Una nutricionista advierte del riesgo de comer tostadas por la mañana: "Es mejor que no desayunes"

Un desayuno adecuado proporciona la energía que se necesita para afrontar el día, porque si bien no es la comida más importante del día, tal y como se suele decir coloquialmente, es igual de relevante que el resto y también merece la pena saber qué hay que incluir y qué no conviene tomar durante esta ingesta. En España es muy frecuente comenzar el día con un café y unas tostadas, aunque también hay quien se deja tentar por una pieza de bollería, se regala un capricho en los días festivos con unos churros o intenta ganar un poco de tiempo con unas galletas o unos cereales.

La importancia de tomar un desayuno completo y equilibrado, que nos aporte los nutrientes que necesitamos, se convierte en una prioridad, sobre todo en esos casos en los que es imposible comer en casa y se tiende a comer cualquier cosa. El desayuno pasa a convertirse en un indispensable para todas esas personas, en la mejor manera de empezar el día con energía, sin descuidar nuestra salud y, por supuesto, sin renunciar a esos alimentos que tanto nos gustan.

El riesgo de comer tostadas por la mañana

Algo tan habitual como empezar el día con unas tostadas, parece que no siempre es recomendable, por lo menos así lo asegura en su cuenta de TikTok la nutricionista Estíbaliz García, quien aporta algunas recomendaciones para que ese desayuno sea realmente energético y ayude a que la mañana transcurra sin que nos sintamos “cansados y hambrientos al cabo de unas horas”. Según afirma la nutricionista, si el desayuno va a consistir en tostadas con mantequilla o solo con aceite, “es mejor que no desayunes”.

Esto puede sonar un tanto radical, pero tiene su explicación y es que tomar las tostadas de este modo en lugar de proporcionar energía, la quita, consiguiendo el efecto contrario a lo que queremos lograr. El problema de tomar las tostadas de esta manera es que no se incorpora suficiente proteína y grasa. La solución no es demasiado complicada para la nutricionista, que recomienda “desayunar unas tostadas con aguacate y un par de huevos, o añadir jamón ibérico a tu tostada con aceite”.

Además de recomendarnos una forma de integrar todo lo que nuestro desayuno necesita (hidratos de carbono, proteínas y grasas buenas), también recuerda otro error habitual de los desayunos si después se va a pasar tiempo sentado en la oficina, y es tomar zumo. Este tipo de preparaciones son “ricas en fructosa y bajas en fibra”, por lo que causarán el mismo efecto que señalaba antes en las tostadas, poco tiempo después nos sentiremos cansados y hambrientos de nuevo.

¿Qué debe tener un desayuno saludable?

En un buen desayuno, completo y saludable, hay algunas cosas que no deben faltar, como los hidratos de carbono complejos de absorción lenta. A pesar de lo sonoro de su nombre, estos son los que encontramos en el pan integral o la avena, resultan más saciantes y gracias as u fibra soluble ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre. En ese desayuno no es mala idea incluir algo de fruta, porque aportará fibra, pero también vitaminas y minerales, por supuesto, siempre y cuando se tome la pieza entera y no en zumo.

Conviene incluir también algo de proteínas de buena calidad, que se pueden sumar gracias a la leche o el yogur, pero también con jamón o huevos. El último de los elementos que no debemos dejar fuera son las grasas de buena calidad, estas las podemos incorporar en forma de aceite de oliva, de frutos secos, con un aguacate o con semillas, como las de lino o chía.