Los equilibrios con sus aliados, el papel de Díaz o la relación con Podemos: tres debates que sobrevuelan el congreso de Sumar

A Sumar comienzan a echársele encima los debates que lleva tiempo posponiendo. La formación anunció el pasado sábado que la segunda parte de su congreso fundacional tendrá lugar los próximos 14 y 15 de diciembre, pero no concretó cuál será el objetivo de esa asamblea. Por ahora, tan solo se conoce que servirá para que los estatutos de Sumar recojan oficialmente su renuncia a ser un paraguas que aúne a toda la izquierda alternativa, así como para que el partido actualice su hoja de ruta política. Pero son, al menos, tres las discusiones que van a llegar abiertas a ese congreso, quiera o no Sumar abordarlas: el papel de Yolanda Díaz como líder, la relación del partido con sus aliados y la posibilidad de tender puentes en el futuro con Podemos.

En ello coinciden varias fuentes consultadas del espacio a la izquierda del PSOE que conocen bien el estado actual de Sumar y también de la coalición que lidera, en la que se encuentran, entre otros, IU, Más Madrid, Catalunya en Comú o Compromís. Oficialmente, el partido que lidera de facto Yolanda Díaz no ofrece información sobre cuáles serán los debates que se abrirán en su congreso. Pero desde el momento en el que Díaz dimitió —al menos de iure— como coordinadora de Sumar, en todo el espectro político a la izquierda del PSOE impera la sensación de que hay muchas preguntas que exigen respuestas. Y "a ver quién le pone puertas al campo", contesta gráficamente una de las fuentes consultadas a la pregunta de si esas preguntas se formularán en la asamblea de diciembre.

A nivel organizativo, lo único que parece claro de cara a ese congreso es que los partidos aliados de Díaz —IU, Más Madrid y Catalunya en Comú, fundamentalmente— no van a integrarse en las estructuras orgánicas de Sumar, como pretendía inicialmente la vicepresidenta. Esa idea de subsumirlos a todos bajo su mando se acabó en el momento en el que Sumar sufrió su enésimo batacazo electoral en las elecciones europeas del pasado junio. Pero aunque el partido ya sabe qué es lo que no quiere ser, un paraguas para toda la izquierda alternativa, aún no ha definido qué es en lo que sí desea convertirse.

Por lo poco que han dejado entrever sus dirigentes, Sumar se plantea ahora como un partido más dentro de la amalgama de formaciones que existe a la izquierda del PSOE. Algunas de las fuentes consultadas dudan de la utilidad que tiene construir un partido más dentro de un espacio en el que ya hay muchos, tanto de corte territorial como de escala estatal. Pero, dado que parece que la dirección de Sumar tiene decidido que la formación siga adelante, en el congreso debe establecerse un plan de acción para desplegar estructuras por el territorio.

Eso implica revivir uno de los debates que ya trajo de cabeza a Díaz y los suyos hace unos meses, cuando se celebró la primera fase del congreso fundacional de Sumar. Entonces, el choque fue especialmente crudo con Más Madrid, que se negaba a que los de Díaz echaran raíces en la Comunidad de Madrid y exigían el mismo trato que el recibido por Catalunya en Comú: la renuncia de Sumar a establecer estructuras autonómicas propias y el reconocimiento del partido que lidera Mónica García como el referente en la región. Ese debate terminó cerrándose en falso con un pacto que interpretaban de manera muy distinta Sumar y Más Madrid. Y, si los de Díaz van a intentar ahora asentar un esqueleto territorial, van a encontrar las mismas reticencias que hace unos meses.

El papel de Díaz y la relación con Podemos

El papel de la propia vicepresidenta del Gobierno también va a ser uno de los debates que sobrevolará la asamblea de Sumar. El partido defiende que Díaz sigue siendo la líder indiscutible del espacio a la izquierda del PSOE, pese a haber abandonado hace unos meses el liderazgo orgánico de Sumar. Pero, a su vez, la formación tiene que decidir si escoge una nueva dirección para el partido, y también si esa cúpula está compuesta de hombres de paja que se limiten a someterse a las directrices de Díaz o si, realmente, tienen capacidad de decisión. Por ahora, Sumar se limita a asegurar que no se ha discutido todavía ese tema.

El tercero de los grandes asuntos que van a sobrevolar la conferencia política de Sumar será la relación con Podemos de cara a los próximos ciclos electorales. Actualmente, los puentes entre los morados y los de Yolanda Díaz están completamente dinamitados. Pero, ante el momento de extrema debilidad que pasan ambas formaciones, todos los dirigentes consultados coinciden en señalar la necesidad de un entendimiento en el futuro y la imposibilidad de conformar una alternativa de izquierdas potente si el espacio político sigue partido en dos.

Oficialmente, Sumar evita enfrentarse a esa pregunta, pese a que es clave para el futuro de todo el espectro político progresista. No obstante, el pasado sábado la secretaria de Organización del partido, Lara Hernández, ya abrió la discusión durante una charla sobre alianzas organizada por el PCE, en la que defendió los pactos desde el respeto a "la pluralidad" y donde también se abrió a unos pactos en los que las listas electorales sean elegidas por primarias, precisamente una de las exigencias de Podemos que Díaz nunca quiso atender en las negociaciones para una lista conjunta a las pasadas elecciones generales. "Nadie debería creerse eterno, imprescindible o, ni mucho menos, dotado con un poder sobrenatural", advirtió además Hernández.

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