Israel y Hamás han cerrado un principio de alto el fuego que pondría fin a la invasión del territorio palestino de Gaza por parte del Ejército israelí. El acuerdo entraría en vigor el domingo si es que el gobierno israelí lo ratifica. Mientras eso llega, sus tropas siguen bombardeando Gaza y anoche el gobierno gazatí controlado por Hamás reportó otros 70 muertos en los bombardeos israelíes.
El pacto alcanzado incluye la liberación, en la primera fase, de los 33 rehenes de Israel a cambio de más de 1.200 presos palestinos. Los nueve presos israelíes heridos y enfermos que forman parte de los 33 liberados saldrán de Gaza a cambio de 110 presos palestinos con condenas de por vida.
Además, Israel liberará a 1.000 gazatíes detenidos después de los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 que no participaron en ellos. Cada uno de los hombres de más de 50 años liberados en la primera fase serán intercambiados por tres presos con condenas de por vida y 27 con otras condenas.
Uno de los palestinos liberados, su preso más destacado, es Marwan Barghouti, condenado y encarcelado por asesinato en Israel. Durante las negociaciones, que han durado meses, Tel Aviv no aceptaba incluirlo en un intercambio de prisioneros. "Barghouti no será liberado en caso de que se llegue a un acuerdo por los rehenes", aseguraba una fuente del Ejecutivo israelí en diciembre pasado. Pero finalmente, el líder del movimiento palestino Fatah sí está entre los beneficiados por el alto el fuego.
Los Barghouti son una de las grandes familias palestinas. Procedentes de Ramala y de pueblos de la gobernación de Al Bireh, muchos de sus miembros son figuras notables de la vida política y cultural palestina. Pese a que está en prisión desde 2002, Marwan está considerado la figura política más popular del momento.
Desempeñó un papel importante durante la primera y segunda Intifadas. Fue dirigente de Tanzim, una de las ramas armadas de Fatah (la organización fundada en 1958 por Yasser Arafat) en Cisjordania. En ese momento, Barghouti justificaba los ataques contra objetivos militares, pero condenaba las acciones armadas contra civiles.
Conocido como el "Mandela palestino", en diciembre de 2016 obtuvo el primer lugar en las elecciones del Comité Central de Al Fatah. Conoce bien Israel y habla hebreo. "Barghouti es a la vez un símbolo nacional y un misterio (...) representa a la generación que creció en Cisjordania y la Franja de Gaza durante las décadas de 1970 y 1980, formando una alternativa desafiante para la generación fundadora encabezada por Arafat, que vino de Túnez y se hizo cargo de la Autoridad Palestina", escribe Michael Milstein en el medio israelí Ynet.
Condenado por cinco asesinatos
Israel le acusó de fundar las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa e intentó asesinarlo en dos ocasiones. El 15 de abril de 2002, Barghouti fue secuestrado en Ramala por agentes israelíes. Durante los interrogatorios admitió su responsabilidad por los ataques de Al Fatah en Cisjordania, aunque negó la de los que se desarrollaron dentro del territorio de Israel reconocido internacionalmente, ataques a los que él se oponía enérgicamente.
Ante la Justicia, Barghouti fue acusado de pertenencia a un grupo terrorista y del asesinato de 26 personas. Se negó a defenderse porque no reconocía la autoridad de un tribunal israelí para juzgarlo. Sin embargo, siguió insistiendo en que apoyaba la resistencia armada a la ocupación israelí, pero condenaba los ataques a civiles dentro de Israel.
Mi padre es el socio definitivo de Israel, es fiel a la visión de dos Estados, ha obtenido el apoyo de todo el público palestino y puede servir como un punto de contacto estable"
En mayo de 2004 fue condenado por cinco cargos de asesinato (cuatro israelíes y un monje griego), así como intento de asesinato y conspiración para un asesinato, mientras que fue declarado inocente de otros 21 cargos de asesinato en 33 ataques por "falta de pruebas". Fue sentenciado a la pena máxima: cinco cadenas perpetuas por los cinco asesinatos y 40 años de cárcel por un intento de asesinato.
Barghouti es miembro del Consejo Legislativo Palestino desde 1996. A pesar de estar encarcelado en Israel, es visto como alguien capaz de cambiar la cara de la Autoridad Palestina. Aunque apuesta por una resolución política del conflicto israelo-palestino y por la defensa de los Acuerdos de Oslo, defiende la lucha armada contra la ocupación israelí.
El carisma de un símbolo
"El dilema de si liberar o no a Barghouti ha sido objeto de debate durante más de dos décadas", según Milstein. Este analista cree que el más famoso preso palestino es un misterio. Lo es, dice, porque "a pesar de haber estado ausente durante más de dos décadas (casi un tercio de su vida), sigue siendo el candidato más popular para liderar el sistema palestino".
A pesar de haber estado ausente durante más de dos décadas sigue siendo el candidato más popular para liderar el sistema palestino"
Las encuestas de la última década muestran que Barghouti supera a cualquier otro candidato en cualquier escenario electoral, incluidos los representantes de Hamás. Para la mayoría es más un símbolo que un personaje real. "El público en general, y en particular la generación más joven, nacida después de haber sido encarcelado, lo ven como la epifanía de los ideales nacionales, principalmente la resistencia y el sacrificio", opina este columnista de Ynet.
¿Por qué se venía negando Israel a incluir a Barghouti entre los beneficiarios de un posible intercambio de presos? Porque al Gobierno hebreo le preocupa que use su libertad para sumarse a la violencia.
Pero su hijo, Qassam, intenta tranquilizar a la parte israelí. Cree que su padre puede ser, efectivamente, el Mandela palestino. "Se están asustando por nada. Mi padre es el socio definitivo de Israel, es fiel a la visión de dos Estados, ha obtenido el apoyo de todo el público palestino y puede servir como un punto de contacto estable, unificador y acordado para la parte palestina", ha declarado.