Un equipo internacional de científicos, liderado por el premio Nobel Andrew Fire y con la participación del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) de Valencia, ha descubierto una nueva entidad biológica en las bacterias de la boca e intestinos humanos.
Esta entidad, denominada Obelisco por su estructura en forma de varilla, posee un genoma más simple que el de los virus, abriendo nuevas incógnitas sobre la evolución de la diversidad microbiológica.
Los obeliscos, con un genoma de ARN circular de apenas 1.000 nucleótidos, desafían las convenciones científicas sobre los límites de la vida. A diferencia de los virus, carecen de una cubierta proteica, pero, como estos, pueden codificar proteínas.
Según Marcos de la Peña, investigador del CSIC en el IBMCP, su estructura es similar a los viroides, agentes infecciosos que afectan plantas, pero con diferencias significativas, como su tamaño y capacidad de codificación.
Análisis de muestras fecales
Este descubrimiento ha sido posible gracias a estudios bioinformáticos que analizaron secuencias genéticas de muestras fecales humanas, encontrándose obeliscos en el 7% de los individuos analizados.
Además, cerca de 30.000 especies de estas entidades fueron identificadas en diferentes ecosistemas naturales y microbiomas animales. La alta presencia de obeliscos en la bacteria Streptococcus sanguinis, común en la boca humana, sugiere que podrían jugar un rol importante en la regulación celular, con potenciales implicaciones para la salud.
Nuevas vías para entender el microbioma
El hallazgo de estas entidades no solo abre nuevas vías para entender el microbioma humano, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre el origen de la vida y la evolución de los virus.
"Este descubrimiento muestra que el mundo microbiano es mucho más complejo de lo que imaginábamos", señala De la Peña, destacando el impacto que esta investigación podría tener en el campo de la virología y la biología molecular.
