Hamás activó el polvorín de Oriente Medio hace justo un año con el salvaje ataque terrorista del 7 de octubre, que dejó más de 1.800 muertos en suelo israelí y el secuestro de 251 rehenes. Un año después, el ejército de Israel ha arrasado casi por completo la Franja de Gaza y ha abierto un segundo frente contra Hezbolá en el sur del Líbano. La guerra se extiende sin remedio por la región, mientras las víctimas y los desplazados se cuentan por millares. La amenaza de un conflicto global está latente y no se vislumbran indicios de paz en el horizonte.
En plena escalada de la tensión, cuatro oficiales de alto rango de las Fuerzas Armadas españolas en la reserva (teniente general Francisco Gan Pampols, general de brigada Salvador Sánchez Tapia, general de división Rafael Dávila Álvarez y almirante Juan Rodríguez Garat) analizan en 20minutos las claves y el futuro del conflicto en Israel:
Francisco Gan Pampols | Teniente general
"La derrota total no es factible porque la ideología no se mata"
1. ¿Puede Israel derrotar militarmente a Hamás y Hezbolá? El problema del término militarmente es que es poco descriptivo. Quiero decir que solo se acaba derrotando a alguien cuando no es solo militarmente, sino totalmente. Puedes acabar anulando la capacidad ofensiva de Hamás, que ahora mismo está prácticamente anulada porque su potencial para actuar es mínimo, y puedes reducir la capacidad de Hezbolá, pero mientras lo que subyace detrás de esos dos movimientos terroristas no se resuelva, el problema seguirá estando latente y volverá a aparecer. Será cuestión de tiempo, pero se volverán a reconstituir, habrán aprendido de sus errores y volverán a actuar. La derrota total no es factible porque la ideología no se mata y no es posible eliminar todos los elementos que constituyen esas organizaciones porque viven y se esconden entre la población.
2. ¿El conflicto puede desencadenar una guerra global en la región? No, eso sería un fracaso de la política exterior de las principales potencias del mundo, entre ellas EEUU y China, y no beneficia a nadie incendiar esa región. Además, si Irán entrase en una guerra directa con Israel, estaría arriesgando muy mucho su propia supervivencia. Y a diferencia de 2006, Israel tiene visión estratégica, solo pretende alejar a Hezbolá de su frontera creando una 'buffer zone' al sur del río Litani para asegurarse de que en esa zona no hay ninguna actividad de Hezbolá. Eso implica una permanencia indefinida del ejército israelí o que la misión interina de Naciones Unidas (FINUL), que ahora mismo está desplegada en el sur del Líbano, se encargue de asegurar que es una zona desmilitarizada. Hasta ahora solo tenía una misión de verificación, no de interposición y mucho menos de acción directa sobre fuerzas desplegadas.
3. ¿Cuándo y cómo se puede alcanzar la paz? Hezbolá tendría que dejar de lanzar cohetes contra Israel, algo que sigue haciendo, y tendría que retirarse al norte del río Litani. Y para que Israel abandone Gaza, o reduzca su presencia al mínimo, alguien tendría que entrar en la Franja para garantizar la seguridad, quizás tropas de una coalición de países árabes, que serían los mejor recibidos, liderada por Arabia Saudí o Egipto.
Salvador Sánchez Tapia | General de brigada
"Es como luchar contra la hidra de siete cabezas"
1. ¿Puede Israel derrotar militarmente a Hamás y Hezbolá? Puede derrotar militarmente a esas dos organizaciones terroristas, de hecho, prácticamente ya ha conseguido ese objetivo en Gaza y por eso se permite el 'lujo' de orientar sus esfuerzos hacia Hezbolá. El problema es que no puede eliminar la raíz de esos movimientos. Hamás y Hezbolá consideran que Israel es una humillación para el pueblo palestino y que no debería existir y esa es una idea bastante arraigada en la región. Entonces, si no dedicas un importante esfuerzo de presencia y control sobre los territorios donde operan esos grupos, será cuestión de tiempo que vuelvan a resurgir. Es como luchar contra la hidra de siete cabezas. Israel puede eliminar la amenaza a corto plazo, pero no que vuelva a surgir después. La victoria militar no elimina el problema.
2. ¿El conflicto puede desencadenar una guerra global en la región? Es una posibilidad, aunque no la veo muy probable porque nadie tiene interés en que aquello se convierta en un conflicto regional, entre otras cosas, porque nadie tiene la certeza de que vaya a ganar. En el caso concreto de Irán, tendría que vigilar mucho lo que hace porque sabe que entrar en guerra podría significar el colapso de la República Islámica. Todos los actores tienen interés en que haya la mayor estabilidad posible, el problema es que en este tipo de situaciones intervienen muchos factores y no se puede descartar que alguien tome una decisión errónea y provoque una reacción irracional del otro, desencadenando una escalada militar indeseada.
3. ¿Cuándo y cómo se puede alcanzar la paz? Bueno, si hablamos de paz como ausencia de guerra, podríamos aspirar a ella si algún poder externo con autoridad y voluntad de hacerlo se impusiera como árbitro en la región. El problema es que no veo a nadie que pueda ejercer ese papel porque Estados Unidos se retiró, China no tiene ningún interés y no hay muchos más actores que tengan esa capacidad. Y si entendemos paz como una situación de estabilidad y armonía duraderas, no veo ni a corto ni a medio plazo ninguna posibilidad. Para que se produjera, primero todos los estados árabes deberían aceptar a Israel como una realidad, pero estamos lejos de ello porque muchos lo consideran un elemento extraño a extirpar. Eso por no hablar de la quiebra existente entre los mundos sunita y chiita. No hay que olvidar que estamos hablando de Oriente Medio, un área geográfica que jamás en la historia ha sido un remanso de paz y ha vivido bajo una violencia sempiterna desde antes de Cristo. Solo ha habido relativa calma cuando ha habido un poder, como los selyúcidas o los omeyas, capaz de unificar el territorio e imponer su ley.
Rafael Dávila Álvarez | General de división
"La misión de Naciones Unidas ha fracasado y alguien tendrá que explicar por qué"
1. ¿Puede Israel derrotar militarmente a Hamás y Hezbolá? Israel puede destruir la amenaza inminente que supone Hezbolá porque no hay comparación posible entre ambos ejércitos, pero no la destruirá totalmente y volverá dentro de un tiempo. En las guerras de hoy en día no hay victorias o derrotas militares. ¿Qué pasó en Afganistán? ¿La retirada de EEUU de Kabul fue una derrota o una victoria? Habría que analizar eso muy detenidamente. Luego está la batalla del relato. Israel ha ganado la guerra en Gaza, pero todo el mundo habla de la masacre de Gaza, así que la victoria es algo muy relativo. Por otra parte, en Israel no hay un conflicto local, sino globalizado, y para lograr la destrucción total de Hamás y Hezbolá, tendría que acabar con todos los apoyos que reciben esas dos organizaciones terroristas. Una de las razones de esta guerra son los Acuerdos de Abraham, que, por cierto, los firmó Donald Trump. No solo están Hamás y Hezbolá, sino que hay muchos actores en juego: Irán, pero también Arabia Saudí, Jordania, los países del Golfo, Marruecos...
2. ¿El conflicto puede desencadenar una guerra global en la región? Como dijo Clausewitz, aquí todo depende de la fricción y del azar. Aunque los análisis sean muy correctos y exactos, al final puede pasar como ocurrió con el atentado contra el archiduque Francisco Fernando de Austria, que dio inicio a la Primera Guerra Mundial. Una cerilla cae en mal sitio y prende el polvorín. Pero hay una cosa que a mí me llama mucho la atención y es que al norte de Israel hay 10.000 cascos azules de la ONU, que estaban allí para que no hubiese conflicto ni agresiones en las fronteras de Israel con Líbano y Siria, pero no lo han conseguido. Su capacidad de acción ha estado muy limitada porque han ido con escobas en vez de fusiles. Es evidente que la misión de Naciones Unidas ha fracasado y alguien tendrá que explicar por qué.
3. ¿Cuándo y cómo se puede alcanzar la paz? Como dije antes, este es un conflicto global y, por ahora, yo no le veo final. Hay que ampliar el zoom y ver que hay muchos factores en juego porque se está diseñando el mundo del futuro: el petróleo se acaba y los países del Golfo tienen que buscar alternativas, Arabia Saudí tiene el problema del Yemen, la ONU que se dibujó después de la Segunda Guerra Mundial ya no sirve para nada, el poder emergente de China y de los BRICS... estamos en un mundo muy complejo. En Ucrania llevamos tres años de guerra y no ha habido ni el más mínimo acercamiento a una postura de paz. Hay que esperar, además, a las elecciones norteamericanas del próximo 4 de noviembre porque la entrada del nuevo presidente de Estados Unidos marcará seguro la agenda mundial.
Juan Rodríguez Garat | Almirante
"Hay demasiado odio y ambos tienen sus razones para odiarse"
1. ¿Puede Israel derrotar militarmente a Hamás y Hezbolá? Hamás ya está derrotado militarmente, pero Israel no ha conseguido sus objetivos de guerra en Gaza, que eran la destrucción de la amenaza que supone Hamás y el regreso de los rehenes. Y Hezbolá es un rival aún más duro al que podría derrotar en una guerra convencional, pero Israel se enfrenta a un problema estratégico muy diferente. Su ejército consiguió ocupar la Franja de Gaza con mucho esfuerzo y sacrificio, pero el Líbano es muchísimo más grande y poblado. Aunque no todo es feudo de Hezbolá, la milicia chií puede retirarse a otras partes del territorio libanés fuera del alcance de Israel, algo que no ocurría en Gaza, donde Hamás no tenía escapatoria. Ya no es solo que Hezbolá tenga un armamento más sofisticado, es que las condiciones del entorno facilitan su resistencia.
2. ¿El conflicto puede desencadenar una guerra global en la región? Creo que no, porque a nadie le conviene. Irán ya ha tenido varias oportunidades de entrar en guerra y no lo ha hecho. El régimen iraní creado por Jomeini para promover la revolución islámica es un Estado prácticamente fallido desde el punto de vista económico y social, y lo único que lo mantiene en el poder es el enfrentamiento contra Israel. Pero al régimen le basta con un enfrentamiento de palabra, solo hay que ver lo comedido de sus actuaciones. Y tampoco Israel tiene interés en provocar una guerra abierta con Irán. A Hamás le encantaría esa guerra regional, pero no puede causarla por sí solo, y Hezbolá es un títere de Irán.
3. ¿Cuándo y cómo se puede alcanzar la paz? Sinceramente, creo que por desgaste. Es posible un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá, pero en Gaza, que es el origen de este conflicto, solo se puede llegar a un final por desgaste, como el que puso fin a la Segunda Intifada, cuando ambos se cansaron y sin firmar ningún acuerdo de paz, poquito a poco las hostilidades fueron disminuyendo. Quizás llegue un día, como en 2005 en Gaza, en el que sin decir nada, sin desfiles ni anuncios importantes, el ejército israelí decida salir de la Franja y Hamás desista de su campaña de continuo hostigamiento a Israel, por lo menos durante un tiempo, que durará hasta que reúna la fuerza necesaria para intentarlo de nuevo. Es un conflicto muy enquistado en el que hay demasiado odio y ambos tienen sus razones para odiarse. No se resolverá hasta que ambos cedan y se acepten. El pueblo palestino debe reconocer la existencia segura de Israel e Israel tiene que devolver Jerusalén Este al Estado palestino. Son cesiones difíciles que requieren de grandes líderes en ambos lados, líderes dispuestos a arriesgar su futuro político y personal, porque ya han sido asesinados Isaac Rabin, en Israel, y Sadat, en Egipto, por buscar la paz. Hoy día no se ven esos líderes, ni siquiera en un futuro cercano.
