir con la celebración de asambleas en barrios y pueblos —promovidas por IU, pero a las que se invitaría a cualquiera que quisiera participar— y terminar con la aprobación de una nueva hoja de ruta política.
Este proceso tiene un segundo objetivo mucho más mundano: volver a atraer a los "militantes náufragos" que han terminado abandonando el espacio en los últimos meses y años por su deriva y también, en el mejor de los casos, a votantes desencantados. El espejo en el que se mira IU es la Convocatoria por Andalucía que puso en marcha en 1984 el Partido Comunista y que fue todo un éxito: tras meses de asambleas impulsadas por el partido y los movimientos sociales, las discusiones cristalizaron en un programa y en la elección de Julio Anguita como candidato a las elecciones autonómicas de 1986, unos comicios en los que IU tuvo su segundo mejor resultado histórico: casi un 18% de los votos.
