Cinco años después de su estreno, la obra teatral Jauría vuelve a escena para contar el testimonio real de una víctima de agresión sexual a partir de las declaraciones de los cinco acusados y la denunciante en el juicio de La Manada entre 2017 y 2019.
"El debate que plantea la pieza, para desgracia de todos, está plenamente vigente", ha contado su director Miguel del Arco. Jauría, con dramaturgia de Jordi Casanovas, es una pieza construida íntegramente con fragmentos de las declaraciones de acusados y denunciantes, sumarios y transcripciones, publicadas en varios medios de comunicación.
Esta obra aborda los hechos que ocurrieron a las 3.00 horas de la mañana del 7 de julio de 2016. Fiestas de San Fermín. Ellos son cinco. Son La Manada. El más joven y miembro más reciente debe pasar por su rito de iniciación.
"Es la primera vez que hago revisión de un trabajo propio", ha explicado este martes Miguel del Arco: "Cuando la pusimos en pie en 2019 el suceso estaba muy reciente y estábamos muy pegados a lo que pasó. A día de hoy, la función respira y existe desde un lugar mucho más libre".
"Hacer este espectáculo lleva una reflexión. Me gusta abordar este tema con la perspectiva del tiempo", ha señalado del Arco, quien ha reconocido que la víctima se ha quedado en su vida y retomar la obra con perspectiva le ha ayudado.
La obra, que se podrá ver en Matadero del 7 al 24 de noviembre, ha cambiado. "Arranca la obra con una mujer de 18 años bailando como cualquier joven que ha consumido alcohol y se lo está pasando genial", ha contado Del Arco, quien explica que esta escena antes era menos posible.
En estos cinco años han pasado mucho casos como el de la futbolista Jenni Hermoso, el deportista Dani Alvés o el político Íñigo Errejón y Jauría profundiza en una nueva perspectiva: "No es un problema de señores que no conozco es un problema de la sociedad".