Con España ya clasificada desde que ganó a Italia el pasado jueves en su segundo partido, para conocer el rival en los octavos de final de la Roja (domingo, 21 horas) toca esperar más de lo normal debido al complejo sistema ideado por la UEFA.
Al haber 24 selecciones y unos octavos de final —hasta 2012, de la fase de grupos se pasaba a los cuartos directamente—, se clasifican los dos primeros de cada grupo y cuatro de los seis terceros. Sin embargo, cada líder de grupo no tiene asignado un tercero, sino que depende de un complejo sistema ideado por el máximo organismo continental futbolístico.
Son dos los líderes de grupo que se enfrentan a segundos (los del A, Alemania, y el D), mientras que los del B, C, E y F se enfrentan a un tercero cuya asignación depende de cuáles son los que se meten. En el caso de España, se mide a un tercero de los grupos A, D, E, y F todavía por determinar y que no se sabrá hasta que se sepa cuáles son los clasificados.
Tras el empate de Italia ante Croacia, todo parece indicar que la selección balcánica quedará eliminada (necesita una carambola para meterse), pero aún no está matemáticamente fuera y falta por saber cuál sería el otro grupo que no mete a su tercero.
Hungría (tercera del Grupo A), Austria, Francia o Países Bajos (serán terceras del Grupo D), Rumanía, Bélgica, Eslovaquia o Ucrania (del Grupo E) y Turquía, Bélgica o Georgia (del Grupo F) son los posibles rivales de España.
