La extrema derecha se afianza en Francia ante una pérdida de apoyos de Macron: "Le Pen ha sabido capitalizar el descontento social"

"He escuchado vuestro mensaje, vuestras preocupaciones y no las dejaré sin respuesta [...] Francia necesita una mayoría clara para tener serenidad y concordia". Así anunció el presidente francés, Emmanuel Macron, la disolución de la Asamblea Nacional y el adelanto de las elecciones legislativas, una decisión que comunicó apenas una hora después de que los sondeos señalaran la victoria de la extrema derecha en los comicios europeos. Ahora bien, Macron seguirá en su cargo, puesto que en esta llamada a las urnas no se elegirá a un nuevo jefe de Estado.

En las elecciones legislativas se renuevan los diputados y, entre ellos, se elige al primer ministro (jefe de Gobierno), cargo que actualmente ostenta Gabriel Attal, del mismo partido que Macron -Renaissance (Renacimiento)-, aunque esto podría cambiar. Por su parte, el líder del Ejecutivo culminará su presidencia en 2027, puesto que la Constitución francesa solo permite gobernar en dos mandatos.

El partido de ultraderecha Rassemblement National (RN) -Agrupación Nacional, en español- de Marine Le Pen se convirtió en la fuerza más votada por los franceses en las elecciones europeas con un 31,37% de los votos y 30 escaños, traduciéndose en ocho diputados más que en la legislatura pasada. Esto supuso un gran golpe para Macron, cuya formación, que era parte de una coalición de partidos, logró menos de la mitad de apoyos que RN (14,60% y 13 escaños), empatando en representación con la agrupación del Partido Socialista Francés.

Una pérdida de confianza que el presidente galo ha asumido con la renovación del Parlamento, una cuestión que los franceses votarán en dos vueltas que se celebrarán el 30 de junio y el 7 de julio. No obstante, la popularidad a la baja que ha ido acumulando el líder de Renacimiento viene de tiempo atrás. "Desde el principio Macron ha tenido problemas para gobernar", afirma a 20minutos Marc Vendrell, profesor de Política Internacional de Lisa Institute.

"Al comienzo Macron despertaba muchas esperanzas. Canalizó cierta ilusión porque era alguien nuevo, fresco y joven [tenía 39 años al alcanzar la presidencia en 2017, siendo el más joven de la historia francesa], por lo que representaba un salto generacional", recuerda Luis Rodrigo de Castro, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo. Sin embargo, reconoce que después de su reelección en 2022 y "de algunas cuestiones espinosas", su figura "se fue desgastando".

Del "desgaste" a gobernar en minoría

En su primer mandato (2017-2022), el partido de Macron tenía una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, mientras que ahora contaba con una mayoría simple. En este sentido, Vendrell explica que ha encadenado los problemas del final de la primera presidencia con el inicio de la segunda: la guerra de Ucrania y el aumento de los precios. "A partir de ahí ha habido crisis que no ha sido capaz de gestionar y que han derivado en un desgaste, algo de lo que la oposición ha sabido sacar partido", explica Rodrigo de Castro.

Tanto es así que, según algunos sondeos, su índice de popularidad ha descendido a lo largo de los últimos siete años, llegando a situarse en un 30% de aprobación en mayo de 2023, según trasladan a este medio Alejandro Garrido, analista de política europea y secretario general de la asociación Geosede, y Anxo Varela, presidente de la misma. "Desde entonces no ha experimentado subidas relevantes", señalan. "Frente a su bajón en apoyos, van aumentando los de Le Pen, lo que junto con el duro resultado de las elecciones europeas, ha provocado que convoque elecciones legislativas", añade el profesor de Lisa Institute.

"Conforme han pasado los meses, la impopularidad de Macron ha ido creciendo hasta el punto que, en enero de este año, hizo un cambio para intentar relanzar la imagen de su gobierno", apunta Vendrell al hacer referencia a la dimisión de la exprimera ministra Elizabeth Borne a petición de Macron, ocupando su cargo Attal. Esta tendencia se enmarca en un "contexto de cierta inestabilidad gubernamental para Macron", añaden desde Geosede.

Y es que Renacimiento gobierna junto con otros dos partidos en minoría, enfrentándose a dificultades para legislar. Esto ha generado que, al no contar con el apoyo parlamentario suficiente, la formación de Macron se haya quedado solo a la hora de aprobar ciertas cuestiones. Por ello, tal como explican los diferentes expertos, se ha visto obligado a aplicar en algunas normas, como en la polémica reforma de las pensiones, un recurso de emergencia: el artículo 49.3 de la Constitución Francesa que permite legislar sin el voto favorable de los diputados.

"Los índices de popularidad del presidente, la inestabilidad política que comporta gobernar en minoría, las recientes remodelaciones gubernamentales practicadas y la situación económica rampante y sus efectos sobre la clase media francesa han pasado factura sobre la posición de Macron", resumen Alejandro Garrido y Anxo Varela. Por su parte, Marc Vendrell alude también al aumento de la sensación de inseguridad por parte de los franceses y la guerra de Ucrania como los principales problemas del gobierno de Macron.

Derrota de Macron en las elecciones europeas

El descontento social fue el motivo fundamental de la derrota de Macron en las elecciones europeas. Tal como recogen los expertos consultados, estos comicios se suelen utilizar como un castigo al gobierno de turno, una especie de voto protesta, "y esta vez ha sido víctima Macron". Así las cosas, desde Geosede apuntan a un estudio realizado por IPSOS e indican que los ejes que más motivaron el voto francés durante la campaña fueron dos: el poder adquisitivo y la cuestión migratoria.

"En este contexto, un partido como RN ha sabido capitalizar todo ese descontento, especialmente el migratorio", explican desde la asociación al añadir que, además, el partido de extrema derecha "ha sabido presentarse como la única alternativa al bloque de gobierno y a Macron". Y ha sido así en estas elecciones europeas y en las anteriores, puesto que en 2019 el partido de Marine Le Pen también fue la primera fuerza más votada de Francia -aunque por poco- con un 23,34%.

Sin embargo, este año RN no ha sido la única formación de extrema derecha que ha aumentado sus votos: el partido Réconquete de Éric Zemmour y Marion Maréchal, integrado en La France Fière, obtuvo un 5,47% de los votos y cinco escaños, irrumpiendo por vez primera en el Parlamento Europeo.

Por otro lado, el profesor de Lisa Institute observa que "Macron y su formación han sido víctimas políticas de la coyuntura europea". Así, manifiesta que es "muy complicado" consolidar un partido político liberal en Europa y que, en España, por ejemplo, no ha sido posible, pero en otros países, a pesar de los intentos, nunca han sido estables. "Francia era el terreno donde más poder tenían, pero todo parece indicar que una vez el presidente agote su mandato, los liberales correrán la misma suerte y pasarán a la marginalidad política".

En cambio, las formaciones de extrema derecha muestran un auge a lo largo del continente, como en Alemania, Países Bajos y Austria. "Los dos grandes grupos de la extrema derecha obtienen conjuntamente 134 escaños en el Parlamento Europeo, llevándose los Conservadores y Reformistas (CRE) 76 escaños (69, 2019-2024) e Identidad y Democracia (ID) 58 escaños (49, 2019-2024)", señalan desde Geosede, si bien puntualizan que sus posiciones no siguen las mismas pautas.

En el caso francés, los dos partidos de extrema derecha que han obtenido representación en Europa se integrarán en dos grupos políticos diferentes: RN en CRE y Réconquete en ID. Los expertos de Geosede explican que, a grandes rasgos, comparten notas comunes, como el euroescepticismo, soberanismo, antiinmigración y proteccionismo; pero surgen divergencias: "En el grupo parlamentario de ID suelen tener un discurso más complaciente con la política exterior del Kremlin y consideran que la UE debería interrumpir el apoyo a Ucrania y, por contra, en CRE mantienen un compromiso con el vínculo euroatlántico y consideran que la asistencia a Ucrania debe ser una prioridad política".

La "moderación", clave para el auge de la ultra derecha

Además del buen resultado logrado en las europeas, en el plano nacional, RN también fue recompensado en las pasadas elecciones legislativas de 2022, cuando cosechó su mejor resultado electoral en 35 años y obtuvo 89 escaños, siendo 81 más que la legislatura anterior. Entre los factores que han ayudado al aumento de apoyos, los expertos mencionan los siguientes: la moderación de Le Pen y su posición ante la cuestión de la inmigración.

"La extrema derecha dio la sorpresa en las elecciones de 2002 con el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen, el padre de Marine Le Pen, cuando pasó a la segunda vuelta contra todo pronóstico derrotando a Lionel Robert Jospin, que era entonces el primer ministro en Francia y candidato del Partido Socialista", recapitula el docente de la Universidad CEU San Pablo. De hecho, Jean Marie Le Pen es considerada como la clásica figura del radicalismo en Francia.

En 2015, la relación entre padre e hija se rompió y la líder de lo que pasaría a ser Rassemblement National echó a su progenitor de la formación por unas polémicas declaraciones sobre el Holocausto. "Las cámaras de gas son solo un detalle en la historia de la humanidad", dijo Jean Marie Le Pen en una entrevista aquel año. "La expulsión de su padre fue muy rocambolesca y simbólica", asegura Rodrigo de Castro al apelar al "blanqueamiento" de la marca del partido de ultra derecha.

En este sentido, el experto indica que cuando la Asamblea Nacional debatió incorporar el aborto como un derecho fundamental en la Constitución, el partido de Marine Le Pen votó a favor, contrariamente a lo que el calificativo de ultra derecha implica. "Esta paradoja de una extrema derecha que vota a favor de la interrupción del embarazo es curiosa y contraria a lo que sucede en otros países que adoptan una posición en línea con los postulados ortodoxos de la religión católica".

"Las bases políticas son las mismas, es decir, frenar la inmigración ilegal, discurso agresivo contra las élites europeas y un distanciamiento de EEUU sin hacer feos a Rusia, pero el hecho de cierta moderación en su discurso, aunque las bases ideológicas siguen ahí, ha hecho crecer el apoyo a esta formación hasta cuotas inimaginables", sostiene asimismo Marc Vendrell, quien apunta además a otras cuestiones coyunturales.

Por un lado, hace décadas que la clase obrera no vota a partidos de izquierdas, sino que su apoyo a la derecha se está consolidando. "Le Pen ha sabido aglutinar el descontento de millones de trabajadores que no entienden el globalismo, la inmigración masiva o el apoyo a un país como Ucrania, que está a miles de quilómetros", apunta el experto de Lisa Institute. Por otro, está "la carismática figura de Le Pen": "Ha sabido transmitir sus ideas a los votantes y que estos se sientan identificados, cuestión complicada en muchas derechas radicales de otros países".

Expectativas para las elecciones legislativas

Los sondeos reflejan que el partido de Marine Le Pen lograría entre 220 y 270 escaños en la Asamblea Nacional, compuesta por 577 diputados, apunta el profesor de CEU San Pablo. Así, añade que estaría muy cerca de la mayoría absoluta, aunque, a su juicio, es improbable que la consiga debido al cordón sanitario que suelen establecer los demás partidos. "En cualquier caso, lo que parece seguro es que no habrá una mayoría absoluta, sino un nuevo gobierno en minoría o en coalición".

Así las cosas, hay que tener en cuenta que en la política francesa existe el concepto de cohabitación. El profesor de Lisa Institute afirma que, en ocasiones, el presidente gobierna junto a un primer ministro de diferente partido o con una Asamblea Nacional donde no tiene una mayoría. "Más aún, con un primer ministro y con una Asamblea francesa de un partido muy contrario a sus ideas, como es el de Le Pen", advierte.

"El arriesgado movimiento de Macron de convocar elecciones legislativas puede llevar a esto, ya que las encuestas por el momento dan una clara victoria a la formación ultraderechista. Si esto finalmente ocurre y se produce la cohabitación, se produciría una paralización en las instituciones políticas", comenta Vendrell. Ahora bien, esto no es algo nuevo, puesto que en otros países ya ha ocurrido, como en el Senado de EEUU, donde hay una mayoría distinta al partido que gobierna.

En todo caso, las expectativas son malas para Macron. "Por un lado, la izquierda va unida en una candidatura única con el Nuevo Frente Popular y, por otro, la derecha tradicional no tiene claro aún si aunar fuerzas con Le Pen o seguir su rumbo", sostiene Vendrell, que apunta a una "clara victoria de Le Pen" aunque sin saber si tendrá mayoría absoluta o no. "No hay tampoco que pensar que se repetirá el resultado de las europeas, ya que este es un voto protesta y en el caso de las legislativas el voto se suele moderar, lo que probablemente juegue a favor de Macron", añade.

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