Esta enfermedad puede dañar el hígado durante años sin ser detectada

Entre otras tareas, el hígado se encarga de digerir los alimentos, eliminar los desechos del cuerpo y producir los factores de coagulación, que son sustancias que mantienen un buen flujo sanguíneo. Entre los factores que dañan nuestro hígado y pueden causar problemas hepáticos, además del hereditario, están los virus, el consumo de alcohol y la obesidad.

Con el tiempo, las afecciones que dañan el hígado derivan en cirrosis (la formación de cicatrices). Esta afección puede llevar a la insuficiencia hepática, que pone en riesgo la vida. Sin embargo, el tratamiento temprano puede darle al hígado tiempo para sanar.

Pero la enfermedad más frecuente del hígado es la enfermedad hepática por depósito graso. Es una condición en la que el exceso de grasa no causado por consumo de alcohol se almacena en el hígado. Ese depósito de cantidades anormalmente elevadas de grasa puede causar inflamación y cicatrices. Es decir, del hígado sano podemos pasar al hígado graso; de este, a la fibrosis; y finalmente, a la cirrosis.

La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) calcula que el 25% de los españoles padece esta enfermedad. Cada año se diagnostican en nuestro país cerca de 2.000 nuevos pacientes con fibrosis avanzada asociada al hígado graso. Se calcula que casi un 10% de quienes la padecen están en riesgo de desarrollar una patología más grave, como cirrosis o cáncer hepático.

Más riesgo de enfermedad cardiovascular

"Esta enfermedad está muy ligada a la epidemia de obesidad y de diabetes que hay en la población, aunque afortunadamente solo una pequeña parte de estos pacientes hacen un cuadro hepático más importante", asegura José Luis Calleja, presidente de la AEEH.

Esta enfermedad está muy ligada a la epidemia de obesidad y de diabetes"

Pero hay más. La enfermedad hepática por depósito de grasa también aumenta el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. Un estudio analizó la asociación entre esta enfermedad con la aparición de arterosclerosis y enfermedades cardiovasculares altamente relacionadas con el síndrome metabólico. "Esta afección multiplica los riesgos de enfermedad vascular", asegura Manuel Romero, especialista en Aparato Digestivo y experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD).

Dañando el hígado sin ser detectada

La enfermedad hepática se puede desencadenar por diversos factores. El consumo excesivo de alcohol, la obesidad, la diabetes, las infecciones por hepatitis y el consumo excesivo de medicamentos podrían contribuir a un hígado inflamado y, finalmente, fibrótico.

Pero la enfermedad hepática por depósito de grasa puede dañar el hígado durante años sin ser detectada. "Es una patología que no presenta síntomas, siendo diagnosticada en muchos casos en un análisis de rutina cuando se mide el índice de transaminasas o en una ecografía abdominal solicitada por otro motivo", explica a Europa Press Marta Abadía, hepatóloga y especialista en aparato digestivo.

Esta afección multiplica los riesgos de enfermedad vascular"

Se estima que en 20 años se habrá convertido en la principal causa de mortalidad relacionada con el hígado. Por eso, el diagnóstico precoz es fundamental para poder controlar su evolución.

Esta afección está considerada en la actualidad como la manifestación hepática del síndrome metabólico, se lee en el estudio Tratamiento de la enfermedad hepática por depósito de grasa. Su espectro clinicopatológico incluye desde la esteatosis simple hasta la esteatohepatitis. La primera presenta un curso clínico relativamente benigno, pero la esteatohepatitis puede progresar hacia cirrosis y hepatocarcinoma.

Cómo tratar el depósito de grasa en el hígado

Los autores de esta investigación son los doctores Marta Cobo Martín, Pedro Fernández Gil y Javier Crespo del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander). Explican que en la actualidad no hay un tratamiento bien definido para la enfermedad hepática por depósito de grasa. Según su estudio, la mejor opción es una terapia multidisciplinaria que incluya el tratamiento de:

  • Obesidad
  • Resistencia a la insulina
  • Hipertensión arterial
  • Hiperlipemia
  • Diabetes mellitus

Las evidencias científicas disponibles permiten suponer que la enfermedad hepática por depósito de grasa tiene un claro potencial evolutivo. De ese modo, puede evolucionar hacia la cirrosis hepática y la insuficiencia hepática terminal.

Esperemos que la respuesta acerca de qué tratamiento es el más adecuado esté relativamente próxima en el tiempo"

Durante los últimos años, se ha producido un notable avance en el conocimiento de la prevalencia, la historia natural y la patogenia de esta enfermedad. Sin embargo, aseguran los autores, no se han producido auténticas novedades acerca del manejo terapéutico.

Por eso, estos investigadores consideran que en los próximos años deberá definirse con precisión el mejor tratamiento posible, así como el momento idóneo para su inicio. "Esperemos que la respuesta acerca de qué tratamiento es el más adecuado para estos pacientes esté relativamente próxima en el tiempo", escriben en su estudio.

Referencias:

Association of NAFLD with subclinical aterosclerosis and coronary-artery disease: meta-analysis, en Revista Española de Enfermedades Digestivas.

Marta Cobo Martín, Pedro Fernández Gil y Javier Crespo, en Tratamiento de la enfermedad hepática por depósito de grasa, en Revista Gastroenterologia y Hepatologia.

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