La cuenta atrás para conocer el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos ya está en marcha: el recuento ya ha comenzado en los primeros estados de la costa este para decidir al próximo presidente de la nación norteamericana: Donald Trump o Kamala Harris. Todos los sondeos apuntan a que serán unos de los comicios más reñidos de la historia: las encuestas dan una distancia mínima entre Kamala Harris y Donald Trump y los expertos creen que será el mínimo detalle el que decante la balanza y decida el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Más que nunca, la clave podría estar en los llamados 'swing states', unos territorios que los candidatos procuran visitar estos últimos días de campaña: al contrario que aquellas regiones en los que la ventaja es clara para demócratas o republicanos, en los llamados 'estados bisagra' puede estar la llave de la Casa Blanca.
Siete 'estados bisagra' con 93 votos electorales
Nevada, Arizona, Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin: estos estados, que reparten 93 delegados electorales, son los llamados 'swing states': estados sin una tendencia clara de voto y que pueden variar entre unas elecciones y otras.
A diferencia de otros territorios, estos Estados no son feudos demócratas o republicanos, por lo que las candidaturas de ambos partidos centran sus esfuerzos en captar el voto de estas regiones, a sabiendas de que han jugado un papel clave en otras elecciones y lo harán con toda seguridad en estas.
El número de swing states no es fijo, ya que puede variar en cada elección: depende, en gran parte, de lo definidas que estén las expectativas de voto en cada región. En el caso de las elecciones de 2024, esos son los 7 estados más reñidos entre Trump y Harris: en ellos, la media de los sondeos da una diferencia de apenas uno o dos puntos porcentuales entre ambos candidatos.
Harris parte con una ventaja mínima con todo por decidir a tres semanas
Esta media de sondeos nacionales y estatales, publicada y actualizada periódicamente por el The New York Times, la lucha entre demócratas y republicanos está al rojo vivo: Harris gana por 1 punto porcentual en cuatro de ellos (Pensilvania, Carolina del Norte, Nevada y Wisconsin) mientras que Trump lo hace por un punto en Michigan y por dos en Georgia y en Arizona, un Estado que fue decisivo para la victoria de Biden en 2020 y que ahora cambiaría de color.
Así las cosas, los estados bisagra serán clave para decidir al próximo presidente de los Estados Unidos: los sondeos nacionales dan a Kamala Harris una ventaja mínima de apenas un punto porcentual sobre Trump (49% a 48%). Si los pronósticos se mantienen como hasta ahora, Harris ganaría la Casa Blanca con 277 delegados electorales frente a 261 de Trump. Sin embargo, el cambio de uno o dos de estos swing states cambiaría el resultado final. El sistema electoral, el conocido como winner-takes-all, podría decantar las elecciones por un único voto
La ventaja es tan escaso que entra dentro del margen de error, y en un entorno tan volátil como el de esta campaña electoral, la precisión de los sondeos es muy relativa. En ese sentido, el cambio de color de cualquiera de los swing states, aunque fuese solo uno, haría saltar por los aires la victoria por la mínima que las encuestas, eso sí, le dan hasta ahora a Harris.