Fueron a trabajar a Reino Unido y acabaron en la ruina: "Nunca imaginé que nos tratarían como si no fuéramos nada"

Diego Martín Baglietto nunca pudo imaginar que la ilusión de iniciar un nuevo trabajo en Reino Unido se convertiría en un infierno. Este argentino español, residente en Barcelona, decidió contestar a una oferta que vio en redes sociales: acudiría a Londres en la campaña de Navidad y cobraría más de 3.000 libras como repartidor. La oportunidad laboral llegó de una subcontrata, One Motion Logistics Ltd, con sede en Oxfordshire y que suele trabajar para Amazon. En noviembre de 2023, más de 50 españoles fueron contratados como autónomos por su delegación en España.

Quince de ellos han dado un paso adelante en una suerte de David contra Goliat y han denunciado a las empresas. A través del sindicato Las Voces Unidas del Mundo (UVW por sus siglas en inglés), les acusan de estafa y discriminación por nacionalidad ante un juzgado de empleo. Además, ponen de manifiesto que se han dado delitos de esclavitud moderna, algo que habría que llevar a un tribunal penal.

Baglietto es uno de ellos, el que más aguantó trabajando allí: 35 días. El repartidor, que estaba en paro, solicitó el puesto y a la semana recibió un email. "Nos pagaban el pasaje, nos pagaban también la casa y se encargaban de todo el papeleo. Después de una reunión en grupo, con la empresa y otros trabajadores, el 14 de noviembre viajamos", explica. "Estaba muy emocionado. Me gusta conducir y trabajar para una empresa como Amazon... me hacía ilusión, también por lo que iba a cobrar, podría mandar dinero a mi hijo de 8 años", confiesa. Todo eran ventajas, por lo que además decidió pedir algo de dinero prestado para no desembarcar en Londres sin nada. "Mi idea era ir y después quedarme", agrega.

Ya en el aeropuerto, una persona de la empresa les recogió y les trasladó hasta su nueva vivienda, a las afueras de Londres. Vivirían siete en un chalet de tres plantas. "La casa era hermosa, estábamos en el sueño de todo chófer", rememora. Un sueño que no tardó mucho en convertirse en pesadilla.

Nunca vimos el visado, para tramitarlo la empresa había puesto que teníamos un familiar allí que no conocíamos

Visados falsos

Tras hacer la formación en las instalaciones de Amazon comenzaron las sorpresas y las sospechas de que "las cosas no iban bien". "Cuando fuimos a firmar todo el papeleo que habían tramitado nos dimos cuenta de que las furgonetas, que eran nuevas, habían sido alquiladas a nuestro nombre. Tras empezar a trabajar, nos mandaron la copia de solicitud de nuestro visado, ya que el visado en sí nunca lo vimos. Para tramitarlo, la empresa había puesto que teníamos un familiar allí que no conocíamos, una persona de Rumanía. Eran falsos", cuenta. Todos estos papeles que les iban entregando, además, nunca fueron traducidos al castellano.

En ese momento, algunos de los compañeros de Baglietto que habían tenido rasguños en sus vehículos o que habían renunciado pasaron de tener que cobrar un sueldo a deber dinero a la empresa. "Les habían pasado un dineral por gastos de reparación de la furgoneta, de limpieza... hasta 5.000 libras. A un compañero le robaron la furgoneta, estuvo desaparecida dos horas hasta que la encontró la Policía, y tuvo que pagar 2.000 libras", sentencia. Me quedé allí porque si esperaba que me pagaran el billete de vuelta iban a cobrarme otras 500 libras. Acabé durmiendo y comiendo en una Iglesia durante tres días

Me quedé porque si esperaba que me pagaran el billete de vuelta iban a cobrarme otras 500 libras. Acabé durmiendo en una Iglesia

"Me quitaron dinero por muchos sitios: por daños a la furgoneta, por gastos de limpieza de la vivienda, por multas...", relata José Manuel Elá Asángono en un vídeo compartido en la web de UVW. "Tras haber trabajado cinco semanas para One Motion solo me pagaron 200 libras de las 3.000 acordadas y, para colmo, me dicen que les debo 5.000", añade.

Esta situación se repitió en cantidades similares con el resto de compañeros. Baglietto, tras trabajar más de un mes durante más de 10 horas al día, recibió 900 libras, lo demás se fue en tasas administrativas para gastos de reparaciones, limpieza... "Me quedé allí porque si esperaba que me pagaran el billete de vuelta iban a cobrarme otras 500 libras. Acabé durmiendo y comiendo en una Iglesia durante tres días hasta que pude regresar a Barcelona", dice compungido. "Fue una pesadilla. Esto va más allá de nuestros conocimientos y de nuestra imaginación. Nunca imaginé que nos tratarían como si no fuéramos nada", asevera.

El día que decidió terminar con la empresa, Baglietto acudió en la furgoneta alquilada y llena de paquetes a la Policía. Allí puso una denuncia penal por los visados falsos contra el directivo de One Motion en España, un empresario de Cantabria, y sus dos hijas, también trabajadoras de la empresa y que se encargaban de tratar con los empleados.

"Un contrato verbal"

"Hay varias cosas ilegales desde el punto de vista del Tribunal de Empleo, en términos de salarios que no han sido pagados; los tipos de castigos; problemas relacionados con la falta de seguro; cuestiones de discriminación porque todos los contratos no eran traducidos en español; y además la formación que hizo también era totalmente en inglés", señala Claire Marcel, responsable legal del sindicato UVW.

El procedimiento contra ambas empresas acaba de comenzar y no será un camino fácil. En los tribunales laborales de Reino Unido estos procesos pueden alargarse hasta dos años. "Se les ofrecieron unas condiciones que no se cumplieron y se les hizo firmar unos contratos que no entendieron", resalta Marcel, que alega que lo vinculante es "el contrato verbal" entre One Motion y los trabajadores por los anuncios de redes y la reunión que habían mantenido. Algo que se detalla en la demanda colectiva presentada y a la que ha tenido acceso 20Minutos.

Desde el brexit, es muy difícil trabajar legalmente en Reino Unido cuando eres un trabajador con bajo salario. Hay que pedir una visa y es muy complicado

Además, Marcel hace hincapié en que se ha incurrido en "un delito de tráfico de humanos" porque "les reclutaron para trabajar ilegalmente", también apunta a que no informaron de qué visados se les hacían y que pedirles dinero a modo de castigo y no pagarles es un claro ejemplo de esclavitud moderna .

"Desde el brexit, es muy difícil trabajar legalmente en Reino Unido cuando eres un trabajador con bajo salario. Hay que pedir una visa y es muy complicado. Lo que hizo One Motion es que una vez que estaban aquí, les hicieron firmar y rellenar unos formularios falsos", desgrana. Para Marcel, el caso de estos trabajadores españoles "es particularmente extremo y muy chocante".

"Fuera de plazo"

Por parte de Amazon, la empresa ha enviado unas declaraciones a este periódico, las mismas que han hecho públicas al conocer el proceso judicial. "Esperamos que las personas contratadas por nuestros colaboradores de reparto reciban una compensación justa y sean tratadas con respeto. Nos han informado del problema y estamos investigándolo", escriben a través de un email. One Motion, sin embargo, ha evitado contestar al asunto.

Eso sí, existe un documento de respuesta a la demanda al que ha tenido acceso este medio. En el mismo, el gigante de Internet elude toda responsabilidad sobre los demandantes alegando que fueron reclutados por la subcontrata. Además, niegan que conocieran la situación y señalan que, pese a que sea verdad, no aceptan "ninguna reclamación en su contra".

En otro documento de la misma índole, One Motion dice que "se ha reclamado tarde" y que el procedimiento "está fuera de plazo". También apuntan a que ninguno de los directores en Reino Unido ha sido nombrado en la demanda colectiva y que los españoles eran "contratistas independientes por cuenta propia y no de la empresa", es decir, autónomos. Además, apuntan a que en los papeles que firmaron se especificaba que One Motion "tiene derecho a compensar, deducir o retener cualquier responsabilidad del subcontratista".

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