La UE prohibirá este lunes la llegada a sus puertos de barcos con gas natural de Rusia que tengan como destino terceros países

La UE restringirá por primera vez la llegada de gas natural procedente de Rusia mediante el acuerdo que se ha alcanzado este jueves en Bruselas para prohibir la llegada a puertos europeos de buques cargados con gas natural licuado (GNL) ruso que tengan como destino un país tercero, de modo que cerrará una ruta que lo transporta hacia Asia, según los expertos. La medida figura dentro de un nuevo paquete de sanciones contra el régimen de Vladimir Putin que han acordado este jueves los embajadores de los Veintisiete y que el lunes que viene refrendarán los ministros de Asuntos Exteriores.

Según han confirmado fuentes comunitarias, los embajadores de los países de la UE han cerrado el acuerdo sobre la primera medida comunitaria en contra del gas ruso, que no se prohibirá en su totalidad ni para las compras que los operadores hagan para abastecer a los Estados miembros, pero sí cerrará los puertos al tráfico de gas natural licuado -que se transporta en metaneros- que tenga como destino final otro país fuera de la UE. "La UE se ha dado cuenta por fin del papel que juegan sus puertos en el transporte de GNL ruso a Asia", han valorado los expertos de Energía del think tank con sede en Londres IEEFA, que elabora análisis sobre las adquisiciones de gas ruso.

Esta sanción guarda relación con la discusión que hace unos meses abrió entre los ministros europeos de Energía la posibilidad que da la nueva directiva de gases renovables para que los gobiernos europeos que lo deseen puedan prohibir de manera unilateral las importaciones de gas procedente de Rusia y de Ucrania, algo que rechazan países como España y Bélgica, cuyos operadores de energía siguen siendo los principales compradores de GNL ruso. Sus gobiernos no querían tomar esa decisión en solitario, por el perjuicio que eso podría causar a sus empresas y también ante la evidencia de que el gas llegaría igualmente a la UE, pero a puertos de otros países.

Así lo indicó en marzo la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en el primer Consejo de Energía que se celebró después de que entrara en vigor la norma que da esta posibilidad y en el que buscó una acción coordinada del resto de países. Sin embargo, no pudo más que constatar que no había quorum para actuar de forma conjunta en contra de las importaciones a la UE de gas natural licuado desde Rusia.

En una comparecencia en el Senado semanas después, Ribera apuntó a que la UE continuaba trabajando en torno a las importaciones de GNL ruso y poco después se supo que el Alto Representante para la Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, había propuesto a los países de la UE un nuevo paquete de sanciones contra Rusia -el décimo cuarto- que incluía la prohibición de que barcos cargados con GNL de Rusia atraquen en puertos europeos cuando su destino final sea un país de fuera de la UE. La propuesta ha sido respaldada este jueves por los embajadores -en el Coreper- y el lunes previsiblemente la aprobará el Consejo de Asuntos Exteriores que se celebrará en Luxemburgo.

España, entre los primeros importadores

Esta medida no hará que el gas ruso deje de llegar por barco a los países de la UE, entre los que España sigue destacando como uno de los principales importadores. De acuerdo al seguimiento de las importaciones europeas de GNL que elabora IEEFA, Rusia fue el segundo exportador a la UE después de Estados Unidos y solo España, Francia y Bélgica recibieron el 80% de estas importaciones, que entre 2021 y 2023 crecieron un 11%. Según Enagás, en enero de 2024 Rusia era el tercer principal origen del gas que entra en España, después del GNL de Estado Unidos y del gas que llega desde Argelia por gasoducto y llegaron de allí 8.687 gigavatios de gas, un 26,9% más que en enero de 2023.

El año pasado, la UE gastó más de 8.000 millones en importar GNL ruso, de los que los operadores españoles pagaron la mayor cantidad, 2.310 millones, por delante de Francia, Bélgica y Países Bajos. Según el mismo informe de seguimiento de IEEFA, hay dos puertos españoles entre los cinco que más metaneros rusos con GNL han recibido en estos dos años, el de Bilbao y el de Mugardos, en Ferrol.

Los principales receptores en la UE de metaneros con GNL ruso, el puerto belga de Zeebrugge y el francés de Montoir-de-Bretagne, siguen recibiendo gas desde un yacimiento ruso en Siberia que el año pasado terminó en un 90% del total en mercados no europeos, abunda esta consultora londinense para ilustrar el efecto de esta nueva sanción de la UE, que puede servir para estrangular rutas comerciales con Asia "sin afectar a la seguridad de suministro de la UE y que evitará que Rusia utilice sus terminales [de GNL] para su beneficio propio".

Primera medida contra el gas

En todo caso, con esta nueva sanción la UE actúa por primera vez de forma explícita en contra del gas ruso, que en estos momentos solo llega por barco, en estado líquido, después de los sabotajes que en septiembre de 2022 dejaron inutilizados los gasoductos que unen Rusia y Alemania, el Nordstream 1 y el Nordstream 2 y por los que llegaba en estado gaseoso.

Hasta ahora, en el ámbito de la energía, la UE ha actuado mediante sanciones contra el petróleo desde Rusia, al prohibir su importación vía marítima y de productos petrolíferos refinados, así como el gas licuado de petróleo (GLP) y también del carbón ruso en todas sus modalidades.

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