Algunas medidas de seguridad tomadas por las autoridades francesas para hacer frente a amenazas terroristas durante los Juegos Olímpicos de París 2024 fueron "innecesarias y desproporcionadas", y otras se revelaron discriminatorias o incluso ilegales, tal y como han evaluado e informado este martes un grupo de expertos de Naciones Unidas.
En un comunicado conjunto, tres relatores de derechos humanos de la ONU subrayaron que en muchos casos "las medidas de seguridad se aplicaron de forma indiscriminada o excesivamente generalizada, algo que no era proporcionado a la hora de hacer frente a potenciales riesgos".
Los expertos recordaron en este sentido que las autoridades francesas iniciaron 1,2 millones de investigaciones administrativas como parte de las medidas de seguridad para los Juegos, lo que se tradujo en restricciones para unas 4.000 personas a la hora de acceder a determinadas áreas de la capital francesa.
Además, se impusieron medidas de control y vigilancia individual a 559 personas, se llevaron a cabo 848 registros de vivienda, y se desplegó un dispositivo de seguridad sin precedentes que incluyó drones y el uso de inteligencia artificial con tecnología de vídeo.
"También hubo un aumento significativo de las órdenes de expulsión de Francia, y 20 personas fueron desposeídas de la nacionalidad francesa", recordaron en el comunicado los relatores de la ONU para lucha antiterrorista (Ben Saul), libertad de reunión (Gina Romero) y derechos culturales (Alexandra Xantakhi).
Según los firmantes, se reveló que muchas de estas medidas violaban la ley francesa, como evidenció la anulación de algunas de ellas por los tribunales, mientras que otras no cumplieron las salvaguardas judiciales o el debido proceso.
"También se registraron patrones de políticas discriminatorias, al apuntar contra individuos o grupos debido a sus opiniones políticas, afiliación religiosa o etnia", subrayaron los tres expertos.
Saul, Romero y Xanthaki urgieron a las autoridades francesas a llevar a cabo una revisión imparcial de las medidas de seguridad tomadas el pasado año, con el fin de que "tanto Francia como otros países saquen lecciones sobre cómo garantizar la seguridad de futuros eventos multitudinarios"