El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, empezó este lunes la semana sugiriendo que la Unidad Militar de Emergencias (UME) no prestó toda la ayuda posible en las primeras horas de la DANA que el martes de la semana pasada asoló parte de la provincia de Valencia y acusando a la Confederación Hidrográfica del Júcar de haber bajado hasta en tres ocasiones sus niveles de "alerta", primero, y después de un silencio informativo de varias horas sobre el cauce del barranco del Poyo, que poco después se desbordaría anegando poblaciones como Paiporta, uno de los puntos negros de las trágicas riadas. En un toma y daca de versiones, el Ministerio de Transición Ecológica ha desmentido con una relación pormenorizada de las diferentes comunicaciones y notificaciones enviadas al Consell y las autoridades de Protección Civil y hasta con una "notificación verbal" en una reunión del centro de coordinación en la que el Gobierno valenciano había asegurado que no se "alertó" de que el caudal había vuelto a crecer notablemente.
El Consell y el Ministerio de Transición Ecológica -del que depende la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) contra la que se dirigían las críticas de Mazón- intercambiaron durante la tarde de este lunes informaciones y versiones en las que el primero quería dejar constancia de que no tuvo información sobre la crecida del caudal en el barranco del Poyo -que se desbordó anegando localidades como Paiporta, Massanassa o Alfarfar- y el segundo, que sí dispuso de ella.
En realidad, esta supuesta falta de notificación sobre la crecida del caudal fue la segunda crítica de Mazón a la CHJ en aquella jornada aciaga. La primera, que manifestó por la mañana, era que el organismo había reducido hasta en tres ocasiones el nivel de alerta que comunicó al Centro de Coordinación de Emergencia, todavía en manos de su Gobierno. Según dijo el presidente valenciano en una entrevista a primera hora, "desactivó tres veces el martes pasado las alertas hidrológicas".
A través del Ministerio, la CHJ no tardó en salir al paso de estas acusaciones mediante un comunicado en el que explicaba que a ella "no tiene entre sus competencias la emisión de alertas públicas por riesgo de crecidas y avenidas" y que su papel se limita a proporcionar datos sobre cantidad de lluvia y nivel de los cauces. Con ella, las autoridades competentes -en este caso, el Centre de Coordinació d'Emergències de la Generalitat- son las tienen tienen el papel de alertar a la población.
Según explicó en un primer comunicado la CHJ, la Generalitat dio la alerta hidrológica el martes a las 12.30, después de recibir su primer mail, que, como también reflejó el Consell en su versión posterior, a las 11.06 horas ya informaba de una crecida hasta los 264 metros cúbicos por segundo en el barranco del Poyo, horas después de que en torno a las siete de la mañana la AEMET hubiera activado la alerta roja en Valencia.
Con esta información, la Generalitar activó una alerta en la que "se advertía a la ciudadanía del peligro de acercarse a riberas y barrancos" que, según mantuvieron tanto la Confederación como el Consell, no se desactivó a lo largo de las horas siguientes. Según la interpretación que subyace de sus explicaciones encontradas, para el Consell esta información -que la CHJ mantiene que sí continuó dando- era clave, mientras que para la Confederación era insignificante en términos de una alarma que llevaba activada desde el medio día.
Alerta y bajada del caudal
Lo que ambos mantienen que sí sucedió durante toda la mañana del martes es una progresiva disminución de los caudales de la rambla del Poyo. No coinciden, sin embargo, en la interpretación de esta circunstancia.
Según informó el Ministerio y refrendó el Consell, a las 13.20 horas, la CHJ envía un primer email al Gobierno valenciano para reportar una primera disminución del caudal, a 120 m3/s, que seguiría bajando hasta los 55,8 m3/s, como se informa a las 14.35 horas, y a las 28,70 m3/s a las 15.50 horas.
Según el primer comunicado del Ministerio, aquí se quedan las "comunicaciones" con el Consell sobre el estado del caudal de agua que baja por el barranco del Poyo, antes de detectar de nuevo un repentino aumento a partir de las 17 horas que lleva a que a las 17.30 alcanzara el mismo nivel que por la mañana había llevado a que el Consell activara una alerta que desde entonces no se había desactivado. El momento critico, dice la CHJ, se registra a las 18.55 horas, cuando el caudal se multiplica casi por diez, hasta los 2.283 m3/s. "En ese momento, la fuerza del agua, que venía reflejándose desde dos horas antes, acaba por arrastrar los sistemas de medición", explicó el Ministerio en este primer relato de los acontecimientos.
Mazón denuncia falta de datos; la CHJ afirma que los dio
Esta versión, que pretendía desmentir la acusación de Mazón de que la CHJ había rebajado tres veces una alerta que el organismo asegura que no es de su competencia lanzar, sirvió a continuación para apoyar otra acusación por parte del presidente valenciano, que entre las 16.13 horas -cuando se le informó de la última bajada del caudal hasta los 28,7 m3/s- hasta las 18.43 horas -cuando este había crecido hasta más de 2.000 m3/s-, la Confederación "no envió ninguna comunicación" al Centro de Coordinación de Emergencias pese a "aumento brusco" de la cantidad de agua que bajaba por el barranco del Poyo.
"La entidad estuvo dos horas y media sin comunicar ningún aviso", reprochó el Consell en una nota en la que asumía las notificaciones y horas previas de las que había informado la CHJ pero en la que denunciaba un silencio informativo durante la crecida más intensa del caudal que pasadas las 18.30 se llevaría por delante los sistemas de medición. Fue la antesala de las horas más críticas, a partir de las 19 horas, en que localidades como Paiporta quedaron totalmente anegadas. Según esta versión, desde las 17 horas no hubo más comunicaciones hasta las 18.43, cuando se avisó "de un caudal de 1.686 m3/s con tendencia ascendente y con una crecida muy rápida".
En medio de ese 'silencio informativo', el Consell denunció incluso que a las 17 horas se celebró una reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) de Valencia a la que asistió también el presidente de la Confederación, Miguel Polo Cebellán, que no habría comentado que el caudal estaba empezando a subir de nuevo.
"En ningún momento se alerta allí de la subida brusca del caudal de la rambla del Poyo ni de las consecuencias especialmente peligrosas que desde las 17 horas se suceden", denuncia el Consell citando el comunicado previo de la CHJ y en alusión a una reunión que todavía seguía en marcha cuando a las 18.43 llegó el último email de la CHJ de que la crecida superaba ya los 1.600 m3/s. "Cuando llega este mail de las 18.43 hora del martes 29 de octubre se está desarrollando la reunión del CECOPI", en la que "los representantes de la CHJ no hacen ninguna advertencia del riesgo existente en la rambla del Poyo", recrimina en Consell.
En su última comunicación cruzada sobre esta cuestión, el Ministerio desmiente totalmente este extremo al asegurar que en aquella reunión hubo una "notificación verbal del incremento generalizado de caudales, especialmente en el río Magro y el río Júcar". Preguntadas por esta "notificación verbal", fuentes del Consell rehusaron dar más explicaciones y se limitaron a remitirse a su nota previa, en la que se denunció que en esa reunión no hubo comentarios al respecto.
Asimismo, en esta última nota, el Ministerio pormenoriza aún más sus comunicaciones sobre la crecida del caudal del barranco, tanto vía email al Consell como mediante "notificaciones", un elemento que el departamento de Teresa Ribera rehusó explicar en qué se diferencia de las "comunicaciones" que él mismo refirió en la mañana del martes 29 de octubre y con las que el Consell sí se dio por informado.
Además de la información hidrológica que de forma "automática" estuvo disponible y actualizada durante todo el día en su web, la CHJ explicó que "notifica de forma redundante a las autoridades de protección civil a partir de un caudal de 150 m3/s". "En diferentes momentos, la Confederación notificó a las autoridades de protección civil la evolución de los caudales del barranco a través de emails", aseguró.
Según la última nota de la CHJ, las "notificaciones" continuaron, aunque en la hora siguiente sin datos de caudales. A las 17.26 horas con "declaración cero y notificación a la Dirección General del Agua de la Generalitat con el Plan de Emergencia de Presa. A las 17.52 horas, para notificar a las autoridades "la declaración de escenario 1". A las 18.05 horas, para notificar "la declaración de escenario 2", hasta que a las 18.43 horas los relatos vuelven a coincidir y la CHJ "comunica" a las autoridades de protección civil de un caudal en el barranco del Poyo de 1.686 m3/s, previa a que a las 18.55 horas se informara de la "destrucción de la estación de aforos por la fuerza del agua con un dato de 2.282 m3/s.
Cuando la CHJ lanzó esta última comunicación con la última medición que fue posible hacer con sus sistemas en el barranco del Poyo, quedaba poco para la media hora más crítica y repentina, entre las 19 y las 19.30 horas, que días atrás describía en declaraciones de televisión el teniente de alcalde de Paiporta, Vicent Ciscar. Se produjo también una hora antes de que los teléfonos de los valencianos tronaran con la alerta del 112 que lanzó el Consell a las ocho de la tarde, 12 horas después de decretarse la alerta tras la primera comunicación por parte de la CHJ sobre el crecimiento del caudal del trágico barranco del Poyo.